viernes, 22 de abril de 2022

GAUTIER CAPUÇON: SORPRENDENTE, EN EL AUDITORIO NACIONAL DE MADRID. SALA DE CÁMARA

Gautier Capuçon, violonchelo. Auditorio Nacional. Sala de Cámara, 21 de abril, 2022

Johann Sebastian BACH (1685-1750)

Suite para violonchelo nº 1 en sol mayor, BWV 1007 (1717-1723)

 I. Prélude

 II. Allemande

 III. Courante

 IV. Sarabande

 V. Menuett I

 VI. Menuett II

 VII. Gigue

Henri DUTILLEUX (1916-2013)

Trois strophes sur le nom de Sacher (1976-1982)

 I. Un poco indeciso

 II. Andante sostenuto

 III. Vivace

Zoltán KODÁLY (1882-1967)

Sonata para violonchelo en si menor, op. 8 (1915)

 I. Allegro maestoso ma appassionato

 II. Adagio (con grand’espressione)

 III. Allegro molto vivace

“Sorprendente” concierto- así definido por el propio violonchelista Gautier Capuçon en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Madrid. Asiduo visitante de la capital española, esta vez venía con varias misiones. Recordar la guerra en Ucrania y la invasión rusa (aunque sin mencionarla de forma directa) y presentar el mejor laureado de su fundación filantrópica, que empezó a funcionar en tiempos del covid, un pianista que recibía así la oportunidad de ser escuchado por un público disponible y atento. Con el uso de las mascarillas al cincuenta ñor ciento, porque han dejado de ser obligatorias en España en interiores, desde el 19 de abril (¡)

En un inglés ajustado y muy comprensible y fácil de seguir, (¿Por qué no usas el francés, Gautier, tu deliciosa lengua materna?) se comunicó con la audiencia a lo largo de casi 3 horas de concierto, que inauguró, de manera imprevista, con El cant del ocells, de Pau Casals, en homenaje al compositor con vocación en favor de la paz, para continuar con el programa indicado.

Vestido de manera décontractée (casual), camisa blanca y traje con chaleco (como suele) azul cobalto o como lo llaman otros, azul Klein, con una apariencia de mal peinado pero en orden la abundante cabellera,
  muy a la francesa, ofreció una velada después de Pascua, que, a pesar de algunos modos mayores de las obras, sonaba elegíaca y propicia al recogimiento, incluso al “mindfulness” y al duelo. Seria, contenida y sin excesos de ningún apasionamiento amoroso.

Los cambios y la presentación de sus discípulos en escena, no figuraba en el programa, esta vez demasiado corto (no hay datos biográficos del instrumentista) a cargo de Luis Súñen.

Se da la circunstancia de que la familia de músicos (su hermano Renaud es un eximio violinista y su hermana Aude hace también música al piano) acababan de perder a un pianista y amigo muy querido, de origen americano pero residente en Francia, Nicholas Angelich esta misma semana.

Escriben sus biógrafos, que “Desde los años 90, Capuçon ha llevado a cabo una importante carrera como solista de gran reclamo internacional, trabajando con grandes directores, y ha demostrado un gran interés por la música de cámara. De hecho, forma parte del Capuçon Quartet, integrado por su hermano Renaud, la violinista Aki Saulière y la intérprete de viola Béatrice Muthelet. Además, fueron los creadores del quartetto Mosaïques de Karol Beffa.

Y que, como muchos otros virtuosos, también es pianista acompañante. Comenzó a estudiar piano con siete años y lo tuvo como segundo instrumento en el Conservatorio Superior de París. Le gusta tocar jazz al piano como diversión, mientras seguramente sueña con sus montañas nevadas, ya que es originario de la Saboya francesa. En septiembre de 2007 se casó con la también chelista Delphine Borsarello.

En cuanto a sus instrumentos, el principal utilizado por el intérprete francés es un Matteo Goffriller de 1701 que posee en préstamo. Cuenta además con un Joseph Contreras de 1746 prestado por la BSI (Banca della Svizzera Italiana). De hecho, hablando sobre su Goffriller en abril de 2008, comentó:

“Me siento muy afortunado de llevar tocando este chelo durante diez, casi once. Es un Matteo Goffriller, de la escuela veneciana, de 1701. Todos los chelos Goffriller que he intentado tocar no son fáciles. Para cada nota se necesita saber cuánta presión hay que hacer en el mástil, cuánto vibrato y a qué velocidad mover el arco; no es como un Montagnana o un Stradivarius. Los Montagnana, por ejemplo, suelen ser fáciles de tocar. Por lo tanto, en el Goffriller tengo que buscar constantemente para ver cosas diferentes. Al describir los Montagnana como su «sueño», dijo: «Espero poder tocar algún día uno de ellos”.

Fue interesante escuchar cómo el chelista reinterpretaba también las partituras, en función de los compositores y su historias y también la de los intérpretes, con un apunte sobre Casals, que- según comentó- empezaba el día tocando, cada día de la semana, una de las 6 suites para violonchelo de Bach. El domingo, como se le habían acabado las obras, volvía a repetir la primera, que está incluida en este programa.

Rostropovich fue además mencionado, en relación a las Trois strophes sur le nom de Sacher, que, confesó es de las propuestas más difíciles de tocar para un violonchelista, así que pidió al público “Que le deseara suerte”.

El pianista alumno de la fundación de Capuçon, Kim Bernard, interpretó un fragmento de El Arte de la fuga de Bach, con excesivo pedal y fluidez, pero con Bach el pedal debería usarse con cuentagotas, si se utiliza, ya que su música, para el clave y con otro concepto de instrumentos y posibilidades técnicas, es bastante ajena a este artilugio, más propio del pianoforte posterior del Clasicismo y el Romanticismo, no del Barroco. Mejorable el tratamiento interpretativo del autor alemán, pero también estas aseveraciones y las anteriores podrían ser opinables y tema de debate.

Sonaron mejor las dos piezas de Claude Debussy, (una de ellas reflets dans l´eau), terreno cercano y fértil para la tradición francesa, a la que honra, siempre que puede Gautier Capuçon, incorporando a menudo obras de Henri Dutilleux o en este caso, por poderes, en la labor del pianista del gran maestro del impresionismo musical. Mago de la creación de atmósferas y climas evanescentes pero con una importante exigencia en la técnica, la ejecución y la interpretación.


De Zoltan Kodály acotó el chelista la tradición húngara como la de Bártok y de hecho, pudo apreciarse con claridad un fondo de danza magiar en el tercer movimiento de la Sonata para violonchelo en si menor, op.8, de 1915, Allegro molto vivace.


Hubo una propina también al final, entre los nutridos aplausos del público, encantado, una obra de un joven compositor español, Javier Martínez Campos, presente en la sala la noche del concierto, definido como arabizante por su maestro Capuçon, cálida, de “suk” (de mercado oriental). Mientras se la disfrutaba, brillantemente ejecutada y con un brío gozoso (¡finalmente!, para cerrar la velada con optimismo), deletreaba en el recuerdo frases y evocaciones visuales. Sinestésicas en general, del Makbara, la intensa narrativa vecina de Marrakech, concebida por la sensibilidad y la sutileza del escritor español Juan Goytisolo.

Así fue y así se intenta reseñar un concierto particular, lleno de sorpresas pues y de amigos y colaboradores, (Gautier Capuçon agradeció al Auditorio, cuya Sala de Cámara estaba casi llena, la oportunidad de realizar estos cambios en la programación y en los músicos y obras ofrecidos) que permiten crear espacios donde se celebra la música como lo que es, un archipiélago que de lo individual y particular, a lo general, se amplifica bendiciendo y fecundando amplios continentes de empatía y de consuelo. De Eros…Tout à fait!

Alicia Perris

 Fotografías 1, 2, 3 Y 4 de Gautier Capuçon (c) Rafa Martín_CNDM Liceo de Cámara. Foto 5, Julio Serrano


NOTA BENE:

SOUVENIRS
Release on October 1st, 2021
With Orchestre de chambre de Paris, Frank Braley, Lionel Bringuier, Orchestre Philharmonique de Radio France, Bernard Haitink, Chamber Orchestra of Eu

Après le succès de l’album Emotions (disque d’or en France), le violoncelliste Gautier Capuçon nous invite à découvrir aujourd’hui « Souvenirs », son nouveau triple album anniversaire (à l’occasion de ses 40 ans) composé d’un nouvel album inédit enregistré fin 2020 à Paris (des œuvres emblématiques du répertoire pour violoncelle seul : la célèbre Suite N.1 de Bach, Kodaly, Dutilleux et une création de Campos), augmenté de 2CD réunissant ses plus beaux souvenirs musicaux de ces vingt années passées en studio et sur scène, qu’il a soigneusement sélectionnés pour vous (Méditation de Thaïs, L’Hymne à l’amour, Après un rêve, Salut d’amour, trio de Schubert, les plus beaux concertos pour violoncelle...). Retrouvez dans « Souvenirs » l’intense expression de son jeu, sa virtuosité flamboyante et sa sonorité profonde. Un véritable concentré d’émotions !


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