El Palacio de Velázquez, situado en el Retiro, acoge la exposición 'Idea:
Pintura Fuerza. En el gozne de los años 70 y 80', que repasa las
transformaciones sociales ocurridas entre 1976 y 1984 a través de un conjunto
de obras realizadas por artistas españoles. La muestra podrá visitarse hasta el
18 de mayo de 2014.
Pintura años 70 y 80
Autor: Irene López López
Autor: Irene López López
La muestra aborda la
crisis de la vanguardia y de la idea de modernidad, que se hace
visible a través de la práctica pictórica, entendida como territorio de
pensamiento y de producción de estrategias creativas de los cinco artistas que
participan en ella: Alfonso Albacete, Miguel Ángel Campano, Ferran García
Sevilla, Juan Navarro Baldeweg y Manolo Quejido.
La exposición exhibe trabajos de la transición
entre los años 70 y 80 en un momento de crisis, en su sentido más profundo, del
proyecto moderno. Los análisis y redefiniciones de los modelos, realizados
entre otros por las prácticas conceptuales, eran el síntoma, cuando no la
causa, de un verdadero cambio de paradigma estético. "La crisis que surge
de la percepción de la falla existente entre la realidad y la explicación
ideológica de la misma, implica un replanteamiento de los conceptos de academia
y tradición", explica el comisario de la muestra, Armando
Montesinos.
El trabajo de Albacete, Campano, Garcia Sevilla,
Navarro Baldeweg y Quejido en estos años en los que tuvo lugar el estreno de
libertades democráticas, se produjo en un pliegue, en un ámbito artístico
enormemente activo, pero débil en sus estructuras. Tal y como señala el
comisario: "En poco tiempo pasó de habitar en un entorno cultural
formalista, a abrazar el mercado y la estética del éxito".
El criterio que les reúne en esta exposición no es
el de grupo, sino que se centra en la filiación (post)conceptual de varios de
ellos, cuyas investigaciones van a converger con la práctica de la pintura.
También les reúne su entendimiento de la tradición, no como cerrada estructura
conservadora, sino como toma de energía para trabajar de forma contemporánea;
así como en la voluntad de una reflexión, tan analítica como apasionada, sobre
la materia sustantiva de la pintura capaz de superar la dicotomía
abstracción/figuración.
La mirada de los autores objeto de esta exposición
se dirige, por un lado, a los creadores de la vanguardia moderna (Cézanne,
Matisse, Picasso) y a sus continuadores norteamericanos (De Kooning,
Motherwell, Jasper Johns). Pero también miran a otras épocas (Poussin,
Velázquez) y a otras culturas (India, el norte de África). Los artistas objetos
de esta exposición, en los años 70 y 80, entienden la pintura como
acontecimiento, no como 'action painting', que es la expresión de un sujeto
previo, sino como el proceso de construcción de un sujeto.
Según aclara Montesinos, "no se trata, como
pudo entenderse o interpretarse en su momento, ni de un retorno al orden de las
disciplinas clásicas como rechazo a los discursos artísticos de los años
setenta, ni de una vuelta a la pintura o al esteticista placer de la pintura,
sino de una convergencia programática con su práctica".
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