Resulta curioso cómo se extienden las cautelas sobre la película,
síntoma de estos tiempos de falsa moral y falsos debates
Nuestros clásicos nos enseñan que explorar las raíces del mal evita
que banalicemos el bien, algo a lo que nos han malacostumbrado tantas
previsibles figuras de héroes hipertrofiados empeñados en salvarnos de “los
malos”. Quizás por eso Joker, la película de Todd Phillips, sea tan turbadora,
porque esa historia de aromas míticos sobre el héroe y el antihéroe acaba por
descubrirnos que ambos son, por supuesto, caras de la misma moneda, hasta el
punto de hacernos dudar sobre quién es quién.
Y sí, resulta curioso cómo se extienden las cautelas sobre la
película, un síntoma de estos tiempos de falsa...
https://elpais.com/elpais/2019/10/12/opinion/1570893150_582292.html
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