El Teatro Real
ofrecerá, entre los días 29 de octubre y 12 de noviembre, 12 funciones de su
divertida producción de L’elisir d’amore presentada en 2013 con una entusiasta
acogida del público.
En esta ocasión, la
producción concebida por Damiano Michieletto -con algunas modificaciones
introducidas en la escenografía de Paolo Fantin- tendrá dirección musical de
Gianluca Capuano, que ofrecerá una lectura más historicista y cercana a los
preceptos interpretativos decimonónicos.
Cuando, en 1832,
Gaetano Donizetti (1797-1848) recibió el precipitado encargo de escribir una
ópera en apenas 15 días para suplir un hueco en la programación del Teatro
della Cannobiana de Milán, tenía 34 años y 36 óperas en su haber, incluyendo
algunos grandes éxitos, como Anna Bolena.
Su trágica y azarosa
vida ya le había dado muchos golpes –la muerte de su esposa y de sus tres
hijos-, pero su ingente producción operística seguía creciendo a un ritmo
abrumador, que solo la locura ralentizó, ya en el tramo final de su corta
existencia, cegada por la sífilis.
Partiendo de la
ópera Le Philtre, de Auber, el famoso libretista Felice Romani, con el que
Donizetti ya había trabajado en varias obras, pergeñó velozmente un texto
fluido y muy bien articulado, ideal para el ímpetu creativo del compositor.
Nace así una
verdadera obra maestra, de portentosa inspiración, entre la comedia y el drama,
la simplicidad y la hondura, la ópera buffa y la romántica, la parodia y la
melancolía... y a medio camino entre Rossini y Bellini. Unos personajes
arquetípicos inspirados en la commedia dell’arte, que crecen con el aliento
melódico y dramatúrgico de la música de Donizetti, de grandísima eficacia en el
desarrollo de la acción.
Damiano Michieletto
traslada la trama de la ópera de la campiña vasca a la animada costa
mediterránea, donde el ambiente estival propicia la seducción, la fiesta y el
vicio. Ahí, la avispada Adina regenta un chiringuito donde merodea su torpe
enamorado Nemorino. Dulcamara, ingenioso charlatán, trapichea con drogas y
brebajes. Y en la entretenida vida costera no faltan los marineros en busca de
diversión, capitaneados por Belcore, el típico “chulo playero”.
En la interpretación
de estos peculiares personajes se alternarán Brenda Rae y Sabina Puértolas
(Adina); Rame Lahaj y Juan Francisco Gatell (Nemorino); Alessandro Luongo y
Borja Quiza (Belcore), Erwin Schrott y Adrian Sâmpetrean (Dulcamara). Javier
Camarena interpretará el papel de Nemorino en la función del 9 de noviembre,
antes de su actuación en la Gala del 13 de noviembre y del inicio de los
ensayos de Il pirata, de Vincenzo Bellini.
L’elisir
d’amore ha sido una de las producciones
más queridas del público del Real desde el siglo XIX. Subió a su escenario por
primera vez en 1851, un año después de la inauguración del Teatro, y desde
entonces se ha representado más de 80 veces, incluyendo esta coproducción del
Teatro Real y del Palau de les Arts de Valencia, que ahora se repone, 6 años
después de su estreno en Madrid.
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