Ante el horizonte es una reunión anacrónica de horizontes pintados y fotografiados, con
alguna incursión en el mundo de la escultura, la instalación y el land
art. El título y el espíritu de la exposición remiten al libro Devant
le temps, el estudio de Georges Didi-Huberman sobre anacronismo e historia
del arte. De la mano de grandes pensadores como Walter Benjamin, Carl Einstein
y Aby Warburg, su análisis pone sobre la mesa la cuestión del anacronismo como
uno de los tabúes de la historia del arte en cuanto disciplina académica.
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La exposición gira en torno a la representación del horizonte como tema
recurrente y gran desafío pictórico, y se estructura mediante una secuencia de
conversaciones y diálogos anacrónicos que tratan diversos aspectos del
horizonte representado. El punto de partida es una sala introductoria dedicada
a Joan Miró, seguida por un gran bloque europeo dividido en salas sobre el
horizonte nórdico, el horizonte francés, las marinas y el contraste entre el
horizonte expresionista y el horizonte japonés, y que culmina en una capilla
dedicada al horizonte. A continuación, un segundo gran bloque sobre el
horizonte norteamericano del siglo XX, una sección final dedicada al horizonte
postcolonial y un epílogo que recoge las lecciones de la exposición y plantea
la pregunta: ¿el horizonte es el lugar de la pintura, la línea donde se
concentran los retos y las paradojas de la actividad pictórica?
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