Un cuento de hadas
La partitura de Jules Massenet lo deja bien claro: Cendrillon es
un cuento de hadas. Laurent Pelly optó por no resistirse y creó un espectáculo
para dejarse llevar por la ensoñación. Un elegante pastiche de fin-de-siècle
que combina la melancolía con el humor, lo naíf con lo poético, el estilo
galante del siglo XVIII con la ligereza de Rossini, sirve de evocador
abrigo sonoro para un montaje que recuerda por su suntuosidad a la opereta
francesa y por su sentido de la magia y la sorpresa a un título clásico de
Disney, evitando ser empalagoso con su pizca de ironía. Certeros trazos de
cómic. Pelly rinde expreso homenaje a Perrault y su imperecedero cuento de La
Cenicienta. Su puesta en escena es un libro de cuentos de hadas que cobra vida.
La literatura, la música y la puesta en escena unidas para crear un universo
amable y encantador.
«Cuento de hadas» en cuatro actos. Libreto de Henri Cain basado en la
versión del cuento La Cenicienta de Charles Perrault. Música de Jules Massenet.
Estrenado el 24 de mayo de 1899 en la Opéra Comique de París. Estreno en el
Gran Teatre del Liceu.
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