Filósofas y feministas reivindican la vigencia de su emblemático
ensayo ‘El segundo sexo’ al cumplirse 70 años de su publicación
RAQUEL VIDALES
Simone de Beauvoir, en su casa de París en 1968. JACQUES PAVLOVSKY
GETTY
Hace 70 años ya que se publicó en París la primera edición de El
segundo sexo, de Simone de Beauvoir, uno de los libros fundacionales del
feminismo contemporáneo. Fue un escándalo. El Vaticano lo incluyó en su índice
de libros prohibidos y fue reprobado desde todos los flancos. El Nobel François
Mauriac escribió: “Después de leerlo lo sé todo sobre la vagina de la autora.
Es asqueroso”. Albert Camus, otro Nobel, lo definió como un “ataque a los
hombres franceses”. En España durante mucho tiempo ni siquiera existió la
posibilidad de criticarlo: se editó por primera vez en 1968 en catalán y en
castellano solo podía leerse clandestinamente en las traducciones que llegaban
desde Latinoamérica bajo mano.
Todo esto se recordaba ayer en un congreso en Madrid dedicado a
examinar la vigencia de aquel polémico libro a propósito del 70 aniversario de
su publicación. Participaron destacadas filósofas y expertas en feminismo como
Amelia Valcárcel, Isabel Morant, Teresa López Pardina o Alicia H. Puleo, así
como la vicepresidenta Carmen Calvo y el politólogo francés Sami Naïr, que
dirigió con ella en los ochenta su revista Tiempos Modernos.
La conclusión general fue unánime: es obvio que muchos asuntos
concretos que trata El segundo sexo están hoy superados —en 1949 ni siquiera se
había inventado la píldora—, pero la idea central del libro es la base sobre la
que se asienta la teoría feminista contemporánea: “La mujer no nace, llega a
serlo”, escribió. Es decir, no existe una naturaleza esencialmente femenina y
las cualidades tradicionalmente calificadas como específicas de las mujeres son
una construcción cultural, empezando por el instinto maternal. Bienvenidas a la
libertad de ser la mujer que una quiera ser.
“Es uno de los libros que más han ayudado a la sociedad a tomar
conciencia de la desigualdad histórica entre hombres y mujeres. Lo describió
bien Josep Maria Castellet, que fue quien impulsó la primera publicación en
catalán, en una reseña que escribió en 1949: ¡reconoce que hasta que lo leyó no
se había dado cuenta de que esto era un problema!”, subrayó en el congreso
Isabel Morant. Josyane Savigneau, destacada periodista cultural francesa,
resumió su influencia con una frase reveladora: “Si yo no hubiera leído a
Simone de Beauvoir cuando era joven, no sería la persona que soy hoy”.
Hace 70 años no existían conceptos como “techo de cristal”, pero
muchas de las cuestiones que protagonizan la agenda feminista actual pueden
analizarse con las herramientas que Beauvoir utiliza en su ensayo. Desde el Me
Too hasta los vientres de alquiler, según subrayaron muchas de las ponentes del
congreso de ayer. En concreto, Amelia Valcárcel subrayó el soporte intelectual
que El segundo sexo sigue ofreciendo a la gran batalla feminista contemporánea:
el acceso de las mujeres a la esfera del poder en todas las áreas. Valcárcel
hizo además una reivindicación: la necesidad de introducir a Beauvoir en el
gran canon de la filosofía del siglo XX.
Casi al final del congreso, la filósofa Alicia H. Puleo hizo otra
confesión parecida a la de Savigneau: “Después de leer El segundo sexo con 17
años, pensé escribirle una carta de agradecimiento a Beauvoir. No lo hice, pero
luego supe que otras sí lo hicieron”.
https://elpais.com/cultura/2019/06/13/actualidad/1560444030_852036.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario