sábado, 24 de diciembre de 2016

CHRISTIE INTERRUMPE EL ‘MESÍAS’ DE HANDEL EN EL AUDITORIO POR UN MÓVIL

“Han destruido ustedes una de las piezas más bellas jamás creadas”, dijo el director al público
JESÚS RUIZ MANTILLA

El director William Christie. PALAU DE LA MÚSICA EUROPA PRESS

El sonido de un móvil ocasionó el martes en el Auditorio Nacional algo insólito en el mundo de la música clásica. Fue a la altura del aria He was despised, al final de la primera parte del Mesías, de Handel. El director de orquesta William Christie interrumpió su recital navideño al frente del grupo Les Arts Florissants dentro del ciclo Ibermúsica. Ante la insistencia del timbre del teléfono de uno de los espectadores, paró el concierto con cara de pocos amigos. En un ataque de ira, el maestro gritó: “Stop!”. Miró a la bancada de la derecha y después, dirigiéndose al público, se lamentó: “Acaban de destruir uno de los pasajes más hermosos de esta obra…”. Y volvió a comenzar.

Era el tercer aparatejo que se hacía presente en la sala y fue la gota final. A eso hubo que unir un coro de toses permanentes que llenaron de tensión el ambiente. Christie mantiene una cruzada particular con los móviles. Si uno de los mayores enemigos en vida de Haendel fueron alguno castrati y Federico, principe de Gales e hijo de Jorge II, su protector en los años londinenses, hoy son los politonos. En Versalles y en París, Christie ha lanzado broncas memorables. En la ópera de la Bastilla expulsó a una asistente cuando le sonó el teléfono en la primera fila. En el palacio, durante una velada con música de la Corte de Luis XIV en la capilla real, rogó silencio, entre irónico y alterado. En Madrid tampoco acabó mal. Si se hubiera enfadado de verdad, nada más terminar, se habría largado, pero para no dejar mal sabor de boca ofreció hasta una propina y repitió el famoso Aleluya. Fue su manera de firmar la paz con un público que lo adora y en pos de un concierto que fue, accidentes aparte, memorable.

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