Entre
los días 27 de octubre y 10 de noviembre el
Teatro Real ofrecerá diez funciones de Alcina, de Georg Friedrich Händel (1685-1759), nueva coproducción del
TeatroReal y el Grand Théâtre de Bordeaux, donde la producción se estrenó en mayo de 2012.
Entre las 42 óperas que compuso
Händel, Alcina —estrenada en 1735 en el Covent Garden
de Londres en su última etapa como compositor operístico— está considerada como
una de las más acertadas en la caracterización de los personajes y en la
expresión de sus emociones. Su dramaturgia moderna, sus inspiradas melodías y
su brillante orquestación justifican la creciente presencia de esta obra en la
programación de teatros y festivales de todo el mundo desde su
‘redescubrimiento’ en los años 60 del pasado siglo, después de más de
doscientos años de olvido.
En Alcina, Händel recurre por tercera vez al
poema épico Orlando furioso, deLudovico Ariosto (1474-1533) —después de hacerlo en Orlando y Ariodante—,
para retratar las emociones y las pasiones humanas con la libertad que le
otorga el mundo alegórico, fantástico y sobrenatural del poeta italiano.
En
su concepción escénica de esta ópera, el meticuloso director de escena
estadounidense David Alden —que ha dirigido ocho títulos de
Händel, incluyendo dos producciones diferentes de Alcina—hace un homenaje al cine
y al teatro como espacios de evasión de la realidad.
Inspirándose
en la película de Woody Allen La rosa púrpura del Cairo,
Alden transforma la isla encantada de Alcina en un pequeño teatro, a donde Ruggiero
se escapa para huir de la rutinaria vida con su amada Bradamante. Ahí goza de
los placeres eróticos y el embrujo de la impetuosa y pérfida hechicera Alcina,
que da rienda suelta a sus deseos sexuales, desechando a sus sucesivos amantes
y transformándolos en piedras y animales salvajes.
La
trama se complica cuando Alcina sucumbe al amor verdadero por Ruggiero,
mientras éste es finalmente rescatado por su amada Bradamante y los guardianes
del orden y de la moral. Pero su liberación de las garras de la maga representa
también la vuelta a la vida real, donde le perseguirá para siempre la nostalgia
de ese mundo de ensueño, lujuria y desenfreno.
En Alcina siete personajes expresan una enorme y
riquísima paleta de emociones a lo largo de más de tres horas de música,
incluyendo 26 arias, partes corales (interpretadas por los siete solistas) y
orquestales, en una mordaz y conmovedora epopeya lírica, que será interpretada
en el Real por dos selectos repartos y la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo
la dirección del prestigioso director inglés Christopher Moulds.
Karina Gauvin, intérprete del rol
titular, ha sido una de las musas del director y musicólogo Alan Curtis, recientemente fallecido, con el que actuó y grabó
ininterrumpidamente durante los últimos diez años. Con él y su conjunto, Il complesso barroco, se dio a
conocer en el Real con Tolomeo,
del mismo Händel, junto a la contralto Sonia Prina, otra gran especialista en
el barroco, que la acompaña en esta ocasión como intérprete del papel de
Bradamante. El trío protagonista se completa con la mezzosoprano Christine Rice, que actuó en dos producciones dirigidas por Pier
Luigi Pizzi en el Real: A Midsummer Night’s Dream, de Benjamin Britten e Il
retorno d’Ulisse in patria, de Claudio Monteverdi.
Estas
tres cantantes se alternarán con Sofia Soloviy —Poppea e Nerone,Alceste y Le
nozze di Figaro— en el papel titular, y con las mezzosopranos Josè Maria Lo Monaco y Angélique Noldus, que debutan en el Teatro Real.
Completan
ambos repartos las sopranos Anna Christy y María José Moreno, como Morgana, y Erika Escribà y Francesca Lombardi Mazzulli, como Oberto.
Los
papeles masculinos serán interpretados por los tenores Allan Clayton yAnthony Gregory, como Oronte, y el
bajo Luca Tittoto y el
barítonoJohannes Weisser, como
Melisso.
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