LA EXPOSICIÓN “LA MUJER OCHOA” ACERCA EL MUNDO DE LASMUJERES QUE FUERON MUSAS EN EL MUSEO CERRALBO DE MADRID
La Fundación Pintor Enrique Ochoa
conmemora así el 125 aniversario del nacimiento este polifacético artista y
humanista.
Madrid, enero 2016.-El Museo Cerralbo (www.museocerralbo.mcu.es)
de Madrid, y la Fundación Pintor Enrique Ochoa (www.enriqueochoa.com)
han inaugurado la exposición “La mujer Ochoa. Modernismo y modernidad” del
pintor Enrique Ochoa (1891-1978) y que estará abierta hasta el 26 de abril de
2016 en la Casa-Museo Cerralbo (Calle Ventura Rodríguez 17) en Madrid.
Para José Estévez, comisario de la
exposición y Presidente de la Fundación Enrique Ochoa, “esta exposición refleja
el mundo femenino, el de las mujeres que fueron musas y su entorno en el primer
cuarto del siglo XX, su realidad, contemplando distinto ambientes sociales,
especialmente el cosmopolita y aristocrático del periodo de entreguerras. La
inquietud de Ochoa –continúa Estévez-, su ritmo de vida y su constante curiosidad
le lleva a conocer y pintar desde Gala Federova, la que fue primera bailarina
del Ballet Ruso en París, hasta Tórtola Valencia, bailarina española, y toda
una diva, que llegó a actuar en los grandes teatros de la ciudad de la luz”.
Como cronista de las revistas
ilustradas de la época, especialmente de Blanco y Negro, acaba siendo uno de
los ilustradores de cabecera, con varias portadas, y en las que plasma en sus
numerosos viajes a París a una mujer moderna, en la que se inspira y en la que
centra su mirada seductora. Es ahí donde Ochoa acaba siendo también un
corresponsal de las nuevas tendencias de la moda. Esta exposición reúne algunas
de las obras más significativas de esta época como “Dama Chic”, “Cosmopolita” o
“Capricho oriental”.
En opinión de Lourdes Vaquero
Argüelles, directora del Museo Cerralbo, “esta exposición temporal, es un
complemento perfecto para nuestro programa de actividades culturales encaminado
no sólo a divulgar el legado del marqués de Cerralbo, sino también a
potenciar y recoger las variadas manifestaciones artísticas
contemporáneas”. Un palacete del Madrid de finales del XIX y principios del XX
y que recoge una de las mejores colecciones de la época. En sus salones nos
podemos imaginar a las protagonistas de los retratos de Enrique Ochoa, desde el
salón de confianza hasta el salón de baile del piso principal”.
La muestra, que cuenta con 46
obras, es una buena oportunidad también para admirar los detalles que tienen
que ver con la estética de la mujer modernista de la época, su vestuario, su
maquillaje, sus poses y su forma de abertura a una nueva sociedad que tenía en
París el espejo en el que mirarse. Tras la Primera Guerra Mundial (1918) la
mujer se libera y hacia 1920 se puede decir, nace la mujer “moderna”. Chanel
acorta las faldas, impone la bijouterie, el little black dress y el pelo a lo
garçon o bob-cut. Nace la mujer “flapper”: La que fuma, usa pantalones y baila
charleston subida a las mesas. Son los llamados “Años locos”.
Desde sus inicios, Ochoa se
caracterizó como un retratista excepcional en el contexto del primer cuarto del
siglo XX, destacando también por su magistral técnica del dibujo como
ilustrador de libros (entre los que cabe citar las obras completas de Rubén
Darío) o en las principales revistas de la época como La Esfera, Blanco y Negro
o Mundo Latino.
http://www.enriqueochoa.com/
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