UNA MIRADA A LA HISTORIA – En el 140 aniversario del nacimiento de Max Jacob nos dice Alicia Perris: “Siempre recordamos en Radio Sefarad a nuestros muertos ilustres como si estuvieran vivos, porque siguen acompañándonos todavía hoy. Max Jacob, era un poeta y pintor, amigo de criaturas fascinantes como Marc Chagall, Sonia Delaunay, Amedeo Modigliani,¡cómo no!, Picasso, Raymond Radiguet, Lacan, Charles Trenet, Jean Cocteau, Francis Poulenc, de una época palpitantes en el París que va desde la Belle Époque hasta la ocupación alemana del país durante la II Guerra Mundial.
Max Jacob, que había nacido el 12 de
julio de 1876 en Quimper Corentin en una familia judía “voltairiana” ( y este concepto daría para muchas
disquisiciones) y no practicante, se convirtió al catolicismo después de haber tenido varias
visiones. Su percepción del mundo, que se declina en una profunda ternura y
compasión por lo humano, lo
convierte en un personaje único y entrañable.
Su vida no terminó desgraciadamente
como había comenzado, con una infancia feliz en la baja Bretaña, rodeado de
abuelos, tíos y muchos hermanos, ya que a pesar de la movilización de todos sus
amigos, algunos con contactos en la Gestapo, fue imposible salvarlo del martirio que
hizo de élla enésima víctima de una Shoá organizada al detalle como forma de
estado y de gobierno. Pero Max, que fue el apodo que incorporó en honor a su
amistad el líder de la Resistencia Francesa contra el invasor nazi, Jean Moulin, merece
unos minutos más de homenaje y recuerdo”.
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