El actor
regresa a su personaje más exitoso con una quinta entrega en la que el exagente
de la CIA vuelve a enfrentarse a los responsables de la seguridad de EEUU
JAVIER
ESTRADA
Ha
ganado un Oscar (como guionista, junto a Ben Affleck, por El indomable Will Hunting, en 1998), ha participado en taquillazos de todo tipo (Salvar al soldado Ryan, El talento de Mr. Ripley, Infiltrados o, más recientemente, Marte) y disfruta de una buena posición en la jungla de egos que
es Hollywood. Pero, por encima de todo eso, este bostoniano casado con una
argentina sigue teniendo los pies en la tierra. Y se muestra agradecido por lo
que un personaje, el de Jason Bourne, ha significado para su carrera como
intérprete. Ahora, nueve años después de que le interpretara por última vez, Matt Damon (Boston, Massachusetts, EEUU, 1970)
vuelve a meterse en la piel de un exagente de la CIA que fue entrenado para
sobrevivir y matar y que se enfrenta sin miedos a los poderes oscuros que
gobiernan el mundo. Le acompañan en Jason Bourne Alicia Vikander como la agente Heather
Lee; Tommy Lee Jones en la piel del responsable de esta agencia y Vincent
Cassel como un sicario a la caza del protagonista. Y, por cuarta vez en su
carrera, a Matt Damon le dirige Paul Greengrass, consumado especialista del
cine de acción.
Después de un tiempo en el que
has participado en aventuras espaciales e historias de otra época (Elysium, Monuments Men,
Interstellar, Marte), ¿cómo sienta volver a la vida moderna?
Bueno, con Jason
Bourne me he enfrentado a una realidad mucho más dura. Desde que arrancó este
proyecto, queríamos que fuera así de actual porque Bourne se mueve en un mundo
que se parece mucho al que vivimos. En nuestro día a día ocurren muchas cosas,
cambian bastantes más y los cambios se suceden a un ritmo tan vertiginoso que a
veces nos da miedo. Ese miedo tiene mucho que ver con las políticas que
elaboran nuestros gobiernos cuando se empeñan en crear muros para separarnos.
Ocurre en EEUU y también en Europa.
Tu regreso a la "saga Bourne" se basa en un empeño personal.
¿Qué te ha hecho volver a este personaje?
"Bourne
aparece como un hombre de nuestro tiempo. No como James Bond, que encarna los
que imperaban en los años 60"
El impacto que
ha tenido este personaje en mi carrera, en mi vida, ha sido enorme. Pero he de
confesarte que todos los que nos hemos embarcado en esta película éramos
bastante escépticos sobre si debía hacerse o no una película más de Jason
Bourne. Yo mismo reconozco haber tenido sentimientos encontrados al respecto.
Por un lado pensaba que estaría bien hacer otra, porque quería que volviera
este personaje. Me encanta ser Bourne. Pero, por otro lado, sentía que no
debíamos rodarla si no era tan buena como las anteriores. Pero el mundo ha
cambiado tanto que llegamos a la conclusión de que sería interesante ver a
Jason Bourne en ese mundo que todos conocemos bien.
Es curioso ver cómo España era citada en entregas anteriores. Ahora, como
en El ultimátum de Bourne, ha acogido el rodaje de varias
escenas.
La experiencia
de rodar en Tenerife ha sido increíble. Allí, la gente lo dio todo. Tardamos
como una semana en grabar las escenas de acción que aparecen al comienzo del
filme. Lo hicimos de noche, lo cual lo hace todo más duro. Y encima fue lo
primero que hicimos. Pero fue tanta la energía que puso toda la gente que
participó en el rodaje en Tenerife que el resto del equipo vimos claro que
estábamos haciendo un gran trabajo.
¿Han cambiado mucho las
expectativas que tienes con respecto a este proyecto en comparación con lo que
supuso la primera entrega de la saga?
Cuando
terminamos El caso Bourne no teníamos ni idea de lo que pasaría
con ella. No sabíamos como sería la respuesta por parte de la audiencia.
Creíamos que habíamos hecho algo bueno, eso sí (risas). Ahora es verdad que
podemos intuir algo más sobre cómo irá, porque contamos con que hay muchos
espectadores que esperan ver "lo nuevo de Jason Bourne". Así que
siento que hay más liberación.
¿Crees que, debido al respaldo que ofrecen las películas anteriores, fue
más fácil conseguir los permisos necesarios para rodar la impresionante
persecución por las calles de Las Vegas?
Estoy seguro de
ello. Creo que los buenos datos de la franquicia nos hicieron conseguir esos
permisos que no suelen ser nunca fáciles de obtener. Eso y que confiaron en que
todo lo que grabásemos... lo haríamos con la máxima seguridad.
Junto a Jason Bourne, el protagonismo del filme recae en la analista
Heather Lee, a la que interpreta Alicia Vikander. ¿Se podría decir que Bourne
tiene en mejor consideración a las mujeres que otros agentes o espías del cine?
Siempre he
sentido que esta saga no debía ser como la de James Bond. Más bien queríamos
que Bourne apareciera como un tipo de nuestro tiempo. Y que, de alguna, manera,
reflejara los valores de hoy. No como Bond, que encarna a veces los que
imperaban los años 60... Por ejemplo, Bourne es monógamo; encontró una mujer y
la amó hasta que ella se fue. Eso, unido a que las mujeres que le rodean se
caractericen por su inteligencia y por tener buenas ideas, creo que es algo
bueno y muy actual.
No muchos saben que esta película te ha permitido conocer a Stephen
Hawking y hablar con él.
Sí. Y fue de una
manera muy curiosa. Él día que el profesor Hawking se acercó al rodaje en Tenerife
fue la jornada en la que debíamos rodar una escena en la que aparezco más
joven. Para grabar ese flashback necesitaba llevar unas marcas en mi rostro que
luego servirían como referencia para los responsables de los retoques
digitales. Así que, para ser la primera vez que veía en mi vida a Stephen
Hawking, se podría decir que la situación no pudo ser más extraña. Tanto, que
lo primero que hice fue disculparme por todo aquello. Una vez aclarado todo,
empezamos a hablar. Y él, con ayuda de su ordenador, me dijo algo que nunca
olvidaré: "Es fácil parecer joven; sólo lleva tiempo" (risas).
Por cierto, hablando de la vida
real. ¿En algún momento te ha venido algún recuerdo de las heroicidades que
realiza Bourne en tu vida cotidiana? Por ejemplo, cuando arrancas tu coche...
¡Noooo! (risas).
Mi vida es muy diferente a la de Jason Bourne. No creo haber tenido ningún
arranque de esos. Por suerte. Siempre que lo pienso, él es mucho más listo que
yo. Y, por supuesto, tiene más talento para hacer las cosas.
Como padre de cuatro niñas, ¿cómo te gustaría que fuera este mundo?
Bueno, me
gustaría que pase lo que pase, viviéramos seguros y en libertad. Por supuesto,
lo quiero para ellas ¡pero también para todo el mundo!
¿Crees que la libertad es uno de los bienes más preciados incluso en la
industria del cine?
Por supuesto que
sí. La gran pregunta a la que nos enfrentamos en la actualidad y que se plantea
en esta película es cómo combinar las libertades civiles con la seguridad. Con
tantos cambios tecnológicos, muchos se preguntan qué significa toda esa rapidez
a la hora de estar conectados. Pero también cómo nos cambiará. O cuánto saben
las empresas de nosotros, quién tiene acceso a esos datos...
En un rodaje tan internacional como éste, ¿qué es lo que más agradeces de
compartir reparto con actores procedentes de otros países?
Muchas cosas. Es
difícil explicarlo en pocas palabras, pero parte de lo bueno que tiene mi
trabajo es que comparto tiempo con personas que vienen de muchos sitios. Y,
aunque hablemos idiomas distintos, todos tenemos un lenguaje común: nuestro
amor al cine. A mí me encanta interactuar con otras personas tanto como
disfrutar de la comida de otros sitios y pasear por ciudades de todo el mundo.
Y trato de inculcarle eso a mis hijas.
¿Alguna de tus hijas te ha manifestado ganas de ser actriz en un futuro?
La que tiene
cinco años. Y quién sabe si no será la próxima Meryl Streep... (risas)
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