17 de septiembre, 2016 - 8 de enero, 2017
Comisariado: Dobrila Denegri, Pontus Kyander
Coordinación: Carlos Ordás
Coordinación: Carlos Ordás
Actuar o perecer. Gustav Metzger –
Una retrospectiva es la primera gran revisión del que
hoy es considerado uno de los más importantes referentes artísticos del siglo
XX, y recorre un extenso período desde la década de los cuarenta hasta la
actualidad. Asimismo, se acomete por primera vez con este proyecto una
sistemática reflexión sobre los primeros años de Gustav Metzger en el contexto
del activismo político y de su formación artística. Haciendo especial hincapié
en la influencia de su compromiso medioambiental y político en la
radicalización artística de su trabajo, la muestra incluye también gran
cantidad de material documental, proveniente de los recientemente
redescubiertos archivos del propio artista.
Esta es la primera muestra
retrospectiva de Gustav Mezger que se celebra en España.
Es durante la década de los
cincuenta cuando el interés del artista se desplaza rápidamente desde los
estudios de pintura y escultura hacia lo que se acabaría convirtiendo en uno de
los temas centrales del trabajo de Gustav Metzger, el “Arte Auto-Destructivo y
Auto-Creativo” [Auto-Destructive and Auto-Creative Art], conceptos que
conectan directamente con el activismo político del artista, especialmente
comprometido con todos los movimientos antinucleares y de concienciación
medioambiental. El título de la exposición, Actuar o
perecer [Act or
Perish] está tomado de una frase acuñada por El Comité de los 100, organización
contra las armas nucleares formada bajo la tutela de Lord Bertrand Russell, de
la que Metzger fue su primer secretario informal.Actuar o perecer apunta directamente al compromiso
político y el activísimo de Gustav Metzger contra el capitalismo y la
comercialización del arte a lo largo de su vida —faceta en la que es
considerado pionero—, pero también alude a la evolución de esos conceptos en
trabajos posteriores, como su serie Historic
Photographs [Fotografías
históricas], realizada desde mediados de los noventa hasta la actualidad, o las
instalaciones de gran escala, como la obra In memoriam,
incluida también en esta exposición.
Gustav Metzger nació en Núremberg
(Alemania) en 1926, dentro de una familia de judíos polacos. Creció bajo la
sombra de la creciente propaganda nazi y sus despliegues de poder: cabe
destacar en este sentido los “Reichsparteitäge”, impresionantes
puestas en escena del poder nazi celebrados cada año en su ciudad natal entre
1933 y 1938. En 1939, Metzger y uno de sus hermanos son incluidos en los
autobuses del Movimiento de Niños Refugiados, logrando así huir de la muerte
como víctimas del Holocausto; una suerte que, en cambio, sí corrieron sus
padres y su otro hermano. Esta circunstancia ha marcado la perspectiva ética de
su obra desde sus comienzos, así como su filiación a las ideas de la extrema
izquierda y las vanguardias de principios de siglo. Desde los años cuarenta, la
obra de Metzger siempre ha abodago por la responsabilidad moral del artista,
luchando contra la amnesia política y la pérdida de la memoria histórica, así
como denunciando el proceso de extinción de las especies o el empobrecimiento
de la diversidad cultural ante los que nos encontramos.
Actuar o perecer sigue a Gustav
Metzger a lo largo de toda su carrera artística. Un papel importante de su
trabajo es el que juegan los manifiestos para un “Arte Auto-Destructivo” [Auto
Destructive-Art], el primero de los cuales fue publicado en 1959.
En esta exposición se reivindican por primera vez estos movimientos radicales
como una evolución lógica de sus primeros experimentos con la pintura, y cómo
su trabajo como pintor continuó desarrollándose incluso en los primeros años de
su trabajo sobre el Arte Auto-Destructivo. En este sentido, cabe destacar su
experimentación con las pinturas al ácido [acid paintings], así como su trabajo
con materiales industriales como acero y plástico, que se relacionan
directamente con los manifiestos para un Arte Auto-Destructivo.
De forma
paralela, y a su vez funcionando como contrapunto, Metzger escribió un Manifiesto del Arte Auto-Creativo, y
trabajó en proyectos relacionados en los que permitía el desarrollo de procesos
autónomos para dar lugar a formas y movimientos que escapasen al control del
artista, lo que emparenta su trabajo directamente con los procesos propios de
la ciencia y la tecnología. A este conjunto pertenecen obras comoDrop on a Hot
Plate, presente en la exposición, o su famosa instalación Liquid Chrystal Projections: en esta
última, los cambiantes patrones de color creados espontáneamente con estas
proyecciones fueron popularizados a través de la estética de la psicodelia,
desarrollada por bandas como Cream o Pink Floyd. De forma paralela, las charlas
de Metzger sobre Arte Auto-Destructivo inspirarían a Pete Townsend, de la banda
The Who, en la puesta en escena final de sus actuaciones, en las que
destrozaban instrumentos y equipos encima del escenario ante los ojos del
público. Por otro lado, su trabajo sobre Arte Auto-Creativo acercaría a Metzger
a procesos cibernéticos y a la experimentación con medios computerizados y
digitales.
Inspirado tanto
por el activismo politico como por las estrategias de los movimientos de
vanguardia de principios del siglo XX —especialmente el Dadaísmo y el
Futurismo—, Metzger se alineó con algunos de los movimientos artísticos
surgidos tras la Segunda Guerra Mundial. Así, fue invitado a la primera
manifestación Fluxus en Inglaterra, el Festival of
Misfits de 1964, si
bien su propuesta para la exposición de la Gallery One de Londres fue
rechazado: su propuesta era la de pegar diariamente las páginas del periódico
Evening Standard en las paredes de la galería; este acto, por otro lado,
hubiera coincidido con la llamada crisis de los misiles de Cuba. En 1966,
Metzger inició el Destruction in
Art Symposium - DIAS [Simposio
sobre la Destrucción en el Arte], que reuniría a artistas y activistas
relacionados con moviminetos radicales como Fluxus (Wolf Vostell, Yoko Ono, Al
Hansen) o el Accionismo Vienés (Günter Bruss, Otto Mühl, Hermann Nitsch ), y
otros como John Latham, Barbara Gladstone o Peter Weibel. Este acontecimiento
es considerado como seminal para el proceso de concienciación artística surgido
a finales de los años sesenta, y testifica la necesidad de una postura crítica
en el arte contra el potencial destructivo del capitalismo
El trabajo de
Gustav Metzger siempre se ha venido desarrollando de forma paralela y
conectando con el progreso artístico y social de cada época en la que se ha
producido. Siempre un paso por delante de su entorno, y con una capacidad
visionaria para concebir proyectos cada vez más arriesgados y radicales,
continuamente se ha visto su obra abocada al rechazo. Así, en 1961 es invitado —si
bien ninguna de sus obras sería incluida— a la legendaria exposición Bewegen Bewogen en el Moderna Museet de Estocolmo, en
1961. En 1965 también aparecería en el catálogo de la Documenta 5, si bien su obra —un cubo
de plástico en cuyo interior se vertían contínuamente gases y humos de
distintos automóviles— no sería finalmente realizada. Ese mismo año propone un
proyecto para la Conferencia Medioambiental de las Naciones Unidas, en
Estocolmo, consistente en la quema de ciento veinte coches: nuevamente, los
organizadores rechazaron la realización de la obra.
Entre 1977 y
1980, Gustav Metzger propondría una huelga de artistas, reivindicando el cese
de la comercialización del arte. Este acto, intencionadamente o no, abriría un
período de más de una década en la que Metzger estuvo relativamente ausente de
la escena artística. Durante ese tiempo, Metzger se centraría en sus estudios
académicos, especialmente sobre la obra de Vermeer van Delft, así como en la
organización de la primera charla sobre el arte alemán durante el periodo Nazi.
A lo largo de
las década de los noventa se produce un resurgimiento de la obra de Gustav
Metzger en el panorama internacional. En 1995, una exposición retrospectiva en
el Museo de Arte Moderno de Oxford recogía obras antiguas del artista, así como
un conjunto de obras completamente nuevas, sus conocidas Historic Photographs. En estas obras,
Metzger utiliza fotografías de algunos momentos característicos del siglo XX,
representando violaciones de los derechos humanos, violencia política y abusos
mediambientales. A veces, estas obras se presentaban ocultas, bloqueadas o
inaccesibles de diversas formas. A partir de estas piezas Metzger comienza
también a desarrollar instalaciones de gran escala, centradas igualmente en la
representación de los desastres de nuestro tiempo, siendo el Holocausto uno de
sus temas más recurrentes.
Todos los
aspectos de la obra de Metzger son mostrados en esta exposición, concebida para
ser presentada en el Centro de Arte Contemporándeo de Torun (Polonia) en 2015.
De forma paralela a este proyecto, ese mismo año se acometió la reconstrucción
de sus obras Extreme Touch en la Kunsthall de Oslo, y la
presentación de sus Liquid
Crystals en la
Kunstnernes Hus de Osloa. La realización de estas propuestas ha sido posible
gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura y Patrimonio de la
República de Polonia y al programa de becas de la EEA para la Promoción de la
Cultura y Arte del Patrimonio Cultural Europeo.
Con motivo de
estas exposiciones, la editorial NERO ha publicado un catálogo sobre el
artista, en el que se incluyen varias contribuciones teóricas, como la
conversación entre Dobirla Denegri (co-comisaria de la exposición) con algunos
de los participantes en el DIAS [Simposio sobre la Destrucción en el Arte],
como Yoko Ono, Hermann Nitsch, Ivor Davies o el organizador del DIAS de
Nueva York, Jon Hendricks. Se incluyen también textos del propio Metzger y
otras contribuciones a cargo de Pontus Kyander (co-comisario de la exposición),
Andrew Wilson, Mathieu Copeland, Leanne Dmyterko, Hans Ulrich Obrist o Manuel
Olveira (Director del MUSAC), que abordan distintos aspectos de la obra del
artista, desde sus comienzos en el activismo politico y la experimentación
pictórica hasta los manifiestos de “Arte Auto-Destructivo”.
Con la colaboración de: CoCA (Torun, Polonia), Kunshall
(Oslo, Noruega), Kunstnernes Hus (Oslo, Noruega)
Agradecimientos: Leanne Dmyterko y Ula Dajerling, asistentes del artista. Kunsthall
Oslo y Øyvind Mellbye por el asesoramiento técnico.
http://musac.es/#exposiciones/expo/?id=6276&from=actuales