domingo, 23 de abril de 2017

EL ENIGMA DEL ‘REY’ CARLOS. ISABEL II CUMPLE 91 AÑOS CON UN HEREDERO EN EDAD DE JUBILACIÓN

MARÍA CONTRERAS
Con mucha menos pompa que en las celebraciones de su 90 cumpleaños, la reina Isabel II llegó el viernes a los 91 años sin intención de abandonar un trono en el que está instalada desde hace 65; los mismos que el príncipe Carlos de Inglaterra lleva como heredero.



La reina Isabel II y el príncipe Carlos, en 2016. GETTY IMAGES

A sus 68, y rebasada ya la edad de jubilación, aún hay quien se pregunta si el primogénito llegará a reinar alguna vez o se inhibirá en favor de su hijo Guillermo. Aunque esta última era la opción preferida por el 58% de los consultados en un sondeo que publicó el Daily Mirror en 2015, los cronistas de la casa real inglesa no albergan dudas: Carlos será coronado. Ingrid Seward, directora de la revista Majesty y co-autora del libro Diana. The Last Word (Diana. La última palabra), es categórica al respecto: “A menos que falle su salud, el príncipe Carlos no abdicará en favor de su hijo. Ser rey no es un trabajo, sino un cargo hereditario, y si Carlos no lo acepta todo el sistema se vendría abajo”. “Abdicación es una palabra tabú entre los Windsor. La familia cree firmemente en el principio hereditario, así que no hay posibilidad de que se aparte. La gran pregunta es si Camilla será nombrada reina”, plantea la autora Penny Junor, que en junio publicará un libro sobre Parker-Bowles titulado The Duchess (La duquesa). Cuando se casaron, Clarence House dejó muy claro que se le consideraría princesa consorte, pero han pasado 11 años y las sensaciones han cambiado. “Yo opino que será reina, creo que Carlos insistirá”.
 Aunque la reina Isabel sigue cumpliendo con compromisos oficiales, la labor de representar a la corona en el extranjero recae ahora en su hijo mayor y sus nietos. Este mes, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles han realizado una gira de nueve días por Rumania, Italia, la Santa Sede y Austria, y acaban de aceptar una invitación del gobierno canadiense para visitar el país a finales de junio. Con Reino Unido en plena ofensiva diplomática para fortalecer las relaciones exteriores antes del Brexit, no hay duda de que el arma más eficaz que aporta la monarquía son hoy los duques de Cambridge y sus hijos, cuya enorme popularidad ha llevado a especular sobre una supuesta rivalidad entre Carlos y Guillermo. “Carlos desea que su hijo disfrute de su familia todo lo posible antes de tomar las riendas, pero eso no significa que no pueda sentirse a veces algo celoso de la popularidad de Guillermo”, concede Seward. “A Carlos no le gusta que nadie lo eclipse. De hecho, uno de los grandes problemas del matrimonio de Carlos y Diana fue que ella empezó a hacerle sombra”, añade Junor.


Carlos de Inglaterra y Camilla Parker, en Poundbury. CORDON PRESS

Aunque la imagen de Carlos, que tocó fondo tras la muerte de Diana, está hoy plenamente rehabilitada (el publicista Mark Bolland, que trabajó como su secretario personal entre 1997 y 2002, se encargó de que así fuera), lo cierto es que su figura sigue considerándose contradictoria (su defensa del medio ambiente no le impidió manifestarse a favor de la caza del zorro) y sus opiniones, excesivamente dogmáticas. Lo prueban las numerosas cartas, conocidas como black spider memos y hechas públicas por el diario The Guardian, que envió durante años a distintos ministros para intentar influir en sus decisiones.

En un nuevo escenario en el que tres grandes casas reales europeas (España, Holanda y Bélgica) ya han completado el relevo generacional, nadie duda de que Carlos será rey, pero la gran incógnita es qué tipo de rey será. Ingrid Seward cree que su gran baza es precisamente su madurez: “Tener un jefe de Estado de edad avanzada aportará estabilidad. Creo que será un buen rey, porque sus ideas siempre han estado adelantadas a su tiempo”. Penny Junor también le da un voto de confianza: “Estoy convencida de que será un buen rey y de que el pueblo le profesará un gran afecto. Será el monarca mejor preparado que jamás haya accedido al trono y aunque ha sido una figura impopular durante muchos años debido al fracaso de su matrimonio con Diana, que ella achacaba a su obsesión con Camilla, la relación no funcionó por muchas otras razones. En cuanto a la brecha generacional con otros monarcas, no creo que sea un problema; será visto como una figura paternal, una suerte de estadista venerable”.
Además, el príncipe Carlos está a punto de convertirse en protagonista involuntario de la parrilla televisiva. La nueva temporada de The Crown, la ambiciosa serie de Netflix que traza la historia reciente de la familia real británica, ahondará en el complicado vínculo entre el joven Carlos y su padre, el duque de Edimburgo. Además, Peter Morgan, su creador, confirmó a People que, durante las temporadas cuarta y quinta, la relación entre Carlos y Diana será una de las tramas principales del show. Pero ahí no acaba la cosa; a finales de febrero, la cadena FX anunció la renovación de la serie Feud y su segunda temporada, que se estrenará en 2018 y llevará como título Charles and Diana (Carlos y Diana).


http://elpais.com/elpais/2017/04/21/gente/1492774189_881419.html

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