CARLOS FRESNEDA
Geoffrey Rush se lo pensó
dos veces cuando le ofrecieron ser Albert Einstein. El actor australiano le
había prometido a su esposa (la actriz Jane Menelaus) un año tranquilo en las
antípodas tras encarnar de un tirón al capitán Barbossa en Piratas del Caribe,
y a Ra en Dioses de Egipto y a Alberto Giacometti en Retrato final..."Einstein
es el personaje de mis sueños, pero necesitaba cargar las pilas y las fechas no
encajaban", reconoce Rush, que estudió para físico antes de saltar al arte
dramático. "Pero todo es relativo, menos la velocidad de luz o eso
parece... Y un día me sorprendí haciendo un test de inteligencia on line, para
ver cuánto me faltaba para llegar a 160. Me sentí completamente idiota: no voy
a revelar los resultados".
El caso es que Rush (Shine,
El discurso del rey) dijo finalmente "sí" a Genius, la serie
televisiva producida por National Geographic que ahonda en el lado humano de
Einstein. Al viejo científico, con esos aires de "profesor chiflado",
le conocemos de entrada acorralando a su secretaria ante una pizarra llena de
ecuaciones, y disimulando más tarde frente a su prima-hermana y segunda mujer
(Elsa), mientras persigue a su manera al pájaro de las ideas y reflexiona en su
diario sobre la "geometría triangular".En el primero de los 10
capítulos de Genius, dirigido por Ron Howard (Apolo 13, Una mente maravillosa),
descubrimos también al joven Einstein, interpretado por Johnny Flynn,
rebelándose desde niño contra la "educación formal" en Alemania,
sacando punta a un rayo de luz en Zurich y entablando una intimísima relación
científica con su primera esposa, la matemática Mileva Maric (a quien acaba
entregándole con el tiempo el dinero del Premio Nobel)."Einstein no solo
era curioso, sino disruptivo por naturaleza", apunta Geoffrey Rush, el
primer sorprendido sobre la tumultuosa vida privada del Genio. "Era un
hombre extrovertido, con don de gentes, tan famoso como Charlie Chaplin en su
tiempo. Y sin embargo tuvo grandes problemas de empatía con sus amigos cercanos
y con su familia. Vivía atrapado en el mundo de sus propias ideas".
Emily Watson encarna a Elsa Einstein. NATIONAL GEOGRAPHIC.
El viejo profesor tenía la
gran ventaja -o el permanente obstáculo- de llegar "demasiado pronto"
al futuro, como él mismo reconocía en sus inmortales aforismos...
"Einstein es la historia del siglo XX", sentencia Rush.
"Einstein ve el triunfo y los riesgos de la ciencia, vive en su carne el
racismo y la persecución, es testigo de las dos guerras mundiales, es un
pacifista convencido que sin embargo contribuye al desarrollo de la bomba
atómica... Y lo increíble es que nunca pierde el optimismo y la chispa, y acaba
viendo siempre el vaso medio lleno".Johnny Flynn, el actor y cantante
surafricano que encarna al joven Einstein, considera que el humor era la
"autodefensa" del científico y la manifestación del "espíritu
humano" ante las trágicas circunstancias que le tocó vivir. Flynn ve un
preocupante paralelismo entre el tumultuoso período entre guerras y el actual
auge de los nacionalismos: "Lo que más me atrae de su biografía es su
pacifismo y su internacionalismo militante. Estoy convencido de que la
respuesta necesaria a lo que está ocurriendo hoy en día es un nuevo internacionalismo"."Einstein
hablaba de las tres grandes ficciones que dividen a los hombres: la religión,
el dinero y la nacionalidad", recoge el testigo Emily Watson, en el papel
de Elsa. "Él lo vivió en carne propia, aunque tardó en reaccionar ante la
persecución de los judíos en Alemania. Fue su segunda mujer quien le hizo abrir
los ojos y dar el salto a EEUU. Fue también ella la que gestionó su imagen,
como una perfecta relaciones públicas, hasta convertirlo en un icono del siglo
XX".
Johnny Flynn interpreta a Albert Einstein de joven. NATIONAL
GEOGRAPHIC
Elsa es la esposa sumisa,
que asume su misión de "proteger la prodigiosa mente de Einstein" y
tolera sus flirteos incesantes... "Hubo muchas mujeres en su vida, pero
entre los dos existió un pacto de conveniencia, unida a la proximidad que
tenían (y al parecido físico) por el hecho de ser primos", recalca Emily
Watson. "Elsa prefería no saber, le bastaba con seguir siendo la
primera". Aunque la primera fue en realidad Mileva Maric, la física y
matemática serbia, la segunda mujer licenciada en Física en la Politécnica de
Zurich, donde se conocieron. "Einstein hablaba muchas veces de nuestro
trabajo en sus cartas a Mileva, donde salta a la vista la complicidad intelectual
y emocional que hubo entre los dos", recuerda Samantha Colley, que encarna
a al científica en la serie. "Muchos atribuyen a Mileva un papel esencial
en aquel año milagroso de 1905, cuando Einstein se aburre en la oficina de
patentes de Berna y publica los cuatro estudios de que revolucionan la física y
el modo en que concebimos la realidad".
Samantha Colley, como Mileva Maric. NATIONAL GEOGRAPHIC
"Su contribución a la
teoría de la relatividad especial (y a la relatividad general, un año después
de su separación) es algo que sigue dando mucho que hablar a los
biógrafos", advierte Colley. "Mileva fue también una mujer rebelde a
su manera, una protofeminista. Tuvo que renunciar temporalmente a los estudios
por la primera hija que tuvieron antes de casarse, Lieserl. Luego se dedicó al
cuidado de los dos hijos, Hans Albert y Eduard, que desarrolló esquizofrenia.
Sus tragedias personales hicieron también mella en su salud mental, aunque
siempre se mantuvo en contacto con Einstein y le llamaba por teléfono
constantemente"."Mileva fue la poesía y la ciencia de Einstein",
concluye por su parte Geoffrey Rush. "El final de esa relación entre dos
mentes maravillosas es una tragedia en sí misma. Pero así es como avanza el
mundo. Ya lo decía el propio Einstein: "La vida es como montar en
bicicleta, si no avanzas, pierdes el equilibrio". Aunque mi cita favorita
es ésta: "Para algunos la una de la tarde es la hora del almuerzo, para
otros es la hora del desayuno"... Y quien quiera entender, que
entienda".
Los "recelos"
americanos a "la mente más privilegiada"
De todos los pulsos
personales que libró en su vida Albert Einstein, el que más sigue inquietando
al director y productor Ron Howard es que mantuvo con el director del FBI Edgard
Hoover. "Pese a ser recibido con todos los honores en la Universidad de
Princeton, resulta increíble comprobar los recelos del Gobierno norteamericano
hacia la mente más privilegiada del siglo XX", advierte Howard.
"Einstein fue espiado
sistemáticamente en mi país como un político subversivo y por sus simpatías por
los movimientos de izquierda... Me pregunto qué pasaría en estos momentos si el
Einstein del siglo XXI intentara entrar en Estados Unidos. El presidente Trump
consultaría con unos de sus asesores de la alt right y tal vez no le dejarían
entrar, quién sabe".
Ron Howard dirige
personalmente el primero de los capítulos de Genius, basada libremente en la
biografía de Walter Isaacson, Einstein, su vida y universo (Debate). La serie,
producida por National Geogrpahic, pone un especial énfasis en el contexto
histórico y en el rigor científico, aunque con la finalidad de
"entretener, emocionar y hacer asequible al hombre detrás de la
mente".
"Nuestro propósito no
es que la gente entienda finalmente la teoría de la relatividad" ,
advierte Howard, que reconoce su fascinación por la "ciencia
popular", pese a su "total ineptitud" como estudiantes de
ciencias. A Howard le gusta recordar cómo Einstein recibió el Premio Nobel por
sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus contribuciones a la
física teórica, pero no por la Teoría de la Relatividad General.
http://www.elmundo.es/television/2017/04/25/58fe1a50e5fdea8d418b4596.html
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