Foto Encuentro y webmaster. Julio Serrano
Jueves 6 de abril de 2017. Residencia de Estudiantes. Calle Pinar, Madrid
Jueves 6 de abril de 2017. Residencia de Estudiantes. Calle Pinar, Madrid
El director de orquesta y
compositor José Ramón Encinar
coordinó esta reunión junto al compositor y escritor Tomás Marco y el director de escena Gustavo Tambascio.
José Ramón Encinar (Madrid, 1 de marzo de 1954) es un director de orquesta y
compositor de música clásica español, que recibió clases de grandes maestros,
entre ellos José Tomás (guitarra), Genoveva Gálvez (música antigua), Gerardo
Gombau (análisis musical), Cristóbal Halffter (composición) y Federico Sopeña
(musicología) y se convirtió en uno de ellos. Tras una estancia en Viena y
Milán, le fue otorgada una beca de la Fundación Juan March para realizar una
composición, posteriormente fue profesor de los cursos de verano organizados
por la Accademia Chigiana de Siena. Director de la Orquesta Filarmónica de Gran
Canaria, de la Orquesta Sinfónica Portuguesa y a partir del año 2000 director
de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Llevó a cabo numerosos
proyectos desde entonces y es raro no encontrárselo, como al maestro Tomás
Marco, en todas las convocatorias de relieve que se llevan a cabo en la capital
de España y fuera de ella.
Tomás Marco Aragón (Madrid, 12 de
septiembre de 1942) es un compositor y ensayista español, entre cuyos
profesores destacan Pierre Boulez, György Ligeti y Karlheinz Stockhausen,
Bruno Maderna o Theodor Adorno. Es autor de diversos libros y artículos
sobre música contemporánea española y Premio Nacional de Música de España. También
siguió algunos cursos de Psicología, Sociología y Artes Escénicas. En 1967 fue
ayudante de Stockhausen. Trabajó
once años en los servicios musicales de Radio Nacional de España siendo Premio
Nacional de Radiodifusión y Premio Ondas. Es miembro numerario de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, como el maestro Encinar.
Fue un placer y un honor que los dos músicos
me dedicaran su tiempo y sus conocimientos y experiencias en el programa de “Constelación Boulez” que firmé para
Radio Clásica en el verano de 2015. Como compositor es autor de cinco óperas,
un ballet, siete sinfonías, música coral, de cámara, etc. En la actualidad se
dedica exclusivamente a escribir música y sobre música y estrenará este verano
en el Auditorio de El Escorial su Tenorio.
terpretar.Gustavo Tambascio (Buenos Aires, 1948)
Todo terreno hombre de
teatro, elocuente, divertido, talentoso, adaptador de folletines para la radio,
hizo teatro de vanguardia y participó de las experiencias del Living Theater en
Ouro Preto, Brasil. Escribió en La Opinión en Buenos Aires, en 1976 marchó al exilio,
como tantos otros, después del golpe de estado de Videla y sus conmilitones. Reside
en España desde 1988. Ha dirigido óperas en el Colón de Buenos Aires, el Argentino
de La Plata, la Fundación Teresa Carreño y el Municipal de Caracas, el San
Carlos de Nápoles, el Tchaikovski de Perm, el Stanislavsky de Moscú, el
Amazonas de Manaos, Real de Madrid, Liceu de Barcelona, Maestranza de Sevilla,
etc. Teatro de prosa en Dallas, Seattle, Montreal, Kiev, Caracas, Lyon, Paris,
Marsella, Nápoles y en los principales teatros del mundo diferentes puestas,
creaciones de musicales, ópera o zarzuela. Su disposición para trabajar es
siempre absoluta y tiene la agenda muy completa.
Como sus compañeros de
tertulia esta tarde de abril que se desploma por el camino que lleva al
edificio de la residencia de Estudiantes, engalanada de setos a la inglesa,
perfumada de jaras, romero, lilos y otras medio silvestres de rara conservación
en la cercanía humana porque son autóctonas pero restrictivas.
Hace la presentación del encuentro
sobre el Bomarzo del compositor Alberto Ginastera y el escritor y
libretista Manuel Mujica Láinez la
directora de la Residencia, Alicia Gómez
Navarro.
Y a continuación el maestro
Encinar comenta que desarrollará su exposición sobre Alberto Ginastera y su biografía en” tres actos y un intermezzo”.
El interés de esta sesión, que bien podría haber dado para una tesis doctoral,
tanta información había recabado y pensado José Ramón Encinar sobre el tema,
como le comenté al maestro, es que estaban muy definidos los roles de los
participantes. Gustavo Tambascio aportó una armonización imprescindible aunque
difícil de seguir para no iniciados o ajenos al hecho argentino, sobre la
historia del país sudamericano, como tantos otros, convulsa, fascinante,
desgarradora, pero de supervivencia. Una cabalgada impresionante a través de
muchas décadas.
Personalmente, los
comentarios del director de escena me retrotrajeron, como argentina educada y
titulada en Buenos Aires, en el Conservatorio Nacional, el Colegio Nacional de
Buenos Aires, universitario, y en la propia Universidad de Buenos Aires, a
tantos episodios conocidos de historia y política, aumentados o disminuidos por
la familia, los amigos, los profesores, la prensa del momento, según fuera su
orientación política o su estado de ánimo.
Pero aquellas evocaciones
sobre el Barrio Norte, los “cabecitas negras”, en alusión a los habitantes
originarios y no inmigrantes europeos de la ciudad, los alzamientos militares
traumáticos que también glosó y tan bien Encinar, me devolvieron además la
música y la eufonía maravillosa del nombre de los barrios y calles, Barracas,
Montes de Oca, y todo un tsunami de recuerdos y emociones. Tambascio evoca el
bar ruso “El Volga”, en Paseo Colón e Independencia, donde cantaba una judía
que había sobrevivido a un campo de concentración. Referencia a “Sobre héroes y
tumbas” de Ernesto Sábato y el incesto. Se enriquecen y enredan su memoria y la
mía. Esa que solo saco de paseo muy de tarde en tarde.
El maestro Tomás Marco
había frecuentado con relativa asiduidad a Alberto Ginastera desde 1971 y el 64
en Madrid. Vio Bomarzo en Zurich y aprobó o modificó algunas de las
aportaciones de su colega Encinar sobre el compositor y sus circunstancias.
Sea como fuere, el conjunto
quedó de perlas. Se empezó diciendo que “Ginastera era muy complejo, retorcido
y contradictorio”, que parecía sacado de la órbita eclesial, muy católico,
aunque supersticioso y amante de los amuletos, se sorprendía Encinar (condición típica de los italianos y de los
argentinos en general, por influencia). Los alumnos del mítico instituto Di
Tella lo llamaban “el obispo”. Y el compositor argentino Juan José Castro le estrenó una obra suya siendo muy joven,
“Panambí”.
Lugar preponderante en la
tertulia por parte de los tres “comensales” invitados tuvo la legendaria
prohibición de la ópera por obscena, donde tuvo responsabilidad destacada no
solo la propia esposa del general golpista Juan Carlos Onganía, sino el famoso cardenal
Cagiano (pronazi), que iniciaron una cruzada contra las escenas de bestialismo,
porque “Bomarzo fue suspendida por relaciones con una osa”.
Las dos mujeres de Ginastera,
que se exilió y falleció en Ginebra, donde está enterrado, muy cerca de Jorge
Luis Borges, en una sepultura que no lo parece, idílica, si pueden serlo esta
especie de espacios, tuvieron en el encuentro sus momentos de evocación y de
gloria, Mercedes de Toro, apodada la
“Ñata”, madre de Georgina, una de los dos hijos del compositor con su primera
mujer y responsable de escritos peculiares sobre su padre (¿Cómo podían ser si
no?, ¿cómo pueden ser los que se extraen de una relación edípica clásica?). Y
su segunda mujer, Aurora Nátola, destacada
chelista y colaboradora con los proyectos del marido, como la primera.
También en el recuerdo, Astor Piazzolla, alumno de Ginastera y
la bibliografía utilizada por el maestro Encinar, incluida la de Eduardo Storni
y las definiciones de compositor, entre las cuales el creador de Bomarzo
emergía poderosamente como un creador “cigarra”.
Hubo mucho, muchísimo más.
Pequeñas alhajas delicadas y sugerentes. Sorprendentes anécdotas, comentarios,
gestos, silencios, una complicidad evidente y también subliminal, insinuada, pero
no se permitieron las grabaciones y la memoria siempre dibuja el recuerdo de
los recuerdos reinterpretados. Aprendí a leer y sobre todo a leer entre líneas con Manuel Mujica Láinez, "Manucho", autor de la novela Bomarzo y también, entre otros escritos, de la emblemática "Misteriosa Buenos Aires".
La primera cita sobre el “Universo Ginastera”, organizada por el Teatro Real de Madrid y una sinergia con otras instituciones de primera fila, no pudo comenzar mejor, porque no ha terminado aún. Aquí, en toda esta panoplia de espectáculo, conferencias, encuentros, exposiciones, en esta ocasión y las que vendrán, se dio, se dará lo mejor de cada uno. Como diría un argentino en un café porteño en una mesa con amigos, “cuando quieran, la seguimos”.
La primera cita sobre el “Universo Ginastera”, organizada por el Teatro Real de Madrid y una sinergia con otras instituciones de primera fila, no pudo comenzar mejor, porque no ha terminado aún. Aquí, en toda esta panoplia de espectáculo, conferencias, encuentros, exposiciones, en esta ocasión y las que vendrán, se dio, se dará lo mejor de cada uno. Como diría un argentino en un café porteño en una mesa con amigos, “cuando quieran, la seguimos”.
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