miércoles, 17 de noviembre de 2021

JORDI SAVALL, CON LAS CANTIGAS DE S.TA MARÍA, DE ALFONSO EL SABIO, EN EL AUDITORIO NACIONAL. 23 DE NOVIEMBRE, ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE MONTSERRAT FIGUERAS, SOPRANO. HOMENAJE EN EL MONASTERIO DE PEDRALBES

AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA | SALA SINFÓNICA | MARTES 16/11/21 19:30h. UNIVERSO BARROCO. #AlfonsoX.800. JORDI SAVALL (rabel, lira de arco y dirección). CON LA CAPELLA REIAL DE CATALUNYA Y HESPÈRION XXI. Con el apoyo del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña y el Instituto Ramon Llull.

«Jordi Savall pone de manifiesto una herencia cultural común infinitamente diversa. Es un hombre para nuestro tiempo» (The Guardian, 2011). © David Ignaszewski

Lluís Vilamajó, preparación del conjunto vocal.

UNIVERSO BARROCO, LA CAPELLA REIAL DE CATALUNYA

Alfonso X el Sabio (1221-1284). Cantigas de Santa María

Programa

Anónimo bereber

Alba

Alfonso X el Sabio (1221-1284)

Santa Maria, strela do dia (CSM 100)

Ronda (CSM 353)

O ffondo do mar tan chão (CSM 383)

Ductia (CSM 123)

Rosa das rosas (CSM 10)

Istampitta, Rota (CSM 225 y 135)

Pode por santa Maria (CSM 163)

Rotundellus (CSM 105)

Muito faz grand’ erro (CSM 209)

Saltarello (CSM 77 y 119)

Miragres fremosos (CSM 37)

Lamento (CSM 142)

Pero cantigas de loor (CSM 400)

Ductia (CSM 248)

Pero que seja a gente (CSM 181)

En el programa de mano organizado cumplidamente por el propio director del concierto de referencia, traducido por Juan Gabriel López Guixel, el Maestro Savall explica que, “Como legislador e iniciador de obras jurídicas, Alfonso X sigue las huellas de su padre continuando empresas planeadas y empezadas por él, y es muy probable que también en el campo de la poesía el ejemplo de Fernando el Santo le sirviera de estímulo. Como describe su hijo en el Setenario y como sabemos por otras fuentes, el rey Fernando fue un gran mecenas de los juglares que frecuentaban la corte castellana y, hecho importante, albergó una profunda devoción por la Virgen, como se menciona en tres de las cantigas (122, 221 y 292)”.

En lo que se refiere al culto mariano y su expansión por el Mediterráneo, y “Según las fuentes conservadas en diferentes papiros coptos y egipcios del siglo III y como demuestran, asimismo, los textos de san Efrén de Siria († 373) y san Epifanio († 403), autor de las Precationes ad Deiparam y de los primeros himnos litúrgicos de carácter popular, los orígenes del culto público a María se desarrollan primero en Oriente. En el lugar donde se alza el famoso templo de Artemisa (diosa de la caza, los bosques, las montañas y la luna, considerada por las antiguas tradiciones como la hermana gemela de Apolo), en la ciudad de Éfeso (en aquel tiempo, la segunda más importante del Imperio romano; hoy Selçuk, junto a Kusadasi, en la provincia de Esmirna, Turquía), se proclama durante el tercer Concilio (431) a María «madre de Dios». Cabe considerar la difusión de ese dogma como el preludio de la expansión de este culto en Oriente y Occidente”.

Ya desde mediados del siglo v, la lírica poético-musical dedicada a santa María, con poesía latina, se expande por todo el mundo cristiano; de todos modos, no hay que olvidar que, si bien muchas de las obras del periodo arcaico se presentan como anónimas, ya desde el siglo VI se conocen muchos de los poetas latinos sagrados.

La devoción a la Virgen produce también otro material más popular que da origen a la floración lírica de canciones marianas en texto romance entre las cuales figura la colección de las Cantigas de santa María de nuestro rey trovador, en idioma gallego o galaico-portugués, ya que hablamos de esa lengua en la Edad media, etapa de variación y formación de las vernáculas. Entre todos los cancioneros conservados, las Cantigas de santa María de Alfonso X el Sabio, con sus cuatrocientas veinte composiciones, constituyen, según Higinio Anglés, «el repertorio musical más importante de Europa por lo que se refiere a la lírica medieval», y es ciertamente el cancionero mariano más rico de la Edad Media; trescientas cincuenta y seis cantigas son narrativas y relatan los milagros de la Virgen; las demás, excepto una introducción y dos prólogos, son de loor o se refieren a festividades marianas o cristológicas.

Alfonso X nació en Toledo el 23 de septiembre de 1221, hijo primogénito de Fernando III de Castilla y de Beatriz de Suabia; y, aunque no sepamos gran cosa de su educación literaria y musical, sí que está documentado que en su juventud le gustaba rodearse de músicos y poetas y competir con los trovadores y juglares músicos que trabajaban en la corte de su padre, donde empezó a apreciar los cantos occitanos y los de la lírica galaicoportuguesa. También los vínculos con la casa real de Francia lo acercaron a los repertorios monódicos en latín y romance y a los cantos de los minnesänger.

Una vez coronado rey de Castilla y León, asimiló naturalmente la cultura oriental que ya se realizaba en la capital del reino. En Toledo, la legendaria escuela de traductores aglutinó a un destacado grupo de estudiosos cristianos, judíos y musulmanes que desarrollaron una admirable labor científica, rescatando textos de la Antigüedad y traduciéndolos a las lenguas occidentales, un hecho que contribuyó a poner las bases del renacimiento científico dela Europa medieval”.

Por su parte, Jordi Savall forma parte del patrimonio emocional y musical de todo el mare Nostrum, los antiguos territorios marineros y continentales que exploró sin descanso, desde los Balkanes, hasta Armenia, pasando por Francia y la música del violagambista Marin Marais y contemporáneos, que lo consagró a partir del conocimiento de la banda sonora de la película Tous les matins du monde, de Alain Corneau y los dos Dépardieu, Gérard y Guillaume ( éste prematuramente desaparecido) como protagonistas.

Siempre según conformidad con la información del programa de mano preparado por el Maestro Savall en esta velada como intérprete del rabel, la lira de arco y en la dirección de los músicos y voces, “Es una de las personalidades musicales más polivalentes de su generación. Da a conocer al mundo desde hace más de cincuenta años maravillas musicales abandonadas en la oscuridad de la indiferencia y el olvido, a menudo relatoras de los conflictos bélicos, políticos, raciales y de la migración de los pueblos que conformaron esos repertorios. Dedicado a la investigación de esas músicas antiguas, las lee y las interpreta con su viola da gamba o como director. Sus actividades como concertista, pedagogo, investigador y creador de nuevos proyectos, tanto musicales como culturales, lo sitúan entre los principales artífices del fenómeno de revalorización de la música histórica. Es fundador, junto con Montserrat Figueras, de los grupos Hespèrion XXI (1974), La Capella Reial de Catalunya (1987) y Le Concert des Nations (1989).

A lo largo de su carrera ha grabado y editado más de doscientos treinta álbumes de repertorios de música medieval, renacentista, barroca y del clasicismo, con especial atención al patrimonio musical hispánico y mediterráneo; una producción merecedora de múltiples galardones, como los premios Midem, International Classical Music y Grammy. Sus programas de concierto han convertido la música en un instrumento de mediación para el entendimiento y la paz entre pueblos y culturas diferentes y a veces enfrentados. No en vano fue nombrado en 2008 embajador de la Unión Europea para el diálogo intercultural. Con Montserrat Figueras, su primera esposa fallecida hace unos años, ambos fueron designados artistas por la paz, dentro del programa «Embajadores de buena voluntad» de la Unesco. Su fecunda carrera musical ha recibido las más altas distinciones nacionales e internacionales; entre ellas, el título de doctor honoris causa por las universidades de Évora, Barcelona, Lovaina y Basilea, la insignia de caballero de la Legión de Honor de la República Francesa, el Premio Internacional de Música por la Paz del Ministerio de Cultura y Ciencia de Baja Sajonia, la medalla de oro de la Generalitat de Cataluña y el prestigioso Premio Léoni Sonning, considerado el Premio Nobel de la música.

Siguiendo el modelo de las famosas Capillas Reales medievales para las cuales se crearon las grandes obras maestras de las músicas sacra y profana en la península ibérica, Montserrat Figueras y Jordi Savall fundaron en 1987 La Capella Reial, uno de los primeros grupos vocales dedicados a la interpretación de las músicas de los Siglos de Oro con criterios históricos y constituidos únicamente por voces hispánicas y latinas. A partir de 1990, recibió el patrocinio regular de la Generalitat de Cataluña y desde ese momento pasó a denominarse La Capella Reial de Catalunya. En la misma línea artística que Hespèrion XXI y siempre desde un inmenso respeto a la profunda dimensión espiritual, histórica y artística de cada obra, La Capella Reial de Catalunya combina magistralmente tanto la calidad y adecuación al estilo de la época como la declamación y proyección expresiva del texto poético. Su extenso repertorio abarca desde la música medieval de las culturas del Mediterráneo hasta los grandes maestros del Renacimiento y el Barroco. Ha destacado en algunos repertorios operísticos del Barroco y el clasicismo, así como en composiciones contemporáneas de Arvo Pärt. Cabe subrayar su participación en la banda sonora de la película Jeanne La Pucelle (1993) de Jacques Rivette sobre la vida de Juana de Arco. En 1992, La Capella Reial de Catalunya debutó en el género operístico acompañando como coro todas las representaciones de Le Concert des Nations. Su discografía, publicada en más de cuarenta álbumes, ha recibido diversos premios y distinciones.

En 1974, Jordi Savall y Montserrat Figueras, junto con Lorenzo Alpert y Hopkinson Smith fundaron en Basilea el grupo Hespèrion XX, un conjunto de música antigua que pretendía recuperar y difundir el rico y fascinante repertorio musical anterior al siglo XIX a partir de nuevas premisas: los criterios históricos y los instrumentos originales. Su nombre, Hespèrion, significa «originario de Hesperia», que en griego antiguo era la denominación de las dos penínsulas más occidentales de Europa: la ibérica y la italiana. También era el nombre que recibía el planeta Venus cuando aparecía por occidente. Hespèrion XX, a partir del año 2000, cambia la denominación a Hespèrion XXI… El grupo es hoy día una referencia ineludible, desde una perspectiva multidisciplinar para comprender la evolución de la música en el periodo comprendido entre la Edad Media y el Barroco. Desde el principio, Hespèrion XXI tomó un rumbo artístico claro e innovador que acabaría creando escuela en el panorama mundial de la música antigua, ya que concebía y concibe la música antigua como instrumento de experimentación musical… (© Toni Peñarroya)

El repertorio de Hespèrion XXI incluye, entre otras, obras del repertorio sefardita, romances castellanos, piezas del Siglo de Oro español y de la Europa de las naciones. Algunos de susprogramas de conciertos más celebrados han sido las Cantigas de santa María de  Alfonso X el Sabio, objeto del presente concierto en el Auditorio nacional de Madrid, que con tanto talento ha convocado la constelación Savall, la diáspora sefardí, las músicas de Jerusalén, de Estambul, de Armenia o las folías criollas. Gracias al destacadísimo trabajo de los numerosos músicos y colaboradores que han participado con el conjunto durante todos estos años”.

El conjunto de voces e instrumentos que acompañó ayer en el concierto a Jordi Savall, es amplio (diez voces) y artistas, que tocan varios con dificultades diversas. Mágica relación una vez más del maestro catalán con el percusionista Pedro Estevan, casi de inconsciente a inconsciente, Estevan juega con los sonidos, incluso con elementos que parecen norteafricanos como un derbuka y un bander y su colección  de panderetas, sin olvidar sus incursiones a un toquecito de campanas, que comanda sin embargo, “oficialmente”, Dimitri Psonis. Ajustadísimos y llenos de color las flautas y gaita de Pierre Hamon, Efrén López con su laúd y viola de rueda, Andrew-Lawrence-King, otro habitual de estas agrupaciones, la fídula de Viva B. Biffi, el sacabuche de Elies Hernandis, el organetto de Guillermo Pérez, la chirimía de Béatrice Delpierre, el kanun de Güngör, cerrando un ensemble internacional, bien avenido, que deja apreciar y escuchar una maquinaria muy bien planteada. Con elegancia y belleza, con “fineza”, con trabajo y esfuerzo, con una devoción musical (y tal vez otras, que se intuyen) al maestro y director, su demiurgo, el nuestro.

Las voces, otro capítulo. Se rodeó el director de un conjunto angélico, cristalino, afinado, con un son natural, orgánico, precioso. Bien los contratenores Gabriel Dïaz y David Sagastume, sobre todo en la última cantiga,” Pero que seja a gente”, luminosa Hana Blaziková, la soprano checa que guarda un vínculo sonoro y gestual con Savall y parece organizar el resto de voces femeninas, otras dos sopranos (Dantcheva y Casanova),  la mezzo Fantova y Beatriz Oleagaga, la contralto. Víctor Sordo es un tenor cumplido con un instrumento bello y bien utilizado, como el barítono que firma Mauro Borgione y otro tenor, Lluís Vilamajó, responsable del grupo vocal.

Los cantantes giran, se acercan, se separan, se reorganizan y sobre todo y muy a destacar, se dirigen hacia el público que ocupa las partes laterales y los bancos del coro (detrás de los músicos), para ofrecer una proyección más clara, más eficaz, nueva. Nadie en general recurre a esta manera de enfocar el despliegue en el escenario, porque a menudo el estatismo gobierna en las voces y cuerpos de los cantantes. No hay escena, pero sí hay relato, narrativa, sugerencias distintas. Y fragmentos exclusivamente para instrumentos, como el Anónimo bereber, la Ronda, Ductia (CSM, 123), Istampitta, Rota, Rotundellus, Saltarello, Lamento y Ductia (CSM, 248)

“Noir c´est noir”, como cantaba el rockero Johnny Halliday en sus comienzos y su eternidad, todo el grupo vestido oscuro. Transmiten una seriedad conventual, casi espartana, castrense y a la vez, qué paradoja, un disfrute gozoso, de danza, de energía, de elevación.

Toda el fondo de estos pentagramas aparecen teñidos de sonidos y algunas historias arabizantes, aumentados por la percusión y las cuerdas pulsadas, esos ecos que vienen del fondo de los tiempos y las geografías del Mare Nostrum, el de los romanos, el de los cartagineses y los griegos.

Los aplausos desbordados invadieron la sala, recubierta de madera, de una factura que permite ver y escuchar desde todas partes, elegante y acogedora. Lleno prácticamente total y un Savall, que se empequeñece y parece diluirse físicamente a medida que crece la sombra de su talento sobre el escenario y sus alrededores, todos.

Dos “encore”, una “canción de Montserrat”, explicó sonriendo el Maestro, que la audiencia acompañó con oportunos “Ave María” con el director dando las entradas y “una que se cantaba y se bailaba, con alegría, sobre la pasión de Cristo, porque aunque significara su muerte, simbolizaba también la salvación” (¿en tardo latín?).

La ciudad de Madrid y la calle Príncipe de Vergara, ancha y transitada siempre, se cubrieron de música, de paz, con esa irradiación entre zen y cristiana vieja que transmite Jordi Savall a todos, aunque él no sea ni lo uno ni lo otro. Su personalidad, su forma de tocar y comunicar, compartiendo, concertando como nadie, forma parte de una manera de estar en el mundo que crea y dejará escuela, porque se vincula a lo humano, a la salud, al goce. Es universal y tiene evocación planetaria.

Los semáforos y los edificios, fuera, se quedaron guiñando los ojitos en una interrupción voluntaria para escuchar esta casi música de las esferas, la que debieron sentir palpitar en su interior los pitagóricos en tiempos míticos y fundacionales de la cultura occidental y otras. Todos dejaron de correr de un lado a otro en la capital española durante la celebración. Aunque sin saber habitualmente hacia dónde van y para qué unos y otros, en esta ocasión cobraron sentido los silencios y se recuperó, por una vez, rozando lo profano y también lo sagrado, el oremus. Gracias, Maestro. A todos. Amen.

Alicia Perris

Fotos, Elvira Megías

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MONASTERIO DE PEDRALBES. HOMENAJE EN RECUERDO DE LA DESAPARECIDA SOPRANO MONTSERRAT FIGUERAS


MONTSERRAT FIGUERAS (Wikipedia)

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Montserrat Figueras García
Montserrat Figueras - Misteria Paschalia 2010.jpg
Montserrat Figueras (2010)
Información personal
Nombre de nacimientoMontserrat Figueras i Garcia Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento15 de marzo de 1942BarcelonaBandera de España España
Barcelona (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento23 de noviembre de 2011BellaterraBandera de España España
Barcelona (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerteCáncer Ver y modificar los datos en Wikidata
NacionalidadEspañola
Familia
CónyugeJordi Savall
HijosArianna SavallFerran Savall
Información profesional
OcupaciónCantante
GénerosMúsica medievalmúsica renacentistamúsica barroca
InstrumentoVoz
Tipo de vozSoprano
DiscográficaAlia Vox
Artistas relacionadosArs Musicae de BarcelonaLa Capella Reial de CatalunyaLe Concert des NationsHespèrion XXI
Miembro deHespèrion XXI Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones

Montserrat Figueras García (Barcelona15 de marzo de 1942​ - Bellaterra, Barcelona, 23 de noviembre de 2011) fue una cantante española de tesitura de soprano, especializada en música medievalrenacentista y barroca.

Conoció a Jordi Savall, con quien se casaría en 1968 y con quien tendría dos hijos: Arianna y Ferran Savall, que son también músicos cantantes e instrumentistas. Arianna Savall es sobre todo arpista.

En 1974, la pareja funda, en compañía de Lorenzo Alpert (instrumentos de viento y percusión) y Hopkinson Smith (instrumentos de cuerda pulsada), el grupo Hespèrion XX, que se consagrará a la interpretación y a la revalorización del repertorio musical hispánico y europeo anterior al 1800.

En 1987, Figueras participa con su marido de la fundación del coro La Capella Reial de Catalunya. La pareja ha fundado también la orquesta Le Concert des Nations y el sello discográfico Alia Vox. Al comenzar el nuevo siglo, la agrupación Hespèrion XX tomó el nombre de Hespèrion XXI.

En las agrupaciones anteriores y como solista, ha destacado por sus interpretaciones del 'Canto de la Sibila', 'Ninna Nanna', el 'Misterio de Elche' o el 'Llibre Vermell de Montserrat'. También colaboró, junto a Jordi Savall, en la banda sonora de la película Todas las mañanas del mundo.

Durante su carrera artística grabó más de 60 CD y recibió premios como el Grand Prix de l'Academie du Disque Français, Edison Klasik, el Grand Prix de l'Académie Charles Cross y un Grammy por el libro-CD Dinastía Borgia. También recibió en 2003 el título de Officier de l'Ordre des Arts et des Lettres por parte del Gobierno francés, y en 2011 es galardonada con la Cruz de Sant Jordi de la Generalidad de Cataluña..

Falleció el 23 de noviembre de 2011 en su domicilio de Bellaterra, en Sardañola del Vallés (Barcelona) debido a un cáncer.3​ Su funeral se celebró en el Monasterio de Pedralbes de Barcelona dos días después


Participantes del homenaje:

Carles Duarte
Josep Maria Gregori

Peter U. Johansen
Francesc Garrigosa
Dani Espasa
Miquel Angel Cordero

Família Figueras
Ferran Savall Figueras
Arianna Savall Figueras
 

 

 

 

 

 

 

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