Marianne Breslauer (Berlín,
1909 – Zúrich, 2001) perteneció a una generación de mujeres fotógrafas que
supieron aprovechar las libertades que les brindó la República de Weimar. Su
obra es un ejemplo notable de la denominada «nueva fotografía» y se encuentra
actualmente en importantes colecciones. Por primera vez, tenemos la oportunidad
de ver en nuestro país su obra, lo que incluye la mayoría de las fotografías
que realizó, en la primavera de 1933, durante un viaje por España (Girona,
Barcelona, Sant Cugat, Montserrat, los Pirineos, Pamplona y San Sebastián) y
Andorra, en compañía de la escritora suiza Annemarie Schwarzenbach (1908-1942).
Casi ninguna de estas instantáneas se pudo publicar en su momento en Alemania a
causa del régimen Nacionalsocialista, ya que era judía. Su prometedora carrera
se vio truncada por la emigración y el exilio, pero, a pesar de su corta
trayectoria (1927-1938), su nombre y sus obras forman ya parte de la historia
de la fotografía.
Cuando en una entrevista le
preguntaron cómo se podía reconocer una buena toma, Marianne Breslauer
respondió inmediatamente y sin dudar: «Se reconoce porque en una exposición no
se pasa de largo delante de ella, porque uno se ve atraído por una página en una
revista o se olvida de seguir ojeando en un libro. No son decisivos ni la
técnica perfecta, ni tampoco que se trate de un tema extraordinario, lo que
cuenta es la fuerza de la imagen, la expresión –el secreto del momento
capturado.»
http://museunacional.cat/es/marianne-breslauer-fotografias-1927-1938
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