miércoles, 5 de julio de 2017

LOS MÚSICOS DE LA GENERACIÓN DEL 27

P. UNAMUNO

Simón Tapia Colman, uno de los rescatados en 'Spanish cello sonatas' EL MUNDO

Un disco rescata obras de cinco compositores españoles muertos en el exilio
En noviembre de 1930, el compositor Gustavo Pittaluga leía en la Residencia de Estudiantes el Manifiesto de los Ocho, génesis de lo que se daría en llamar la Generación del 27 y de su equivalente musical, la Generación de la República, cuyo legado quedó prácticamente arrasado con la Guerra Civil y su posterior dispersión y olvido.Parte de esa música la han recuperado recientemente iniciativas muy loables de Paula Ríos, que ha salido al rescate de 'Rosita' García Ascot, o Jorge Robaina, que ha hecho lo propio con Julián Bautista, Juan José Mantecón y el propio Pittaluga. Ahora, Iagoba Fanlo (chelo) y Pablo Amorós (piano) han llevado a cabo un arduo trabajo de investigación que ha conducido a la publicación de varias obras para esos instrumentos de aquella generación perdida de compositores españoles y que, en algunos casos, no se habían grabado nunca.
Spanish cello sonatas, editado por IBS Classical, reúne piezas de cinco creadores que se vieron forzados a vivir y morir en el exilio. Rodolfo Halffter, María Teresa Prieto y Simón Tapia Colman recalaron en México, éste último después de pasar varios meses en dos campos de refugiados franceses; Salvador Bacarisse, a quien la salida de España le dictó un estilo neorromántico y conservador, dio con sus huesos en París, y Robert Gerhard se instaló en Cambridge después de una carrera brillante que lo llevó a estudiar con los mejores pedagogos musicales de su tiempo: Felipe Pedrell y Enrique Granados en Barcelona y Arnold Schoenberg en Viena y Berlín.El disco reúne la Sonata de Halffter, saludada en su estreno como una obra maestra en la que "no hay un instante que no esté repleto de música", y de su pupila la asturiana María Teresa Prieto -hermana del músico y mecenas Carlos Prieto-, el Adagio y fuga, que escribió bajo influjo artístico de Darius Milhaud, quien la había invitado a estudiar con él en Oakland (California), y que dedicó a su sobrino, el violonchelista mexicano llamado también Carlos Prieto.Junto a estas dos obras encontramos la Sonata de Tapia Colman, composición a caballo entre el folclorismo de sus trabajos primeros y "la inminencia de un lenguaje ya alejado de la tonalidad", según escribe Justo Romero en el folleto que acompaña al CD, así como la 'Introducción y variaciones' de Bacarisse, compuesta originalmente para violín y piano por quien se instalaría en París hasta su muerte, dedicando sus días, para ganarse el sustento, a los programas en español de la radio pública francesa.Rodolfo Halffter, integrante del Grupo de los Ocho germinal de este movimiento, consideraba a Tapia Colman uno de los músicos aventajados de su tiempo. "Es un compositor nato -decía de él-. Lo prueba la fluidez natural y espontánea de su invención melódica, así como la textura limpia y transparente". En México, el autor aragonés deriva, por su estrecho contacto con Halffter y otros avanzados músicos españoles y locales, hacia el universo atonal abandonando una inicial senda nacionalista.El álbum se completa con la Sonata para viola del también muy dotado Gerhard, miembro de un colectivo surgido en Cataluña al mismo tiempo y con parecido ideario que el grupo de Madrid, si bien más receptivo a la música francesa que a la germánica. Gerhard dedicó a Charles Chaplin y a su esposa, Oona, esta creación adscrita a su obra tonal (compuso también abundantes piezas dodecafónicas) en la que recurre a un lenguaje relativamente convencional y ajustado a la forma de la sonata clásica.De las pesquisas para rescatar esta música habla en estos términos el violonchelista Iagoba Fanlo: "La partitura de María Teresa Prieto, una compositora de un enorme talento, con una personalidad muy especial y que es un auténtico descubrimiento, la encontré en un anticuario de California y fue una sorpresa y una alegría enormes. Conseguí la Sonata de Tapia Colman a través de su sobrina, que la tenía en su casa entre otros papeles de su tío. En otros casos ha sido un trabajo de investigación en archivos, como el de la Fundación Juan March".El disco da cuenta de una generación de músicos que reivindicaba la herencia de Manuel de Falla al tiempo que acogía con entusiasmo las nuevas corrientes vanguardistas procedentes de Europa, "sin renunciar a un nacionalismo de nuevo cuño que recuperaba la mirada al pasado remoto de compositores como Cabanilles, Victoria, Sanz, Scarlatti o Soler", indica Romero.


http://www.elmundo.es/cultura/musica/2017/07/04/595aa27946163f455b8b4649.html

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