Fosse... ¡empieza el espectáculo!
Una biografía reconstruye la compleja personalidad y la convulsa vida del
coreógrafo y cineasta a través de sus colaboradores
Bob Fosse, en la sala de
ensayos del Broadway Arts Studio, en 1980. / JACK VARTOOGIAN (GETTY IMAGES)
De su primer espectáculo en Chicago,Hold
ev’ryhting! A streamlinedextravaganza in two parts, al momento en que
fue coronado como el coreógrafo más famoso de todos los tiempos (ganando el
Tony, el Emmy y el Oscar el mismo año, 1973, una hazaña que nadie ha podido
repetir). La impresionante biografía Fosse(Dolan / Houghton Mifflin Harcourt) repasa la
vida de una de las figuras clave para entender la evolución de Broadway. Como
si fuera El crepúsculo de los dioses,el (extenso) estudio del
escritor Sam Wasson arranca en el entierro de la figura que cambió para siempre
el telón rosa de Broadway, hasta su llegada atiborrado de números musicales
aptos para todos los públicos, y lo convirtió en un movimiento casi
sociopolítico, atrevido, erótico, radical y, sobre todo, desacomplejado.
“Si piensas de dónde han salido los movimientos de
Beyoncé en elvideoclip de Single ladies, el
musicalChicago, o los sombreros, en realidad estás pensando en Bob
Fosse”, reconoce el autor al hablar de su criatura, que ocupa más de 700
páginas e indaga no solo en la reconocida labor del personaje como
revolucionario del género, sino en su controvertida faceta personal.
Para ello, Wasson no ahorra en detalles, centrando
su mirada en personajes clave de la vida de este como Ann Reinking, amante del
coreógrafo que desempeñó el papel de musa acostumbrada a lidiar con los excesos
de Fosse y su voluntad (insalubre) de abarcar más de lo humanamente posible. La
relación de este con la mencionada Reinking y el —envenenado— encaje de bolillos
que le unía a su esposa, Gwen Verdon, ocupa buena parte del volumen, trazando
un retrato de un hombre que podía ser despiadado, encantador... o ambas cosas a
un tiempo.
Noches en la ciudad (1969). Su ópera prima como
director tras una larga carrera como actor y coreógrafo.
Cabaret (1972). Con este musical sobre la
irrupción del nazismo en el hedonista Berlín de entreguerras, llegó la
consagración. Ochooscars.
Lenny (1974). Dustin Hoffman es el cómico Lenny Bruce en
este biopic sin números musicales.
All that jazz (1979). Plasmación definitiva del
mundo de Fosse. Ganó la Palma de Oro en Cannes.
Star 80 (1983). Basado en el asesinato real de una playmate, fue
su última película.
Bob Fosse
(Chicago, 1927-Washington, 1987) fue bailarín antes que coreógrafo y artista
antes que cualquier otra cosa. Wasson desmenuza a través de
voces como las de Dustin Hoffman, Stephen Sondheim, Eric Roberts o Mariel
Hemingway la carrera del estadounidense que a los 15 ya coreografiaba sus
propias obras. Heredero de los Donen y los Minnelli, Fosse puso patas arriba
cine y teatro gracias a Chicago, Cabaret y especialmente a Empieza
el espectáculo (All that jazz),considerada una película autobiográfica,
aunque el de Chicago citara al realizador italiano Federico Fellini como
inspiración absoluta del filme. De esta última obra, Wasson destaca el
complejísimo proceso decasting por culpa de un tipo obsesivo hasta
la extenuación. “Yo sabía que estar satisfecho no era su objetivo, él quería
exprimir todo lo que había hasta que no había nada más que exprimir”, cuenta
David Picker, antiguo capo de la otrora gigantesca United Artists, que produjo
la magnífica Lenny.
En este,
seguramente su trabajo más singular, Fosse dirigió con un pletórico Dustin
Hoffman interpretando a Lenny Bruce, uno de los cómicos más
despiadados que dio el bullicioso panorama contracultural americano de la
época. El filme (protagonizado por Hoffman, a pesar de sus reticencias), al
igual que su debut, el título de culto Noches en la ciudad, fue
un tremendo fracaso y convenció a Fosse de que Hollywood no era su casa. “Odio
el negocio del espectáculo y también lo amo. Me encanta trabajar con actores,
bailarines, escritores y diseñadores. Pienso que son la gente más bonita,
talentosa e inteligente del mundo. Pero odio las chorradas, las casas con
piscina de Beverly Hills. Odio los Mercedes. Odio los bolsos de Gucci, odio
toda esa mierda”, declararía.
El libro recupera también los espectáculos que
Fosse diseñó sin figurar en sus créditos, como The girls against the
boys, Walking happy yGrind, y excava (con fascinantes
resultados) en los miles de documentos que figuran en la librería del Congreso
y que quedaron disponibles para los estudiosos a partir de 1992. Y para los más
cinéfilos, la estupenda recreación de lo que sucedió en la ceremonia de los
Oscar de 1973 cuando Cabaret, un sólido alegato contra el
nazismo en forma de musical, le arrebató los honores a El padrino y
se llevó hasta ocho estatuillas, quitándole la gloria a Coppola y convirtiendo
a Fosse en uno de los directores más populares en un Hollywood que no lograba
entender qué pretendía aquel hombre, iracundo y genial, que hacía lo que le
daba la gana y acostumbraba a salirse con lo suya.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/01/23/actualidad/1390504920_571871.html
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