David Weir, en una calle de Glasgow. Foto: CARLOS FRESNEDA /
CARLOS
FRESNEDA Enviado
especial Glasgow
La Estrella de Belén se desvía en
su camino y acaba inesperadamente en un pueblo escocés llamado Linlithgow. Allí
nace un niño gordinflón, que crece entre leyendas medievales y acaba creyéndose
la reencarnación de William Wallace, en versión moderna y grosera. Le acaban
llamando 'Bravefart' ('Pedo Valiente') por la extraña habilidad que le conceden
unas brujas para hablar con su parte "trasera"...
Y ése no es sólo más que el principio de las
desventuras de Alex Salmond,
en el cómic irreverente de la independencia que está causando furor en las
calles de Glasgow. Lo firman al alimón los tres mosqueteros de Clyper
Productions: Mark Haining, Steven Allcock y David Weir. Pero es el último quien
asume la plena responsabilidad por las bromas más pesadas que le caen encima al
ministro principal, en su lucha particular contra los dragones del Reino Unido.
"Los escoceses tenemos la sana costumbre de
reírnos de nosotros mismos y no podemos permitirnos que una cosa tan seria nos
obligue a fruncir permanentemente el ceño", advierte Weir, de 63 años, sin
quitarse la gorra de tweed a lo Sean Connery. "La tensión ha subido mucho
estas semanas. Nos hacían falta unas gotas de humor para aliviarnos y
relajarnos un poco".
"Aunque pueda parecer insolente y
políticamente incorrecto, 'BraveFart' no es un intento de subvertir la
independencia",explica Weir. "Es más, los tres autores estamos profundamente
divididos y somos de alguna manera un reflejo de la sociedad escocesa. Uno
apoya el 'sí'; otro, el 'no' y el tercero está indeciso. No te vamos a
decir quién apoya a quién porque es un pacto de "no agresión" que
firmamos mientras hacíamos el cómic".
"¿Soplará el viento del cambio a favor de la
independencia o será el mismo aire caliente de siempre?",
es la pregunta lanzada al aire en la portada de 'Bravefart', con Alex Salmond
haciendo el signo de la victoria. En las viñetas interiores le vemos hablando a
todas horas con su "otro yo", que le asoma por el culo con consejos
de este tipo: "Estás perdiendo el contacto con el pueblo, jefe, tal vez
deberías poner tus pensamientos por escrito"...
Y así es como nace 'El Libro Blanco de la
independencia', que no sirve, sin embargo, para disuadir a las ovejas lanudas
de las Tierras Altas. Hartos del debate, los corderos deciden emigrar al sol de
España hasta que pase el calentón de la independencia (se quedarán al final,
porque les gusta mucho más el clima).
"Lo que de verdad temo es cómo nos miraremos
los escoceses a la cara el 19 de septiembre", confiesa el afable David, que
estudió Derecho, trabajó de enterrador ("no es broma") y acabó
medrando en el mundo de los seguros, antes de entregarse a su devoción por la
pluma. "Gane quien gane, vamos a necesitar un esfuerzo sobrehumano para
reconciliar a las dos Escocias".
Espera David que 'Bravefart' sirva en cualquier
caso como risoterapia para los dos bandos. Pese a las puyas que recibe Salmond,
Weir admite que el cómic se vende por igual entre independentistas y
unionistas. Pese a los enfrentamientos verbales entre las dos campañas, nadie
le ha intimidado ni le ha insultado hasta la fecha...
"La gente te mira un poco de reojo al
principio, pero en cuanto abren el cómic te sueltan una risotada y ya sabes...
No hay nada como el humor para dejar desarmado a cualquiera".
Weir nació en Helensburgh, en la embocadura del
río Clyde, y su primer cómic, 'The Clyper', era una mirada irónica a la vida en
la pequeña localidad marcada por la base naval y por los misiles 'Trident'.
Antes de pasarse a la cosa gráfica publicó un inútil manual de autoayuda:
"Cómo no triunfar en el mundo de los negocios". Y antes incluso
escribió tres novelas, marcadas por el humor negro: 'Hotel Dentieva', 'La
visita' y 'Los comedores de porridge'.
Media Escocia se quedará en vela y a la otra media
se le atragantará el desayuno el día después, vaticina David Weir. Aunque a
modo de oráculo, el cómic acabe con la independencia enterrada y tirándose un
pedo postrero bajo tierra. A esas alturas, Alex Salmond se ha redimido como el
vencedor moral y asciende a las nubes para brindar con Dios. Del infierno
emerge entretanto la iracunda Margaret Thatcher, atizando con el
látigo a David Cameron y sus secuaces: "Imbéciles, hemos
estado a punto de perder a los escoceses".
'Los
escoceses tenemos la sana costumbre de reírnos de nosotros mismos'
1951: Nace en Helensburgh (Escocia). 1975: Estudia
Derecho por la Universidad de Aberdeen. 1980: Trabaja de
enterrador. Da el salto a la industria de los seguros.1995: Escribe
tres novelas: 'The Visit', 'The Porridge Eaters' y 'Hotel Dentieva'. 2000: Escribe
guiones para radio y televisión. 2005: Publica 'Cómo no
triunfar en el mundo de los negocios'. 2012: Crea el colectivo
de comics Clyper Productions junto a Mark Haining y Steven Allcock. 2014:Publican
'Bravefart' el comic irreverente de la independencia.
http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/18/5419a0a3ca474195738b4583.html
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