jueves, 18 de septiembre de 2014

EL BUFÓN DE LA INDEPENDENCIA.



David Weir, en una calle de Glasgow. Foto: CARLOS FRESNEDA /

CARLOS FRESNEDA Enviado especial Glasgow
 La Estrella de Belén se desvía en su camino y acaba inesperadamente en un pueblo escocés llamado Linlithgow. Allí nace un niño gordinflón, que crece entre leyendas medievales y acaba creyéndose la reencarnación de William Wallace, en versión moderna y grosera. Le acaban llamando 'Bravefart' ('Pedo Valiente') por la extraña habilidad que le conceden unas brujas para hablar con su parte "trasera"...
Y ése no es sólo más que el principio de las desventuras de Alex Salmond, en el cómic irreverente de la independencia que está causando furor en las calles de Glasgow. Lo firman al alimón los tres mosqueteros de Clyper Productions: Mark Haining, Steven Allcock y David Weir. Pero es el último quien asume la plena responsabilidad por las bromas más pesadas que le caen encima al ministro principal, en su lucha particular contra los dragones del Reino Unido.
"Los escoceses tenemos la sana costumbre de reírnos de nosotros mismos y no podemos permitirnos que una cosa tan seria nos obligue a fruncir permanentemente el ceño", advierte Weir, de 63 años, sin quitarse la gorra de tweed a lo Sean Connery. "La tensión ha subido mucho estas semanas. Nos hacían falta unas gotas de humor para aliviarnos y relajarnos un poco".
"Aunque pueda parecer insolente y políticamente incorrecto, 'BraveFart' no es un intento de subvertir la independencia",explica Weir. "Es más, los tres autores estamos profundamente divididos y somos de alguna manera un reflejo de la sociedad escocesa. Uno apoya el 'sí'; otro, el 'no' y el tercero está indeciso. No te vamos a decir quién apoya a quién porque es un pacto de "no agresión" que firmamos mientras hacíamos el cómic".
"¿Soplará el viento del cambio a favor de la independencia o será el mismo aire caliente de siempre?", es la pregunta lanzada al aire en la portada de 'Bravefart', con Alex Salmond haciendo el signo de la victoria. En las viñetas interiores le vemos hablando a todas horas con su "otro yo", que le asoma por el culo con consejos de este tipo: "Estás perdiendo el contacto con el pueblo, jefe, tal vez deberías poner tus pensamientos por escrito"...
Y así es como nace 'El Libro Blanco de la independencia', que no sirve, sin embargo, para disuadir a las ovejas lanudas de las Tierras Altas. Hartos del debate, los corderos deciden emigrar al sol de España hasta que pase el calentón de la independencia (se quedarán al final, porque les gusta mucho más el clima).
"Lo que de verdad temo es cómo nos miraremos los escoceses a la cara el 19 de septiembre", confiesa el afable David, que estudió Derecho, trabajó de enterrador ("no es broma") y acabó medrando en el mundo de los seguros, antes de entregarse a su devoción por la pluma. "Gane quien gane, vamos a necesitar un esfuerzo sobrehumano para reconciliar a las dos Escocias".
Espera David que 'Bravefart' sirva en cualquier caso como risoterapia para los dos bandos. Pese a las puyas que recibe Salmond, Weir admite que el cómic se vende por igual entre independentistas y unionistas. Pese a los enfrentamientos verbales entre las dos campañas, nadie le ha intimidado ni le ha insultado hasta la fecha...
"La gente te mira un poco de reojo al principio, pero en cuanto abren el cómic te sueltan una risotada y ya sabes... No hay nada como el humor para dejar desarmado a cualquiera".
Weir nació en Helensburgh, en la embocadura del río Clyde, y su primer cómic, 'The Clyper', era una mirada irónica a la vida en la pequeña localidad marcada por la base naval y por los misiles 'Trident'. Antes de pasarse a la cosa gráfica publicó un inútil manual de autoayuda: "Cómo no triunfar en el mundo de los negocios". Y antes incluso escribió tres novelas, marcadas por el humor negro: 'Hotel Dentieva', 'La visita' y 'Los comedores de porridge'.
Media Escocia se quedará en vela y a la otra media se le atragantará el desayuno el día después, vaticina David Weir. Aunque a modo de oráculo, el cómic acabe con la independencia enterrada y tirándose un pedo postrero bajo tierra. A esas alturas, Alex Salmond se ha redimido como el vencedor moral y asciende a las nubes para brindar con Dios. Del infierno emerge entretanto la iracunda Margaret Thatcher, atizando con el látigo a David Cameron y sus secuaces: "Imbéciles, hemos estado a punto de perder a los escoceses".
'Los escoceses tenemos la sana costumbre de reírnos de nosotros mismos'
1951: Nace en Helensburgh (Escocia). 1975: Estudia Derecho por la Universidad de Aberdeen. 1980: Trabaja de enterrador. Da el salto a la industria de los seguros.1995: Escribe tres novelas: 'The Visit', 'The Porridge Eaters' y 'Hotel Dentieva'. 2000: Escribe guiones para radio y televisión. 2005: Publica 'Cómo no triunfar en el mundo de los negocios'. 2012: Crea el colectivo de comics Clyper Productions junto a Mark Haining y Steven Allcock. 2014:Publican 'Bravefart' el comic irreverente de la independencia.


http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/18/5419a0a3ca474195738b4583.html

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