6 abril - 15
agosto, 2016
Edificio Sabatini, Planta 1
Iniciador de una pintura mestiza que
unía modernismo occidental y símbolos africanos o caribeños, Wifredo Lam (Sagua
La Grande, 1902 - París, 1982), se codeó con todas las vanguardias del momento,
afrontando también los problemas del mundo. Su obra profundamente comprometida,
exploradora de diversidad de expresiones y de medios, desde la pintura al
dibujo, del grabado a la cerámica, persigue el mismo combate que su amigo Aimé
Césaire: “pintar el drama de su país, la causa y el espíritu de los Negros”.
Lam tomó consciencia desde muy joven de la cuestión racial y de sus
implicaciones sociales y políticas en Cuba, en Europa y, más adelante, en
Estados Unidos. Asociado a diversos ambientes nacionales, sociales y
culturales, siempre mantendrá una postura distante, sin caer en los papeles ni
las proyecciones de identidad que le imponen, con buena voluntad, amigos y
admiradores. Lam inventó un lenguaje propio, único y original para defender la
dignidad de la vida y la libertad.
La exposición vuelve sobre la
génesis de su trabajo pero también sobre las diversas etapas y condiciones de
la recepción e integración progresivas de una obra pacientemente construida
entre España, París-Marsella y Cuba. Traza la singular trayectoria del artista
a través de alrededor de doscientas cincuenta obras –pinturas, dibujos,
grabados, cerámicas– completada con más de trescientos documentos –cartas,
fotografías, revistas, libros–. Este vasto material ilumina el contexto de su
trabajo y de su pensamiento, deteniéndose en sus años en España (1923-1938), en
los sorprendentes grabados de los años sesenta y setenta y en sus
colaboraciones con los más destacados escritores de su tiempo, así como en las
obras capitales creadas a la vuelta a su Cuba natal (1940-1950), y, en
definitiva, muestra una vida comprometida dentro de un siglo agitado.
http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/wifredo-lam-0
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