| 22.04.2016 -
19.06.2016
La presente exposición
colectiva reflexiona acerca de la sensación de fracaso en la vida y el desafío
de retarla a través de un lema conocido por todos: «Keep calm and carry on», es
decir, «Mantén la calma y sigue adelante». En los últimos años la expresión se
ha utilizado en los objetos de merchandising de medio mundo hasta
trivializarse, pero ¿por qué se ha difundido tanto?, ¿quizás porque hay mucho
de necesidad en lo que dice?
La historia de la frase tiene sus
orígenes en la II Guerra Mundial. Los británicos prepararon tres carteles con
diferentes mensajes para divulgar durante el conflicto, dos de victoria y uno
alentador —el de nuestra frase—, más apropiado para usarse en caso de invasión.
Tras el triunfo de los Aliados, se destruyeron todas las copias impresas del
tercero, o al menos eso se creía, hasta que en el año 2000 un librero encontró
un ejemplar y el cartel salió a la luz. El comerciante lo colgó en su librería,
la gente empezó a fijarse en él, se hicieron copias y así fue como comenzó la
expansión imparable de esta máxima.
Desde este punto de vista, el propio
devenir de la expresión constata que la casualidad tiene mucho que decir en el
curso de los acontecimientos y nos muestra cómo algo que había sido condenado a
la invisibilidad ha acabado propagándose como la pólvora. Por otro lado, la
frase sintetiza a la perfección el desarrollo existencial del individuo entre
la intención y los contratiempos. El tranquilizador comienzo, «Mantén la
calma», evalúa las circunstancias y contempla de forma implícita los sucesos
inesperados que habremos de padecer; la segunda parte, «y sigue adelante»
—cualquiera que sea tu finalidad—, remite a nuestro papel como agentes activos
dentro de la situación. El esfuerzo, la voluntad, la perseverancia y la
creatividad deben ser los mejores aliados de la superación personal,
entendiéndose esta como una meta ponderada en la que entran en juego factores
fuera de nuestro alcance.
En una suerte de camino hacia el
éxito lo importante es el camino. Poco importa no cumplir los objetivos
iniciales si hemos aprendido intentándolos, porque fallar no es fracasar. Antes
de juzgar resultados hay que tener en cuenta una serie de consideraciones
generales sobre el mundo y el momento en que vivimos, valorar los pequeños
logros y sopesar el grado de control que ejercemos sobre cada propósito
particular.
El recorrido de la exposición se
plantea como un decálogo a seguir por los espectadores, a modo de manual de
autoayuda, que les invita a mantener la calma y continuar sea cual sea el
ámbito de la vida en el que se sientan perdidos o decepcionados. Cada obra evidencia una línea de pensamiento acorde con los
presupuestos del proyecto y se abre potencialmente a otras reflexiones más
profundas.
Nerea Ubieto, comisaria
http://www.promociondelarte.com/tabacalera/noticia-152-keep-calm-and-carry-on
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