El responsable del museo analiza su
gestión, la relación con la política y el Gobierno, el Brexit y la Colección
Carmen Thyssen en una entrevista
Guillermo Solana, en Madrid en mayo de 2015. ÁLVARO GARCÍA
El Museo Thyssen-Bornemisza celebra el próximo año
su 25º aniversario y entre sus retos destacan la atracción del público
extranjero y la búsqueda de más socios duraderos que contribuyan a la
sostenibilidad de la pinacoteca, un requisito financiero imprescindible que
compite con la presencia de los patrocinadores en eventos deportivos y en
actividades con fines sociales, y que se ha visto perjudicado en los últimos
años por la visión elitista de la cultura.
"La crisis ha convertido a las instituciones
culturales a los ojos de cierto público en juguetes para ricos,
injustamente", ha manifestado durante una entrevista concedida a Europa
Press el director del Thyssen, Guillermo
Solana.
En 2012, el Thyssen dejó de contar con el
patrocinio de Caja Madrid, una fórmula que está "definitivamente
cerrada" porque "ya no hay entidades dispuestas a firmar un acuerdo
de ese calibre", según ha explicado Solana. Además, alude al abandono de
contenidos culturales en favor de otros más populares, como los deportivos, un
campo "hegemónico y dominante" que ha "absorbido" el
patrocinio de muchas de las instituciones porque "llega a un público más
amplio".
A ello se suma la valoración del arte como
"alta cultura" en los últimos 10 o 15 años, una tendencia a su juicio
"peligrosa" porque se ve como una dimensión "elitista" y
como un "privilegio de unos pocos", curiosamente, en un momento en el
que el arte está "al alcance de todos más de lo que lo ha
estado nunca", según precisa.
Por ello, las entidades prefieren asociar su
imagen corporativa a acciones sociales que favorezcan la integración o que
estén destinadas a la educación, más popular que la cultura. "Ni pensamos
en los ricos ni nuestros precios son para ricos, sino en el público más amplio
y que sea accesible para todos", ha recalcado Solana, quien precisa que
"la alta cultura es tan social e imprescindible como todo lo demás".
En este sentido, ha señalado que nota en el
tratamiento de la cultura de algunos nuevos gobiernos municipales --entre los
que no se encuentra Madrid, tal y como subraya-- el "riesgo" de dejar
de lado a la alta cultura como un "asunto de privilegiados que no
concierne y que no tiene nada que ver con la vida de la gente".
No obstante, y a pesar de estas amenazas, actualmente el Thyssen cuenta
con una autofinanciación cercana al 75% y desde 2012 ha pasado de no contar con
ningún apoyo privado a sumar un total de 19 patrocinadores y colaboradores a
día de hoy.
Solana ha destacado que el Thyssen ha sobrevivido
a la crisis gracias, por un lado, al "subsidio" del Estado que
siempre ha existido desde el nacimiento del museo, que ronda los cinco o seis
millones al año, una proporción que no es muy grande respecto a los 20 millones
de presupuesto, según apunta. A ello se suman los "esfuerzos
redoblados" para atraer el público y para conseguir que las exposiciones
cuesten "la mitad" que hace un lustro.
Preguntado por sus expectativas ante el próximo
Gobierno, Solana ha indicado que no espera "nada" del
próximo Ejecutivo y solo quiere que las cosas se queden como están. "Que
nos dejen trabajar como ha hecho el gobierno saliente y se respete la autonomía
profesional del museo, que ha sido capaz de conseguir lo máximo con un
presupuesto ajustado", ha dicho.
A su juicio, "un error de la cultura es
esperar que la política resuelta la vida". "Los políticos pueden
ayudar a resolver el problema localizado, pero no hay que esperar un milagro
político, ni individual ni institucionalmente", ha subrayado.
Respecto a la prórroga del contrato de préstamo de
la Colección Carmen Thyssenal Estado español, firmada el pasado mes de
abril, y futuros acuerdos para la permanencia de la colección, Solana ha
asegurado que la baronesa "siempre" ha mostrado una "voluntad
inequívoca", al margen de las polémicas que han aparecido en la prensa, de
"estar en este museo".
"Tiene voluntad de estar aquí porque, si no,
no podríamos trabajar", ha destacado el director del museo, quien, a pesar
de que la renovación es anual, asegura que Carmen Thyssen le permite proponer
préstamos de su colección a dos y tres años vista porque "confía en el
museo más allá del acuerdo con el Gobierno".
No obstante, ha puntualizado que "si la
colección tiene que irse", algo en lo que cree que ella tiene
"derecho", esto "no comprometería la supervivencia del
Thyssen", aunque ha reconocido que supondría "la pérdida de una
representación importante". En cuanto a la posibilidad de su adquisición
por parte del Estado, ha señalado que en la época en la que la socialista
Carmen Calvo fue ministra lo intentó, pero ese deseo quedó a un lado por culpa
de la crisis, lo que en su opinión no significa que no se pueda retomar.
El
Brexit
Guillermo Solana considera que los museos son
parte de un "circuito internacional" y de una "red que es muy
frágil" y "muy sensible a las rivalidades políticas, las tensiones
internacionales, a las amenazas terroristas y a las guerras comerciales".
Por ello, cree que si Reino Unido finalmente sale
de la Unión Europea, esta situación "afectará y encarecerá" los
intercambios con los museos británicos que "ahora son muy buenos".
"Tenemos una magnífica relación con la National
Galleryy la Tate de Londres, entre otros, y la salida significaría
un deterioro para esa relación", ha manifestado Solana, quien augura una
"catástrofe" si se sumasen más países.
Sin embargo, es optimista y cree que "el Brexit se reconducirá" porque está
convencido de que "las tendencias disgregadoras son malas", puesto
que "lo que favorece es la armonía e integración global". "Lo
que los museos podrían hacer se multiplicaría por mil", ha reflexionado.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/30/actualidad/1469872757_935674.html
RADIO
CLÁSICA – RADIO NACIONAL DE ESPAÑA
15
agosto 2015
Es Guillermo Solana, Director Artístico del Museo
Thyssen, hoy en Constelación Boulez, hablando de música, del papel de la
cultura, de la transmisión del conocimiento y la correspondencia entre las manifestaciones
artísticas- todas -y los pintores como Klee, Mondrian, Giacometti o Bacon,
quien nos da material para guardarlo celosamente en nuestro "palacio de la
memoria", aquel concepto retomado por el escritor Thomas Harris en sus
personajes de la inspectora Clarice Starling y Hannibal Lecter, del que
estuvimos charlando fuera del programa. Mítico.
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