Anil Kapoor en la presentación ayer de los Oscar de Bollywood. GERARD JULIENAFP
Anil Kapoor (Bombay, 1956) no es tanto un actor como un forma
de levantar el ánimo. Todo le encanta. "Madrid, la gente de Madrid, la
biblioteca de Madrid, los jugadores del Real Madrid... Mi hijo es un apasionado
del fútbol... He visto la ciudad desde lo alto del ayuntamiento y me ha
recordado a Nueva Delhi", dice, se toma un segundo e insiste: "Me
siento feliz de estar aquí y de hablar ahora mismo con usted". Y le
creemos. Pese a que su imagen en el cine occidental apenas es un anécdota
perdida en películas como Slumdog millionaire, la cuarta entrega de Misión
imposible o la serie 24, en India, la primera industria
del cine mundial, es algo más que un simple actor, es una estrella. Y eso, en
un mercado de más de 1.000 millones de almas, es mucho. Muchísimo incluso.
Cuando hablamos de Bollywood, ¿de qué hablamos exactamente?
Me cuesta definirlo. Le puedo hablar de las diferencias entre Hollywood,
que es lo que se conoce en España, y Bollywood para que se haga una idea.
Adelante.
Hollywood trabaja para todo el mundo. Bollywood,
en cambio, tiene un mercado muy determinado, aunque seamos muchos millones y más si tenemos
en cuenta la diáspora india. Por lo demás, el objetivo del cine de la India es
casi exclusivamente entretener. Es un cine muy directo y simple en el que
siempre se repiten argumentos muy parecidos. Nosotros celebramos la vida. No se entiende nuestro cine si no es para
hablar de la felicidad.
El cine entendido así, ¿no cree que quizá sirva para ocultar los problemas
sociales?
Yo diría que es más una forma de evadirse de ellos, de olvidar por un
momento la realidad y ser feliz.
Sin embargo, por los festivales asoma un cine indio más crítico...
Sin duda. La generación joven, gracias a internet fundamentalmente, ha
abierto mucho los ojos a otro tipo de cine. Y sí, es cierto que cada vez hay
más público para un cine que se
aleja de los canones, más realista, con menos canciones...
¿Qué puede aprender el cine occidental del indio?
El cine indio se fundamenta en el amor, la familia y, como ya he dicho, la
felicidad. Todos éstos son conceptos universales y perfectamente adaptables a
todas la culturas del mundo. En cualquier caso, la aspiración de las dos industrias es la misma: hacer películas
mejores.
Hizo su primera película en 1978, ¿Recuerda el momento en el que decidió
ser actor?
Toda mi vida he querido ser lo que soy actualmente. Me recuerdo con
10años queriendo ser lo que soy. La pasión por mi profesión no ha cambiado un
ápice. Ha sido un largo camino, pero todavía me siento hambriento. La vida
trata de esto, de disfrutar de lo que haces.
¿Cómo ha cambiado la industria del cine a lo largo de estas cuatro décadas?
Ahora hacemos las cosas mucho mejor. La tecnología digital ha
transformado todo completamente. Pero, al contrario que en muchos países
occidentales, en la India no ha descendido nada la pasión del público. De
hecho, el cine, los argumentos, la
forma de contar, no ha evolucionado mucho desde que empecé.
¿Alguna vez ha tenido miedo en estas cuatro décadas de perder el dinero, la
fama y todo eso que define a una estrella como Anil Kapoor?
Todo en la vida puede pasar. Usted y yo nos podemos morir mañana. Pero eso
no me preocupa. Mi única preocupación en la vida es ser feliz. Ni el dinero ni
la fama importa nada ante la perspectiva de perder la felicidad. Eso es lo que
nos define como seres humanos.
¿Qué supuso para usted el éxito de 'Slumdog millionaire'?
Sobre todo una sorpresa enorme. Jamás pensé que una película tan modesta
(quizá fue la más pequeña que hice ese año) pudiera tener la repercusión que
tuvo. En España también tuvo un éxito enorme.
En efecto. ¿Qué consejos le da a su hija, Sonam, como usted una estrella de
Bollywood?
El único consejo es que no se crea ni el éxito ni el fracaso. Lo único que
le he dicho siempre es que disfrute del trabajo.
¿Le molesta verse desplazado por estrellas más jóvenes?
Me considero un hombre bastante afortunado. Y nunca me han faltado papeles interesantes.
¿Se arrepiente de algo?
No. De nada en absoluto. Si volviera a nacer, volvería a tomar una
por una las decisiones. He tenido y tengo una vida fantástica. Cada día
agradezco a Dios que me haya dado mucho más de lo que jamás imaginé. Me encantan hasta mis errores.
Elija una actriz con la que le gustaría trabajar.
Penélope Cruz. Es mi favorita sin lugar a dudas.
http://www.elmundo.es/cultura/2016/03/14/56e71a5146163fe8598b45f8.html
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