domingo, 6 de marzo de 2016

EL PINTOR CUELGA SUS PROPIOS CUADROS

 ANDY WARHOL EN EL GUGGENHEIM DE BILBAO

Andy Warhol, cronista de una época, era conocido por haber admitido que le gustaban “las cosas aburridas”, algo que a comienzos de los años sesenta se relacionaba con la utilización de reproducciones fotográficas de imágenes encontradas en periódicos, revistas y archivos de imágenes. En 1978, cuando contaba 50 años, Warhol se embarcó en la producción de una obra monumental, titulada Sombras (Shadows), que realizó con la ayuda de su entorno en la Factory. Estos 102 lienzos serigrafiados daban forma a exploraciones en torno a la abstracción que había estudiado previamente. Para entender la radicalidad que implican las Sombras de Warhol, es necesario detenerse en primer lugar en el formato de la obra, concebida como una sola pintura en varias partes, cuyo número definitivo queda determinado por las dimensiones del espacio en que se instala. La primera vez que se expuso, se mostraron 83 lienzos, que se colocaron muy cerca del suelo —a unos 30 cm—, muy próximos unos a otros y en el orden decidido por los asistentes del artista.


En el Museo Guggenheim Bilbao se pueden ver los 102 lienzos que componen la obra, en los que se revela la característica paleta warholiana, alegre en extremo y de tonos brillantes. El fondo de cada lienzo está pintado con una mopa de esponja, cuyos rastros y manchas aportan “gestualidad” al plano pictórico. Las Sombras fueron creadas utilizando siete u ocho pantallas, como evidencian las leves diferencias de escala de las zonas oscuras y la presencia de puntos de luz aleatorios. A lo largo de las paredes de la sala se alternan el positivo y el negativo de las “sombras”.A pesar de su apariencia repetitiva, el “método mecánico” de Warhol es, en realidad, totalmente manual. Un hecho importante e interesante de las Sombras es la irreproductibilidad de su supuesta reproducción, un tema que pone en tela de juicio la estética del “plagio” de Warhol y define su proyecto como fundamentalmente pictórico. Lejos de ser una réplica, cada Sombra se corresponde con una forma que revela su espacio con precisión y rotundidad, dirigiendo la mirada del observador hacia la luz, que es el tema central de la serie. Al concentrarse en la sombra para concebir la luz (estallidos de color), Warhol regresa al problema fundamental del arte: la percepción.New York Magazine, 5 de febrero, 1979, págs. 9–10.El Pintor Cuelga sus Propios CuadrosPor Andy WarholEl martes colgué mi(s) pintura(s) en la galería que Heiner Friedrich tiene en el Soho. En realidad, es una sola pintura en 83 partes. Cada parte tiene un tamaño de 132,1 por 193 cm y todas ellas son similares, excepto en el color. Las he titulado “Shadows” (Sombras) porque están basadas en la fotografía de una sombra en mi oficina. Es una serigrafía sobre la que paso una mopa con pintura.Comencé a trabajar en ellas hace algunos años. Pero cuando más trabajo es durante los fines de semana, porque entre semana suele venir gente a charlar un rato.La(s) pintura(s) no están en venta. La Lone Start Foundation las va a exponer y es la propietaria.Alguien me preguntó si pensaba que eran arte, y yo respondí que no. En la fiesta de inauguración se celebró una fiesta disco. Por eso, creo que podrían considerarse “decoración disco”.
Esta exposición será como las demás. Las críticas serán malas, las críticas que me hacen siempre lo son. Pero las críticas de la fiesta serán excelentes.Hice colgar las(s) pintura(s) a la altura de la vista. Más abajo, la gente les habría dado patadas, sobre todo en la fiesta. El único problema que surgió durante el montaje tuvo que ver con el suelo de la galería. Un extremo de la galería es 30 cm más alto que el otro.
Pero los chicos me ayudaron y, cuando acabamos, nos fuimos a almorzar. Yo comí pepinillos en vinagre y bebí agua Evian para empezar; luego, Perrier Jouet.
La galería estaba preciosa. Es un espacio sencillo, limpio. Mi muestra de Mao fue más amplia, pero esta es la mayor exposición que he hecho en Nueva York en muchos años.
Cuando terminamos, di un paseo con algunos amigos. Nos detuvimos en la galería de Ivan Karp, O.K. Harris. Me dijo que hay mucha gente haciendo ahora sombras en el mundo del arte. No lo sabía.
Luego, cruzamos la calle y entramos en la galería de Holly Solomon. Siempre me gusta comprobar si el arte que se expone en la acera de enfrente es mejor que el mío”.

http://warhol.guggenheim-bilbao.es/exposicion

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