El autógrafo del drama
lírico Curro Vargas, compuesto por
Ruberto Chapí (1851-1909) se encuentra en el Departamento de Música y
Audiovisuales de la BNE como parte del legado personal del autor.
El británico Graham
Vick asume este viernes el reto de dirigir la obra en el teatro de la Zarzuela con
un montaje casi íntegro, inédito desde su estreno.
La partitura de
orquesta original está encuadernada en tres volúmenes que se corresponden con
cada uno de los tres actos en que se estructura la obra. Después de la
doble barra final de cada uno de los actos, Chapí indica su terminación,
rubricada con su firma: 20 de agosto de 1898 en el primer acto, 9 de septiembre
de 1898 en el segundo y 4 de diciembre de 1898 en el tercero.
Según reza en la
portada del primer volumen, el compositor dio por finalizada la obra el 6 de
diciembre de 1898. Solo cuatro días después se estrenó en el Teatro del Circo, situado en la Plaza del Rey de Madrid en el mismo solar que hoy
ocupa la Secretaría
de Estado de Cultura.
Los editores, atentos
siempre a la música de más éxito, producían los fragmentos más populares en
reducción para piano o para canto y piano para responder a la demanda de
particulares, salones y cafés. El editor Pablo Martín publicó, inmediatamente
después del estreno de Curro Vargas,
la partitura completa para voz y piano y también números sueltos en la misma
presentación musical o en reducción para piano. Pero de la pervivencia de la zarzuela Curro Vargas no sólo dan testimonio las distintas
ediciones y copias manuscritas de su música, sino también los libretos y las
producciones fonográficas, desde los primeros rollos de pianola y discos de pizarra hasta
los soportes actuales; algunos ejemplares de estos documentos se pueden
consultar en la Biblioteca Digital
Hispánica.
No es la primera vez
que las fuentes primarias musicales que conserva la Biblioteca Nacional
sirven para el acercamiento más riguroso a la interpretación y al estudio de
las obras. El Instituto Complutense de Ciencias Musicales publicará
próximamente la edición crítica de Curro
Vargas basándose en la fuente principal que no es otra que la partitura de
orquesta original que los herederos de Ruperto Chapí depositaron en 1940 en la BNE, junto con la totalidad
del archivo personal del músico que incluía algunos objetos personales como un
retrato fotográfico, una de sus batutas y un piano mesa que está expuesto en la Sala Barbieri.
A través de la
aplicación específica que la BNE
diseñó para la descripción de los archivos personales de autores españoles, se
puede acceder a la información sobre el fondo Ruperto Chapí y a los distintos
documentos que lo componen.
La partitura autógrafa
de Curro Vargas se consideró
documento imprescindible en el primer proyecto de digitalización de la BNE cuyo criterio de selección
de obras musicales no podía dejar de atender al género lírico español.
El acceso a las fuentes
musicales, gracias al trabajo de conservación, catalogación y digitalización,
facilita la recuperación en los escenarios de un repertorio que, en un altísimo
porcentaje, se interpretó únicamente en las fechas cercanas a su
composición.
La colaboración entre
musicólogos, intérpretes y bibliotecarios especializados permite que la música depositada
en las estanterías se coloque en los distintos escenarios de audición.
- Partitura original manuscrita (Archivo personal Ruperto Chapí). Signatura M.Chapí/17-19
- Partitura de canto y piano (Edición de Pablo Martín, 1899). Signatura M/2986
- Libreto (1899). Signatura T/14745
- Rollos de pianola (1924 y 1925). Signaturas Rp/64 y Rp/1379
- Disco de pizarra (1949). Signatura Ds(188/14
El enlace a la descripción del archivo personal de Ruperto Chapí en la
Base de Datos de Archivos personales es:
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