Del 7 de febrero al 4 de mayo en La Casa
Encendida
Loïe Fuller y
“Generación 2014”, inauguran el año expositivo de La Casa Encendida
La exposición
“Escenarios del cuerpo. La metamorfosis de Loïe Fuller” celebra la obra de esta
artista de vanguardia través de fotografías, documentos y películas
provenientes de colecciones europeas y estadounidenses
Generaciones es
la convocatoria de Fundación Caja Madrid para promover el trabajo de jóvenes
creadores y difundir las propuestas artísticas entre la crítica especializada y
el público general.
Comisariada por Aurora
Herrera, “Escenarios del cuerpo. La metamorfosis de Loïe Fuller” celebra
la obra de esta artista de vanguardia a través de fotografías, documentos y
películas provenientes de colecciones europeas y estadounidenses, tales
como las que atesoran Bibliothèque National de France, The New York Public
Library, Maryhill Museum, Musée Rodin o Musée d’Orsay, entre otras
instituciones y colecciones particulares. La muestra incluye, además, un video
de 15 minutos de duración, realizado, exclusivamente para la exposición, por La
Ribot en colaboración con Carles Santos.
Loïe Fuller (Illinois, 15 de enero de 1862 – París, 1 de enero de 1928)
fue una de las figuras más relevantes e influyentes en el medio artístico
del siglo XX. El personaje que ella misma encarnaba, sus creaciones
coreográficas y sus innovaciones técnicas han influido notablemente en las
aportaciones conceptuales y logros de coreógrafos, realizadores, directores
teatrales y cinematográficos, pintores, escultores, arquitectos y demás
artistas performativos de nuestra época.
Mundialmente conocida
a finales del siglo XIX por la creación de su famosa “danza serpentina”, fue
musa inspiradora del pabellón diseñado por Henri Sauvage para la Exposición
Universal de París en 1900. Löie Fuller ejerció una gran influencia en los
artistas de su tiempo, admirada por Stéphane Mallarmé, Auguste Rodin, Arthur
Symons, Henri Tolouse Lautrec, Koloman Moser, Pierre Roche, Raoul Larche,
Théodore Riviere, Jules Cheret, Umberto Boccioni, Giaccomo Balla o Anton
Pevsner, entre otros.
Su mundo creativo se
sitúa entre dos campos de investigación aparentemente disociados en su época:
por un lado su interés por las manifestaciones escénicas consideradas “
populares” como el vaudeville, operetas en pequeños teatros o la danzas de
género menor como la del skirt, muy popular a finales del siglo XIX. Por otro
lado la atracción por la ciencia, el espíritu de investigación y la seducción
que le producían las nuevas tecnologías. Esta confluencia entre universos
nativos y electivos construyeron un personaje nada común en su momento pero al
que podríamos calificar en nuestro tiempo como moderno.
La muestra se completa
durante los meses de marzo y abril con “Intermitencias del asombro”, un
ciclo de propuestas escénicas, conferencias, cine y documentación que se
desarrolla en paralelo a la exposición y que, desde lo escénico como medio o
temática, relaciona el legado de Loïe Fuller con las prácticas artísticas
actuales.
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