viernes, 20 de septiembre de 2019

"LA PINTURA, UN RETO PERMANENTE" (desde 24 octubre) Y LUJO-DE-LOS-ASIRIOS-A-ALEJANDRO-MAGNO. CAIXAFORUM MADRID

NUEVA EXPOSICIÓN EN CAIXAFORUM MADRID: "LA PINTURA, UN RETO PERMANENTE" DESDE 24 OCTUBRE 2019

La evolución de la pintura contemporánea a través de la Colección "la Caixa" protagoniza la nueva gran exposición de CaixaForum Madrid


     La pintura, un reto permanente aporta una nueva mirada alrededor de una disciplina artística que lleva décadas en el centro de la polémica de las prácticas contemporáneas.

      A lo largo de los últimos treinta años –desde la creación de la Colección "la Caixa" de arte contemporáneo- la pintura ha asumido la hibridación y la pérdida de las fronteras entre disciplinas artísticas y ha dejado de estar restringida a la superficie de la tela. Ha adoptado nuevas formas, ha establecido alianzas con otras disciplinas, o ha mantenido con mayor o menor intensidad su pureza.

      La nueva exposición organizada por "la Caixa" explora esta evolución a través de 33 obras de una treintena de artistas, la mayoría pertenecientes a la Colección "la Caixa". Entre los artistas destacan, entre otros, Gerhard Richter, Sigmar Polke, Sean Scully, Ángela de la Cruz, Juan Uslé, Guillermo Mora y Robert Ryman. El recorrido, que incluye numerosas nuevas adquisiciones y obras nunca expuestas hasta ahora en Madrid, ​​permite revisar las obras más antiguas de la Colección con ojos de hoy y observar las más nuevas con la referencia de una larga tradición.


EXPOSICIÓN: DE LOS ASIRIOS A ALEJANDRO MAGNO


Marfiles, joyas, relieves, vidrio, oro y metales de todas las partes del antiguo Oriente Próximo nos muestran la importancia del lujo en las relaciones de comercio y poder de las antiguas civilizaciones.

En esta exposición se hace un extenso recorrido por la producción, variedad y valor de esos objetos preciados, desde el 900 hasta el 300 a.C.


LOS ANTIGUOS OBJETOS DE LUJO APORTABAN PLACER Y BIENESTAR. ALGUNOS FACTORES CLAVES PARA CONSIDERAR UN OBJETO COMO LUJOSO ERAN LA DISTANCIA O LA DIFICULTAD QUE SUPONÍA PRODUCIRLOS O ADQUIRIRLOS.


Los antiguos imperios asirios, babilónico, fenicio y persa tuvieron en común con Alejandro Magno el propósito y la codicia de extender su poder más allá de sus propios límites. Estos imperios ocupaban una área comprendida entre las actuales España e India, y formaban un corredor de comunicación y una zona de paso indispensable entre el mundo mediterráneo y Asia. Estos territorios fueron el escenario de luchas incesantes, conquistas y saqueos de toda índole, pero también de un intenso comercio de materias primas, metales preciosos y objetos manufacturados. De todo esto, nos ha quedado un testigo fehaciente en la excepcional calidad y refinamiento de los objetos de lujo adquiridos por las élites a lo largo de centenares de años.


La bella colección de objetos fascinantes que recoge esta exposición y que proviene de los fondos del British Museum nos ayuda a entender las culturas antiguas, que competían y a la vez interactuaban las unas con las otras mediante el consumo de objetos de lujo.

Estas civilizaciones llevaron a cabo interacciones complejas y en ámbitos diversos las unas con las otras, hasta el punto de generar una época de dinamismo y de gran prosperidad en una extensa región, que, a la larga, constituyó un gran premio para un             gobernante extraordinariamente ambicioso, Alejandro Magno.

RUEDA DE PRENSA

El jueves 19 de septiembre, a las 11 horas, tuvo lugar en Caixaforum Madrid, la presentación a los medios de la fantástica exposición sobre el universo de los Asirios a Alejandro Magno. Con una mesa absolutamente femenina esta vez (en ocasiones, en anteriores comparecencias del British Museum, que presta los objetos, habían venido dos responsables masculinos), con la presencia de las dos representantes de la institución catalana y por parte del British, Alexandra Fletcher, comisaria de la muestra y Nadja Race, encargada de las Relaciones Internacionales del organismo inglés).
Pausado, relajante y como en susurro este encuentro donde solo se oían los habituales flashes de los gráficos, interminables, que se podrán apreciar en la grabación live. 
Más que las aportaciones al uso, extraídas de los muros o catálogos, dossier de prensa y vídeos de la exposición, algunas reflexiones más personales.
¡Cuánto tiempo ha pasado desde que acudía, como a un santuario, cada día, a escuchar una conferencia en inglés al British Museum, a una hora o más de metro de Hampstead, donde vivía entonces en Londres!
Entonces pensábamos que todo lo bueno, la excelencia, estaban aún por llegar.
Nuestras propias guerras particulares y las internacionales, políticas, económicas, territoriales, de rapiña, nos demostraron que tal vez los grandes museos que en su día expoliaron los territorios que hoy son un montón de escombros (en Oriente Medio por ejemplo), al final acertaran en atesorar entre sus paredes frisos, parcelas de monumentos, objetos preciosos. Porque de otra forma se hubieran perdido para siempre, en colecciones privadas cerradas al público, escondidas, destruidas, como las vidas de los descendientes de aquellos maravillosos artesanos, orfebres, sabios, que crearon imperios que todavía relucen en los mapas de la época como metáforas del poder enorme del ser humano para producir y acabar con todo a la vez.
Con el permiso de Melina Mercouri, la actriz y política griega que clamaba por la devolución de los frisos del Partenón, apresados en Atenas por Lord Elgin en su momento, nos alegramos de que todavía podamos contemplar el lujo de entonces como emblema de poder de los gobiernos que lo hicieron posible. Y reflexionar sobre ello...
Entonces como ahora, el status y el mando venían dados por estas figurillas, los atavíos para los corceles, la escritura, pero millones de artefactos y de vidas se han perdido en el curso de la historia.
Un carpe diem sonaría cruel y desafortunado entonces ante la contemplación de todo esto que el British y Caixaforum han concebido, compartido y plasmado en Madrid.
Pero, haciendo un corte moral, discriminando y separando fronteras de pensamiento y emoción, ¡qué maravilla todo! Como en la fortaleza de Aladino. Un cuento oriental, con el perfume intenso de lo que hemos conseguido (algunos más que otros) salvar de los desastres del hombre y de su historia y de su infinita capacidad para arrasar con todo, incluso con  la propia vida y la belleza.
Alicia Perris 

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