jueves, 13 de marzo de 2014

JOSEF ALBERS: MEDIOS MÍNIMOS, EFECTO MÁXIMO. FUNDACIÓN JUAN MARCH

A partir del viernes 28 de marzo, y hasta el 6 de julio, puede verse en la Fundación Juan March (www.march.es, Facebook, @fundacionmarch, +fundacionmarch) la primera retrospectiva que se ofrece en España del pintor abstracto norteamericano de origen alemán Josef Albers (1888-1976). Albers, diseñador, fotógrafo, tipógrafo, incluso poeta y, sobre todo, pintor abstracto, a menudo decía que uno de sus objetivos en el arte y en la vida era conseguir “el máximo efecto” por “medios mínimos”. Por eso la exposición que inaugura la Fundación lleva por título JOSEF ALBERS: MEDIOS MÍNIMOS, EFECTO MÁXIMO.

Compuesta por más de un centenar de obras y otras piezas -además de mobiliario, objetos, fotografías y diverso material documental-, la muestra ha sido concebida y desarrollada durante los últimos tres años en colaboración con la Josef and Anni Albers Foundation (Bethany, Connecticut).

El hilo conductor de esta exposición no es, a pesar de su carácter de retrospectiva, el simple recorrido cronológico por la obra del artista -un recorrido que ya de por sí sería enormemente enriquecedor e instructivo-, sino la consideración de la obra de Josef Albers como un proyecto tan coherente como peculiarmente dirigido por una decidida voluntad de simplicidad, por el uso productivo de medios y recursos intencionadamente limitados, por el respeto al trabajo manual y por el énfasis en la experimentación con el color, que desemboca en la materialidad de una obra de alto contenido poético y espiritual. La obra de Josef Albers es, decididamente, el resultado de una experimentada administración de recursos artísticos. Su arte es, en su totalidad, el resultado de una verdadera “economía de la forma”.

Salvo sus primeros pasos en el lenguaje expresionista típico de la Alemania de principios del siglo XX, la obra de Josef Albers está absolutamente regida por una economía de medios que constituye el auténtico principio rector de su práctica artística. Uno de sus primeros textos, publicado en 1928 bajo el título de “Werklicher Formunterricht”, empieza así: “vivimos en una  época orientada a la economía”; y añade: “en épocas anteriores era más importante la visión del mundo”. Sin embargo, la noción de economía manejada por Josef Albers no es la del intercambio de bienes, no es la limitada economía del mercado. Es economía en un sentido más profundo, más universal, es la economía de las relaciones de los seres humanos entre sí y con los objetos del mundo.



Desde esa perspectiva más amplia, esta exposición –y su catálogo– exploran también el proceso del trabajo artístico y la labor pedagógica, teórica y práctica, de Josef Albers. Pues Albers fue, también en este último campo, una figura muy especial: alumno y después maestro en la Bauhaus de Weimar y Dessau, docente en Black Mountain College y, finalmente, en la Universidad de Yale, su vida estuvo unida como la de apenas otro artista del siglo XX a los dos experimentos de enseñanza del arte más atrevidos del último siglo. La exposición intenta hacerse cargo de la fuerte vocación pedagógica de Josef Albers, incluyendo materiales y ejercicios de sus alumnos en la Bauhaus y en Yale (singularmente los de su última etapa universitaria, los trabajos de alumnos de Yale con los que Albers estructuraría su célebre Interaction of Color).

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