La cesión gratuita de 429
obras de la colección particular de la baronesa expiró ayer, lunes, sin un
acuerdo con Cultura.
Carmen Cervera, viuda del
barón Thyssen, se llevará parte de su colección fuera de España si las
negociaciones entre sus abogados y los del Ministerio de Cultura no logran
renovar el acuerdo existente entre ambas partes, que expiró ayer, lunes. En
total, se trata de 429 piezas, en su mayor parte de pintura europea,
depositadas por la baronesa desde 1999 en régimen de préstamo gratuito, en
virtud a un pacto con la Administración. De no llegarse a un acuerdo, el
destino del conjunto, valorado en 800 millones de dólares (unos 750 millones de
euros), aún no está claro.
La decisión no afecta al
grueso de las obras que cuelgan de las paredes del museo madrileño,
pertenecientes a la colección de Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza,
reconocido mecenas fallecido en 2002, que fueron adquiridas por el Estado en
1993 por 350 millones de dólares. Los dos conjuntos reúnen cerca de 1.000
piezas gran valor, principalmente de pintura desde el siglo XIII hasta el final
del siglo XX. La baronesa ha reiterado en todos estos años su deseo de que
ambas colecciones se expusiesen juntas. Para albergar la colección de la
baronesa, el Estado financió una ampliación del Museo Thyssen-Bornemisza que
proporcionó a la fundación un 50% más de superficie. Si no se llega a un
acuerdo, existe “un plan B” para reordenar la colección permanente en los
espacios de la fundación, según fuentes del ministerio.
Tampoco están comprometidas
las obras expuestas en el Espai Carmen Thyssen, en Sant Feliú de Guíxols, ni en
el Museo Carmen Thyssen de Málaga, que abrió sus puertas en 2011 y cuenta con
cerca de 300 obras de pintura española del siglo XIX, uno de los periodos
predilectos de la coleccionista. Este diario no pudo contactar ayer con
Cervera, aunque el 21 de enero dijo a EL PAÍS: “Ya me gustaría saber qué va a
pasar con los cuadros, pero me temo que son mis abogados los que están
negociando”.
El préstamo se firmó en
1999 por un plazo de 11 años. Desde que este venció, el pacto entre el
ministerio y la baronesa se ha ido prorrogando de año en año, hasta que en 2016
la ampliación del acuerdo se dio solo por seis meses debido al hecho de que el
Gobierno estaba en funciones, según se dijo entonces. La última de las
prórrogas venció ayer, lunes. El secretario de Estado de Cultura, Fernando
Benzo afirma que la situación quedará resuelta en un sentido u otro antes del
final de esta semana.
'Mata mua', obra de
Gauguin, de la colección Carmen Thyssen.
Fuentes del Ministerio de
Cultura aducen que la baronesa quiere disponer de su colección para vender
algunos de los cuadros más importantes, como ya hizo en julio de 2012, cuando,
ante su necesidad de “conseguir liquidez”, Cervera colocó en una subasta
celebrada en Londres por 27,89 millones de euros el cuadro La esclusa (The
Lock), de John Constable, una de las joyas de su colección privada. Según los
términos del acuerdo actual, la baronesa tiene derecho a vender un 10% del
valor total de su legado, fijado en 800 millones de euros. La venta del
constable, que se vivió como una merma del patrimonio artístico conservado en
España, supuso menos del 5%.
Las principales joyas
El secretario de Estado de
Cultura y el ministro, Íñigo Fernández de Vigo, confirmaron ayer en
conversación con este diario que aquella enajenación “no debió permitirse y que
la prohibición de vender nuevas piezas debe formar parte del acuerdo”. Entre
los títulos más relevantes de la colección de la baronesa desde el punto de
vista de su valoración en el mercado del arte destacan Mata Mua, cuadro
emblemático de Paul Gauguin, artista escasamente representado en las
colecciones españolas, Campo de trigo, de Pierre-Auguste Renoir, El puente de
Charing Cross en Londres, de Claude Monet; Mujer y dos niños junto a una
fuente, de Francisco de Goya o Santa Marina, de Zurbarán.
Guillermo Solana, director artístico
de la Fundación Thyssen, explica que en las sucesivas negociaciones el número
total de los cuadros depositados ha ido disminuyendo de las 656 iniciales a las
429 ahora en cuestión. De esas, "entre 240 y 250 piezas de maestros
internacionales" están expuestas en el Palacio de Villahermosa, para cuya
remodelación se contó con el arquitecto Rafael Moneo. La fundación cumple en
2017 su 25º aniversario con un programa de exposiciones conmemorativas.
Cervera anunció hace dos
semanas la apertura de un nuevo museo con su nombre, el tercero, tras los de
Málaga y Sant Feliú de Guíxols (Girona) en Andorra, donde tiene su domicilio
fiscal. En el principado también tiene fijada su residencia Borja, hijo de la
baronesa, que se enfrenta a una petición de tres años de cárcel por un presunto
fraude de 630.000 euros, por fingir que vive fuera de España. Abrirá sus
puertas el 16 de marzo en la planta baja de un antiguo hotel.
La baronesa rechazó a
finales de 2010 una oferta del Ministerio de Cultura, dirigido entonces por
Ángeles González-Sinde, para alquilar su colección durante dos años por una
cantidad fijada con base en el cálculo que se estableció para el alquiler de la
colección del barón Thyssen antes de que fuera comprada en 1993.
La baronesa comenzó a
comprar obra a mediados de los años ochenta del pasado siglo con especial
interés por la pintura española, y, sobre todo, la catalana del siglo XIX, la
pintura holandesa del siglo XVII, el vedutismo del XVIII, el impresionismo, el
posimpresionismo y las primeras vanguardias.
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/01/30/actualidad/1485775510_409059.html
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