Hasta el 19 marzo 2017
La exposición investiga
cómo se han proyectado, construido e imaginado los espacios para el sexo en la
sociedad occidental desde el s. XVIII hasta nuestros días.
A través de unas 250 piezas, entre dibujos y
maquetas de arquitectura, instalaciones artísticas, audiovisuales, libros y
otros materiales, la exposición explora el poder que ejercen los espacios como
motor del deseo y muestra cómo la arquitectura ha contribuido al control de los
comportamientos y a la creación de los estereotipos de género en nuestra
sociedad patriarcal.
La muestra presenta algunos
de los proyectos que se han distinguido por subvertir los modelos tradicionales
y postular utopías de convivencia sexual o espacios privados concebidos
exclusivamente para el placer. Revisa las propuestas de Claude-Nicolas Ledoux,
Charles Fourier, Sade, Guy Debord, la arquitectura radical de los años sesenta
y setenta, Carlo Mollino, Adolf Loos, Nicolas Schöffer, Wilhelm Reich, la
arquitectura de Playboy y la obra de arquitectos y artistas contemporáneos.
«1.000 m2 de deseo»
sostiene la necesidad de revisar la vigencia e interés de algunos proyectos
especulativos radicales que parecen hablarnos directamente desde una distancia,
en algunos casos, de más de dos siglos. Invita a considerar cómo se construyen
las sexualidades de acuerdo a determinados códigos culturales sujetos a normas
corporales y discursivas, y cuál es el espacio del deseo y el placer en nuestra
sociedad.
La exposición pone de
manifiesto cómo la creación de ciertos paréntesis de resistencia a lo normativo
nacen sobre todo de la arquitectura informal y de la apropiación de lugares.
Evidencia cómo la práctica de la arquitectura ha estado dominada hasta muy
recientemente por hombres y que, en consecuencia, los espacios propuestos para
el placer se imaginan desde un deseo y una fantasía masculinos.
La arquitectura, como
diseño físico del espacio y como atmósfera, forma parte sustancial de nuestras
fantasías. Muchos de los espacios expuestos no se han realizado nunca, solo han
sido imaginados y se han construido a través del lenguaje o la imagen
proyectada.
La propuesta se desarrolla
en tres capítulos temáticos: Utopías sexuales, Refugios libertinos y Sexografías,
e incluye varios espacios autónomos que funcionan como «miniexposiciones»,
comisariados, cada uno de ellos, por diferentes especialistas: una reproducción
del Centro de Entretenimientos Sexuales de Nicolas Schöffer (Eléonore de
Lanvandeyra Schöffer y Guillaume Richard), un gabinete de lectura de ficción
libertina (Marie-Françoise Quignard), una instalación dedicada a la
arquitectura y a la revista Playboy (Beatriz Colomina y Pep Avilés) y una sala
de cine porno a la manera de las de los años setenta (Esther Fernández).
También presenta la
instalación de nueva creación Right Into Her Arms, de William Kentridge, que el
artista sudafricano ha realizado en el marco de su puesta en escena de la ópera
Lulú, de Alban Berg.
Comisarios:
Adélaïde de Caters, Rosa Ferré
http://www.cccb.org/es/exposiciones/ficha/1000-m2-de-deseo/223704
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