MAR DE MIGUEL
Sarcófago de Tadja
encontrado en Abusir el-Meleq NATURE COMMUNICATIONS
Los antiguos egipcios están
más emparentados con las poblaciones de Oriente Próximo, mientras que los
actuales lo están con poblaciones subsharianas
Egipto halla un escondite
con 17 momias intactas
La genética supone un arma
poderosa para establecer relaciones de consanguinidad. A partir de un pequeño
frotis de la boca los científicos realizan sin mayores problemas el análisis de
nuestro material genético mediante técnicas convencionales para proceder a su
estudio. Extraer el ADN de un habitante de otra época y poder estudiarlo,
requiere sin embargo de unas técnicas más sofisticadas que solo se pueden
aplicar cuando ese ADN ha llegado inalterado hasta nosotros. Encontrar estas
marcas y poder observar el paso de las civilizaciones en los genes de sus
habitantes es el objetivo de un equipo de investigadores del Instituto Max
Plank , que ha analizado el ADN de las momias del antiguo Egipto en busca de la
huella genética que dejaron a su paso otros pobladores, como los de la época de
Alejandro Magno. El estudio aporta sin embargo otro tipo de relaciones y
concluye que los egipcios del pasado están más emparentados con las poblaciones
de Oriente Próximo de lo que los egipcios modernos lo están ahora, una relación
que ha podido diluirse con el tiempo debido a las constantes interacciones
producidas en el Mediterráneo entre las culturas africanas, asiáticas y
europeas desde la época anterior a Cristo. Los egipcios actuales han adquirido
por otro lado un aporte genético subsahariano después del periodo romano.Los
investigadores, que han publicado sus conclusiones en la revista Nature
Communications, usaron el ADN mitocondrial (el que se conserva en una parte de
la célula distinta al núcleo) de 90 individuos de la antigüedad procedentes del
yacimiento arqueológico de Abusir el-Meleq y el genoma completo de tres momias
de la época pre-ptolemaica, ptolemaica y romana, cubriendo así un periodo de
1.300 años.
Mapa de Abusir el-Meleq en
Egipto ANNETTE GUENZELNATURE COMMUNICATIONS
El cálido clima de Egipto,
los altos niveles de humedad de muchas tumbas y los productos químicos
utilizados en las técnicas de momificación contribuyen a la degradación de este
ADN y a que su conservación en las momias egipcias sea poco probable. No
obstante, la aplicación de técnicas modernas de secuenciación y nuevos métodos
de autentificación de ADN antiguo ha contribuido al éxito de este estudio y
entender el parentesco de las antiguas poblaciones egipcias a partir de unos
restos que datan del año 1.400 a.C. al año 400 d.C.A modo de investigación arqueológica
a nivel molecular, el equipo liderado por el genetista Johannes Krause quería
identificar si los relatos que conocemos por la historia sobre la conquista y
el dominio de las civilizaciones habían dejado alguna marca en los genes de
estas poblaciones. "Queríamos probar si la conquista de Alejandro Magno y
otras potencias extranjeras ha dejado una huella genética en la población
egipcia antigua", ha explicado en una nota de prensa Verena Schuenemann,
coautora del grupo de investigación de Krause, en el que también participa la
Universidad de Tubinga El estudio ha revelado sin embargo que los antiguos
egipcios están relacionados con las poblaciones del Levante del pasado, así
como con los habitantes del neolítico de la Península de Anatolia y Europa.
"La genética de la comunidad de Abusir el-Meleq no sufrió ningún cambio
importante durante los 1.300 años que hemos estudiado, lo que sugiere que la
población estuvo relativamente poco afectada a nivel genético por la conquista
y el dominio extranjeros", ha afirmado Wolfgang Haak, del Instituto Max
Planck.Los datos que aporta el grupo de Krause apuntan además a que los
egipcios modernos comparten aproximadamente un 8% más de ancestros con las
poblaciones africanas subsaharianas que con los antiguos egipcios. "Esto
sugiere un aumento en el flujo de genes subsaharianos en Egipto en los últimos
1.500 años", ha añadido Stephan Schiffels, coautor del estudio. La mejora
de la movilidad a lo largo del río Nilo, el aumento del comercio a larga
distancia entre el África subsahariana y Egipto y la trata de esclavos
transahariana que comenzó hace aproximadamente 1.300 años pueden estar detrás
de estos resultados.en Alemania.
http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2017/05/30/592d822be5fdeaba678b45cd.html
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