martes, 9 de abril de 2019

VOX SE VISTE CON EL CAPIROTE


ULISES CULEBRO
Desde el Domingo de Ramos al de Resurrección vuelven los cirios y los tambores, las mantillas, los báculos, los faroles y ciriales, los olivos, los costaleros, las palmas y los Santos Sepulcros, las lágrimas de vidrio o de diamante, los penitentes azotándose con látigos.

Este año los autos sacramentales callejeros van a coincidir con la radiante primavera, que nunca llega sin flores. Ya dijo el poeta que la flor sabe ser blanca cuando es jazmín y morada cuando es lirio. Entre Dolorosas ceñidas de flores, el olor a incienso y a azahar, desfilarán los pasos procesionales y también los políticos mendicantes que van a pedir el voto.


En la Guerra Civil -y antes, cuando los románticos- los viajeros se quedaban alelados viendo a los legionarios izando Cristos de nogal que mostraban el miembro viril. Ilyá Ehrenburg se quedó sin habla cuando vio a una Virgen Dolorosa enjoyada como una duquesa y con vara de mando. En el entierro de Durruti oyó sonar un himno de Semana Santa.

Hasta los Papas han intentado quitar algunas escenas esperpénticas o truculentas: latigazos o penitencias excesivas. Pero todos los intentos de suprimir las procesiones -desde Godoy a Azaña, desde los anarquistas a Podemos- han sido inútiles. La afición se mostró intolerante con los que criticaron los toros o los nazarenos. Alfonso Grosso, autor de El capirote, una novela sobre la Semana Santa de Sevilla prohibida por la censura y publicada en México, fue zarandeado por las cofradías. Contaba la historia de un jornalero que va en una cuadrilla de costaleros y muere bajo el paso del Crucificado. Amenazaron a la esposa del escritor por teléfono: "Dile al cabrón de tu marido que le vamos meter el capirote por el culo".

Santi Abascal acaba de decir a Susanna Griso que sus posiciones no tienen que ver con cuestiones religiosas; como católico respeta las opiniones de Bergoglio, pero no las comparte: "No habla en calidad de Papa". En toda España, lo que atiza Vox es el entusiasmo por las tradiciones. Entusiasmo es una palabra griega que significa "emoción y acaloramiento de las entrañas". Vox está conectando con el inconsciente de una parte silenciosa de la población. En Cádiz proponen que la Semana Santa sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, no sólo por piedad, sino por negocio: "Que nuestra Semana Santa ostente tan preciado galardón aportará [...] a la hostelería en particular un importante balón de oxígeno que creará puestos de trabajo ante la demanda de visitantes que quieren ver [...] el paso de horquilla y sus maniguetas".

Esto es lo que vuelve: un partido que apoya las Borriquillas y las Santas Cenas y que, según algunas encuestas, se sitúa en tercera posición.

https://www.elmundo.es/opinion/2019/04/09/5cab6f5e21efa0ba668b45fa.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario