¡CUÁNTAS HISTORIAS DEL CURSO DE FRANCÉS EN NAVA DE LA ASUNCIÓN! ¡CUÁNTA NIEVE Y QUÉ FRÍO EN AQUELLAS CASAS! ¡CUÁNTO VIAJE Y QUÉ PELIGROS! PERO AQUÍ ESTOY, COMO ENTONCES, TRABAJANDO Y SOÑANDO. BESOS A TODOS LOS CONOCIDOS DE LA NAVA Y A TODOS MIS EX-ALUMNOS, HOY YA MAYORES, SIEMPRE RECORDADOS!...Y ENHORABUENA POR ESTOS ÉXITOS!
Alicia Perris
Jorge Dargel
Alicia Perris
Jorge Dargel
Nava de la Asunción, otro milagro del balonmano español
La pequeña localidad segoviana de unos 3.000 habitantes vive una fiesta cuando su equipo juega en casa, acudiendo casi uno de cada tres ciudadanos a su peculiar pabellón.
El conjunto
segoviano es el colíder de la División de Honor Plata tras lograr tres victorias
en tres jornadas a pesar de ser debutante en esta categoría.
Fichajes de renombre
como el de Lamariano, Alberto Camino o David Fernández refuerzan a una
plantilla modesta pero con grandes jugadores.
Este sábado jugará
por primera vez la Copa del Rey.
El pequeño pueblo
segoviano de Nava de la Asunción, de unos 3.000 habitantes, disfruta de un
verdadero milagro deportivo. Su club de balonmano, Viveros Herol Bm. Nava, es
capaz de congregar en su habitual 'parroquia' cada partido como local a casi de
uno de cada tres ciudadanos de esta localidad para ver este prodigio difícil de
explicar. Y es que el equipo de su tierra parece bendecido tras su debut
fulgurante en la División de Honor Plata en su primera temporada en esta
categoría.
Pero no hay nada de
divino en este fenómeno, tan sólo un proyecto deportivo austero, serio e
ilusionante que empezó en 1976 gracias a la pasión por este deporte de varios
hombres que anhelaban un equipo en su tierra. Uno de los grandes culpables de
su nacimiento y crecimiento hasta nuestros días es su actual presidente desde
hace 38 años, Quintín Maestro. «Cuando iba al colegio, había un profesor que le
gustaba el balonmano y trataba mejor a los alumnos que jugaban a este deporte,
y decidimos formar un equipo junto a otros chicos descartados del fútbol»,
explica los orígenes del club su máximo mandatario.
Ese conjunto fue
ascendiendo de categoría hasta llegar a su primer gran salto cualitativo cuando
en la temporada 2008/09 logró subir a Primera Nacional, con una plantilla íntegra
de Nava de la Asunción, donde destacaban cinco jugadores que en su periodo de
formación habían logrado el Campeonato de España Juvenil con el Bm. Valladolid.
Carlos e Ismael Villagrán, Alberto García, David de Diego y Miguel Ángel
Velasco fueron la columna vertebral del éxito logrado para el Bm. Nava, que el
pasado 4 de mayo de 2014 vivió hasta el momento la mayor gesta para el club
segoviano al ascender a División de Honor Plata tras haber disputado cuatro
fases de promoción a esta categoría en cinco campañas.
El único de ese
quinteto que no estuvo en el reciente e histórico hito conseguido por el equipo
segoviano fue el central Velasco, hasta la pasada temporada en el Naturhouse,
donde coincidió con Álvaro Senovilla, que ha regresado a su casa para dirigir
en esta nueva andadura al Viveros Herol tras cinco años en el conjunto riojano
como segundo de ‘Jota’ González. «El proyecto de este club es muy humilde, pero
cuenta con jugadores de categoría de la tierra y otros que por otras
circunstancias prefieren estar aquí», explica el técnico que llegó tras el
ascenso a Primera Nacional en 2009.
Que nombres
contrastados como los de Yeray Lamariano y Alberto Camino, o los prometedores
David Fernández, Nicolás López y Darío Ajo, decidieran fichar o volver al club
segoviano, dice mucho de cómo se están haciendo las cosas en esta entidad
totalmente amateur y familiar, pero que disfruta de una estructura profesional,
como demuestra su organigrama o su ejemplar trabajo con la base y que sus
partidos son televisados por streaming. «Los jugadores tan sólo reciben una
pequeña ayuda para los gastos de desplazamiento, pero aquí todos tienen sus
trabajos o sus estudios», destaca el presidente Quintín, en una plantilla donde
milita un policía, un economista o un carpintero.
Con la aportación
económica de pequeñas empresas o negocios y otra parte de las diferentes
instituciones públicas, el Bm. Nava ofrece un ejemplar e envidiable gestión
deportiva y financiera. «Los que nos ayudan como pueden han estado o siguen
ligados con el balonmano en este pueblo, ya fuera como jugadores o ahora como
padres o abuelos de chicos que militan en el club», comenta Maestro, que pone a
su principal patrocinador, Viveros Herol, como ejemplo, ya que su máximo
dirigente es vicepresidente de la entidad deportiva.
La pretemporada del
Bm. Nava mostró indicios del potencial que tiene este equipo, logrando grandes
resultados ante adversarios de mayor potencial como el Villa de Aranda o el Bm.
Zamora, o de rivales directos como el Bidasoa o el Atlético Valladolid. Pero lo
que nadie se esperaba es que tras tres jornadas en su primer año en División de
Honor Plata, encabece la tabla junto al Teucro después de vencer al Bordils,
Zarautz y Barça B, este último vigente campeón en las últimas tres campañas. «Somos
un equipo muy competitivo y luchador, que juega con mucha intensidad, con casi
el mismo bloque desde hace ya muchos años», enfatiza su entrenador.
Viendo los ejemplos
del Bm. Zamora o Bm. Benidorm, las dos grandes revelaciones de la Liga en su
primera campaña en la Asobal, es irremediable no ilusionares al observar
numerosas coincidencias, como una similar trayectoria ascendente o la política
de contar con gente de la cantera o de la provincia. Sin embargo, su máximo
mandatario y su técnico se muestran cautelosos. «La idea es terminar por encima
de los tres últimos», anhela el presidente, un deseo que comparte su
entrenador, puesto que «el objetivo es la permanencia".
Tres sedes para
entrenar y un ‘frontón’ para jugar
Pero si echamos un
vistazo al periplo que tiene que hacer la plantilla del Viveros Herol para
entrenar cada semana, el mérito de su espectacular arranque es aún más grande.
Y es que el equipo segoviano entrena en tres diferentes localidades debido a la
dispersa residencia de sus jugadores. «Los lunes y viernes entrenamos en Nava
(Segovia), los martes en Viana de la Cega (Valladolid), y los jueves en
Carbonero el Mayor (Segovia), ya que cinco jugadores viven en Valladolid, tres
en Madrid, uno en Palacio de Hoyuelos y diez en Nava de la Asunción», explica
Álvaro Senovilla, y que enfatiza en «la implicación y el compromiso de sus
pupilos para que funcione este puzzle».
El lugar para la
disputa de los partidos como local del conjunto segoviano también es curioso,
puesto que el Polideportivo Municipal de Nava es un frontón con mucha historia
y adecuado a la perfección para el balonmano. «Este recinto fue construido con
motivo del Europeo de Pelota de 1968, pero hasta que no haya dinero, no podrán
terminar el pabellón que llevan años construyendo», manifiesta su presidente.
Pero este peculiar recinto se ha convertido en todo un fortín gracias a la
sorprendente y fiel afición navense.
Un pueblo que vive
por y para el balonmano
Aquí es donde radica
el mayor milagro del club segoviano, porque Nava de la Asunción tiene unos tres
mil habitantes, y cerca de un millar suelen acudir a su habitual ‘parroquia’
cada vez que su equipo le necesita. Es decir, casi uno de cada tres lugareños
de esta localidad asiste para apoyar a su conjunto de balonmano que es una
auténtica religión, heredada y perpetuada por sus fervientes feligreses desde
1976. «En el pueblo se vive el balonmano, porque aquí en los bares se habla de
este deporte y ahora los que no valen para jugar a esta disciplina, prueban al
fútbol», se enorgullece Quintín Maestro, como también lo hace Álvaro Senovilla
apostillando al respecto que «cada quince días se celebra una fiesta cuando
juega el equipo».
Este sábado el
Viveros Herol Bm. Nava puede vivir su penúltimo prodigio en su primera
participación en la Copa del Rey ante el Bm. Torcal Antequera en la primera
ronda de esta competición. La fe mueve montañas...
https://www.marca.com/2014/10/04/balonmano/1412381852.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario