miércoles, 1 de mayo de 2019

EL BALONMANO EN NAVA ES UNA RELIGIÓN EN ESTE PUEBLO


¡CUÁNTAS HISTORIAS DEL CURSO DE FRANCÉS EN NAVA DE LA ASUNCIÓN! ¡CUÁNTA NIEVE Y QUÉ FRÍO EN AQUELLAS CASAS! ¡CUÁNTO VIAJE Y QUÉ PELIGROS! PERO AQUÍ ESTOY, COMO ENTONCES, TRABAJANDO Y SOÑANDO. BESOS A TODOS LOS CONOCIDOS DE LA NAVA Y A TODOS MIS EX-ALUMNOS, HOY YA MAYORES, SIEMPRE RECORDADOS!...Y ENHORABUENA POR ESTOS ÉXITOS!
Alicia Perris

Jorge Dargel

Nava de la Asunción, otro milagro del balonmano español

La pequeña localidad segoviana de unos 3.000 habitantes vive una fiesta cuando su equipo juega en casa, acudiendo casi uno de cada tres ciudadanos a su peculiar pabellón.
El conjunto segoviano es el colíder de la División de Honor Plata tras lograr tres victorias en tres jornadas a pesar de ser debutante en esta categoría.
Fichajes de renombre como el de Lamariano, Alberto Camino o David Fernández refuerzan a una plantilla modesta pero con grandes jugadores.
Este sábado jugará por primera vez la Copa del Rey.

El pequeño pueblo segoviano de Nava de la Asunción, de unos 3.000 habitantes, disfruta de un verdadero milagro deportivo. Su club de balonmano, Viveros Herol Bm. Nava, es capaz de congregar en su habitual 'parroquia' cada partido como local a casi de uno de cada tres ciudadanos de esta localidad para ver este prodigio difícil de explicar. Y es que el equipo de su tierra parece bendecido tras su debut fulgurante en la División de Honor Plata en su primera temporada en esta categoría.

Pero no hay nada de divino en este fenómeno, tan sólo un proyecto deportivo austero, serio e ilusionante que empezó en 1976 gracias a la pasión por este deporte de varios hombres que anhelaban un equipo en su tierra. Uno de los grandes culpables de su nacimiento y crecimiento hasta nuestros días es su actual presidente desde hace 38 años, Quintín Maestro. «Cuando iba al colegio, había un profesor que le gustaba el balonmano y trataba mejor a los alumnos que jugaban a este deporte, y decidimos formar un equipo junto a otros chicos descartados del fútbol», explica los orígenes del club su máximo mandatario.

Ese conjunto fue ascendiendo de categoría hasta llegar a su primer gran salto cualitativo cuando en la temporada 2008/09 logró subir a Primera Nacional, con una plantilla íntegra de Nava de la Asunción, donde destacaban cinco jugadores que en su periodo de formación habían logrado el Campeonato de España Juvenil con el Bm. Valladolid. Carlos e Ismael Villagrán, Alberto García, David de Diego y Miguel Ángel Velasco fueron la columna vertebral del éxito logrado para el Bm. Nava, que el pasado 4 de mayo de 2014 vivió hasta el momento la mayor gesta para el club segoviano al ascender a División de Honor Plata tras haber disputado cuatro fases de promoción a esta categoría en cinco campañas.
El único de ese quinteto que no estuvo en el reciente e histórico hito conseguido por el equipo segoviano fue el central Velasco, hasta la pasada temporada en el Naturhouse, donde coincidió con Álvaro Senovilla, que ha regresado a su casa para dirigir en esta nueva andadura al Viveros Herol tras cinco años en el conjunto riojano como segundo de ‘Jota’ González. «El proyecto de este club es muy humilde, pero cuenta con jugadores de categoría de la tierra y otros que por otras circunstancias prefieren estar aquí», explica el técnico que llegó tras el ascenso a Primera Nacional en 2009.

Que nombres contrastados como los de Yeray Lamariano y Alberto Camino, o los prometedores David Fernández, Nicolás López y Darío Ajo, decidieran fichar o volver al club segoviano, dice mucho de cómo se están haciendo las cosas en esta entidad totalmente amateur y familiar, pero que disfruta de una estructura profesional, como demuestra su organigrama o su ejemplar trabajo con la base y que sus partidos son televisados por streaming. «Los jugadores tan sólo reciben una pequeña ayuda para los gastos de desplazamiento, pero aquí todos tienen sus trabajos o sus estudios», destaca el presidente Quintín, en una plantilla donde milita un policía, un economista o un carpintero.

Con la aportación económica de pequeñas empresas o negocios y otra parte de las diferentes instituciones públicas, el Bm. Nava ofrece un ejemplar e envidiable gestión deportiva y financiera. «Los que nos ayudan como pueden han estado o siguen ligados con el balonmano en este pueblo, ya fuera como jugadores o ahora como padres o abuelos de chicos que militan en el club», comenta Maestro, que pone a su principal patrocinador, Viveros Herol, como ejemplo, ya que su máximo dirigente es vicepresidente de la entidad deportiva.
La pretemporada del Bm. Nava mostró indicios del potencial que tiene este equipo, logrando grandes resultados ante adversarios de mayor potencial como el Villa de Aranda o el Bm. Zamora, o de rivales directos como el Bidasoa o el Atlético Valladolid. Pero lo que nadie se esperaba es que tras tres jornadas en su primer año en División de Honor Plata, encabece la tabla junto al Teucro después de vencer al Bordils, Zarautz y Barça B, este último vigente campeón en las últimas tres campañas. «Somos un equipo muy competitivo y luchador, que juega con mucha intensidad, con casi el mismo bloque desde hace ya muchos años», enfatiza su entrenador.

Viendo los ejemplos del Bm. Zamora o Bm. Benidorm, las dos grandes revelaciones de la Liga en su primera campaña en la Asobal, es irremediable no ilusionares al observar numerosas coincidencias, como una similar trayectoria ascendente o la política de contar con gente de la cantera o de la provincia. Sin embargo, su máximo mandatario y su técnico se muestran cautelosos. «La idea es terminar por encima de los tres últimos», anhela el presidente, un deseo que comparte su entrenador, puesto que «el objetivo es la permanencia".

Tres sedes para entrenar y un ‘frontón’ para jugar
Pero si echamos un vistazo al periplo que tiene que hacer la plantilla del Viveros Herol para entrenar cada semana, el mérito de su espectacular arranque es aún más grande. Y es que el equipo segoviano entrena en tres diferentes localidades debido a la dispersa residencia de sus jugadores. «Los lunes y viernes entrenamos en Nava (Segovia), los martes en Viana de la Cega (Valladolid), y los jueves en Carbonero el Mayor (Segovia), ya que cinco jugadores viven en Valladolid, tres en Madrid, uno en Palacio de Hoyuelos y diez en Nava de la Asunción», explica Álvaro Senovilla, y que enfatiza en «la implicación y el compromiso de sus pupilos para que funcione este puzzle».

El lugar para la disputa de los partidos como local del conjunto segoviano también es curioso, puesto que el Polideportivo Municipal de Nava es un frontón con mucha historia y adecuado a la perfección para el balonmano. «Este recinto fue construido con motivo del Europeo de Pelota de 1968, pero hasta que no haya dinero, no podrán terminar el pabellón que llevan años construyendo», manifiesta su presidente. Pero este peculiar recinto se ha convertido en todo un fortín gracias a la sorprendente y fiel afición navense.
Un pueblo que vive por y para el balonmano
Aquí es donde radica el mayor milagro del club segoviano, porque Nava de la Asunción tiene unos tres mil habitantes, y cerca de un millar suelen acudir a su habitual ‘parroquia’ cada vez que su equipo le necesita. Es decir, casi uno de cada tres lugareños de esta localidad asiste para apoyar a su conjunto de balonmano que es una auténtica religión, heredada y perpetuada por sus fervientes feligreses desde 1976. «En el pueblo se vive el balonmano, porque aquí en los bares se habla de este deporte y ahora los que no valen para jugar a esta disciplina, prueban al fútbol», se enorgullece Quintín Maestro, como también lo hace Álvaro Senovilla apostillando al respecto que «cada quince días se celebra una fiesta cuando juega el equipo».

Este sábado el Viveros Herol Bm. Nava puede vivir su penúltimo prodigio en su primera participación en la Copa del Rey ante el Bm. Torcal Antequera en la primera ronda de esta competición. La fe mueve montañas...

https://www.marca.com/2014/10/04/balonmano/1412381852.html

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