Se trata del modelo de terracota original de 'Diana y Endimión'. El Museo del Louvre define el descubrimiento como algo 'completamente sensacional'
Terracota conservada en Torre Arias del grupo escultórico
Diana y Endimión. ÁLVARO BONET
ANA Mª
NIMO
"El hallazgo vino a raíz de que vinieran los problemas con Torre
Arias", explica Alberto Tellería, vocal técnico de Madrid, Patrimonio y
Cultura. Se refiere a la suspensión,
el pasado febrero, de la ejecución del Plan Especial elaborado por el Gobierno
municipal que contemplaba el
derribo de algunos elementos arquitectónicos de la antigua quinta,
cuyo origen se remonta al siglo XVI. Fue entonces cuando Raquel López, entonces concejal de IU,
fotografió el interior del palacio que marca el epicentro de la finca de 17
hectáreas.
Fueron los ojos expertos de Tellería los que atisbaron a reconocer un
tesoro ignorado entre las fotos de la concejala. Un examen más minucioso de la
obra permitió confirmar que sus sospechas eran ciertas: se trataba de la
escultura original de terracota de Diana y Endimión, del gran
escultor barroco francésMichel-Ange
Slodtz. "Es una obra de indiscutible valor artístico", apunta
el experto.
La pieza, fechada y firmada por su autor -"M A SLODTZ F R 1738"- sirvió de modelo para su famosa
versión en mármol, datada hacia 1740 y que pertenece a una colección privada de
Ginebra. La escultura no figura en el "escaso" listado del Plan
Especial de Protección de Torre Arias elaborado por el Ayuntamiento de Madrid
lo que evidencia que desconocían la presencia en el palacio de una pieza clave
de la escultura barroca francesa del siglo XIX.
Este grupo escultórico, del que el presidente Thomas Jefferson confesó estar "enamorado", representa
el acercamiento de la diosa Diana a Endimión, un pastor del que se había
quedado prendada y al que sólo se aproximaba cuando dormía.
Tellería envió al Museo de
Louvre un informe sobre la escultura para conocer la opinión de
Guilhem Scherf, Conservador Jefe del Patrimonio a cargo de las esculturas del
siglo XVIII del Museo. Éste contestó hace apenas dos días refiriéndose al
descubrimiento como algo "completamente
sensacional" y expresando su deseo de conocer su bagaje.
Desandar los pasos
"No sabemos de dónde viene, es
posible que procediera de Roma o de París, donde Slodtz trabajó varios
años". La finca perteneció a la aristocracia madrileña desde el año 1600
hasta que en 1986 su última propietaria, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, la
donó al Ayuntamiento de Madrid.
"Lo más probable es que la
escultura fuera adquirida por los
marqueses de Torre Arias, grandes coleccionistas de arte, en el siglo XIX. Pero para conocer su
origen a ciencia cierta habrá que consultar varios archivos e inventarios".
Mientras que los defensores del
patrimonio cultural de Madrid intenta desandar el camino recorrido por la
estatua, ésta tendrá que ser restaurada puesto que presenta varios desperfectos
notables como la pérdida de la cabeza del lebrel y de los dedos de las manos y
cayado de Endimión. "Es
normal que esté dañada, fue modelada en arcilla -un material mucho menos
resistente que el mármol- para servir de modelo y ser reproducida", apunta
Tellería.
Éste señala en su informe que la de
terracota no presenta grandes diferencias con el grupo en mármol ginebrino
"aunque una inspección minuciosa permite detectar pequeñas variantes en el
modelado del terreno o los pliegues de las vestiduras".
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