El actor londinense fue uno de los
grandes malvados de Hollywood en 'Harry Potter', 'La jungla de cristal' y
'Robin Hood'
Alan Rickman, uno de
los actores británicos más prestigiosos de su generación, ha muerto en Londres
a los 69 años, víctima de un cáncer, según ha confirmado su familia. Pocas
veces un intérprete famoso por encarnar a villanos en la gran pantalla ha sido
tan querido por su público.
Rickman, poseedor de una larga carrera en las tablas y ante las cámaras,
pasará a la historia por un trío de malos cinematográficos memorables. Primero
fue Hans Grube, el enemigo de Bruce Willis enJungla
de Cristal (1988), un papel que se le ofreció a los dos días de llegar
a Holywood con 41 años. Después vino el profesor Snape, malvado pero con mucho
que rascar en su interior de la exitosísima saga Harry Potter. Y por
último, el despótico sheriff de Nottingham que persigue a
Kevin Costner en Robin Hood: príncipe de los ladrones, papel
que le valió un premio Bafta en
1991. A ese terrorífico trío habría que añadir su más reciente papel de Rasputín en
el telefilme de HBO de 1996, que le valió un Globo de Oro y un Emmy, y el no menos
malvado juez Turpin de Sweeney Todd, en 2007.
Su voz grave, su dicción perfecta,
su mirada enigmática y su presencia imponente le convirtieron en el villano
perfecto. Pero también dejó grandes papeles en otros registros. Trabajó en Truly,
Madly, Deeply, dirigida por Anthony Minghella en 1990. Y cuatro años
más tarde encarnó al Col Brandon en Sentido y sensibilidad, de
Ang Lee. El director taiwanés, tras conocer la noticia de su muerte, ha
descrito a Rickman como “un gran ser humano” y “un actor brillante y
conmovedor”.
En Sentido y sensibilidad trabajó
con Emma Thompson,
con la que volvería a coincidir en diversas ocasiones, entre ellas, en Love,
actually (2003). Rickman contó con la actriz y su madre, Phyllida Law,
en su debut en la dirección, The winter guest (1997). Habría
que esperar 17 años para que se pusiera de nuevo detrás de la cámara(A
Little chaos, 2014).
Pero su talento se forjó en los escenarios de teatro, a los que regresó
durante toda su carrera. Rickman, nacido el 21 de febrero de 1946 en el barrio
londinense de Hammersmith, estudió en la prestigiosa Royal Academy of Dramatic
Arts. Después se integró en la Royal Shakespeare Company.
Su salto a la fama se produjo con la adaptación de Christopher Hampton de Las
amistades peligrosas en 1986, papel que le proporcionó una nominación
a los Tony. En aquel montaje compartió escenario con Lindsay Duncan, con quien
volvería a coincidir en 2002 en Private lives, de Noël Coward.
Después de 50 años de convivencia, Rickman se casó en 2012 con su novia de
colegio Rima Horton, economista y cargo municipal del Partido Laborista. El
actor también mantuvo su militancia laborista a lo largo de toda su vida
adulta. Jeremy Corbyn,
el líder del partido, fue uno de los primeros en rendir homenaje en Twitter a
“uno de los mejores actores de su generación”.
Rickman falleció meses antes del estreno de dos películas que ya había
terminado de rodar: Eye in the sky, un thriller en
el que comparte cartel con Helen Mirren y Aaron Paul, y Alice through
the looking glass, cuyo estreno está previsto para finales de año, en
la quepone su voz
profunda a la oruga azul del país de las maravillas.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/01/14/actualidad/1452776256_301988.html
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