martes, 19 de septiembre de 2017

UN RECORRIDO EMOCIONANTE POR EL ARTE Y LA HISTORIA DE LAS RELIGIONES Y LA PINTURA. LUTERO Y LA REFORMA. MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA

Madrid, Lunes 18 de septiembre, 2017

Nuevo "parcours"por las obras de la colección permanente. El Museo Thyssen-Bornemisza, en colaboración con la Embajada de Alemania y la Fundación Goethe, presentan un interesante y original recorrido temático por sus salas. Lutero y la Reforma ilustra a través de una selección de obras de artistas como Lucas Cranach, Alberto Durero, Nicolas Maes o Zurbarán, los hitos de esta importante revolución religiosa iniciada por Martín Lutero, de la que en 2017 se cumplen 500 años.


Asistieron a la presentación el embajador de Alemania, Peter Tempel; el consejero de cultura de la Embajada de Alemania, Christoph Dorschfeldt; la directora de la Fundación Goethe, Claudia Remus y el director gerente del Museo, Evelio Acevedo. Este último con el embajador Peter Tempel presentaron el acto.

A continuación, tuvo lugar una visita guiada por el recorrido, una fuente de información didáctica y bien presentada por la guía del Museo Inés Carriedo, que con todo lujo de detalles, insistió en las correlaciones entre las premisas de la religión reformada por Lutero y los cambios que esta estableció en Europa, en gran parte contra los abusos del catolicismo imperante, con una forma distinta de pensar la historia y de acoplar el arte a esa renovada cosmovisión. Los  datos diferentes de una forma rupturista de percibir la Biblia, los santos, las imágenes, las bulas, la divinidad, el pueblo,el celibato, los idiomas vernáculos (se abandona el latín en los libros sagrados), las élites y los gobernantes, que van a trasladarse a la pintura y otras formas de creación. En el relato de Inés Carriedo tampoco estuvieron ausentes, aparte de los pintores de la escuela holandesa y "alemana"  muy especialmente al final, Zurbarán y uno de sus cuadros más emblemáticos, Santa Casilda, abajo en la imagen. No solo en Europa aparecieron los profundos cambios religiosos, artísticos, sociales y geopolíticos, sino que, aparte de las influencias de otro reformado, Calvino, Carriedo explicó muy bien, como sobre un mapa, las derivaciones que este verdadero terremoto espiritual y temporal llevó más allá del Atlántico, también a los territorios del Imperio español en tiempos de Felipe II. Y sorprendente pronunciación del alemán, además. Como dicen en los entornos líricos, ¡brava, Inés!



Una vez más la Embajada de Alemania y el Museo Thyssen, en favorable conjunción planetaria, contribuyen a continuar en la búsqueda de renovados descubrimientos artísticos, leídos de otra manera. Esos, que, al principio de forma imperceptible hasta llegar a la categoría de huracán, permiten dibujar una constelación histórica y artística que conmocionaron los últimos espasmos de una Edad media que se prolongó tal vez excesivamente.

Un reconstituyente café completo (empiezan a ser frescas las mañanitas de la capital) servido de manera regia en la terraza del Museo, contemplando por encima de nuestras cabezas los árboles veteranos y exuberantes de los alrededores, que en su día la baronesa Thyssen defendió a capa y espada,  sugieren la certeza de un otoño anunciado.

Texto y foto, Alicia Perris

Imagen arriba: Lucas Cranach el Viejo. Retrato del emperador Carlos V, 1533 (detalle). Museo Thyssen-Bornemisza  



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