Una misión italotunecina ha
hallado en Nabeul (Túnez) restos de la antigua ciudad romana de Néapolis que se
extienden sobre 20 hectáreas bajo el mar y que confirman, según los
arqueólogos, que un tsunami engulló una parte de la urbe en el siglo IV.
«Es un gran descubrimiento»
porque corrobora los relatos de la Antigüedad, explica Mounir Fantar, director
de la misión arqueológica. El equipo tiene ahora «la certeza de que Néapolis
sufrió un seísmo» que data del 21 de julio del año 365 después de Cristo, según
el relato del soldado e historiador Amiano Marcelino, y que golpeó con dureza
Alejandría y Creta.
Un equipo conjunto del
Instituto Nacional del Patrimonio tunecino (INP) y de la universidad italiana
de Sassari ha realizado prospecciones submarinas que han dado con calles,
monumentos y sobre todo cerca de un centenar de cubas que servían para la
producción de «garum», un condimento a base de pescado que gustaba mucho a los
romanos.
«Este descubrimiento nos
permite tener la certeza de que Néapolis era un gran centro de producción de
garum y de salazón, probablemente el mayor del mundo romano. Y que los notables
de Néapolis debían su fortuna al garum», añade Fantar.
El preciado garum, cuyo
gusto se parecía al de la salsa de pescado vietnamita, se transportaba en
ánforas «que se exportaron a través de la mayor parte del Mediterráneo y que
construyeron puentes entre las diferentes ciudades» en la región, según el
investigador.
La misión arqueológica
comenzó sus trabajos en 2010 en busca del puerto de Néapolis, que fue en sus
inicios un enclave cartaginés evocado por el historiador griego Tucídides antes
de convertirse en una colonia del Imperio romano. Neápolis no aparece en muchos
documentos porque se puso del lado de Cartago contra Roma durante la tercera
guerra púnica, entre los años 149 a. C. y 146 a. C., según The Independent.
Durante este verano y
gracias a unas condiciones climáticas particularmente favorables a las
búsquedas submarinas, los arqueólogos han encontrado cerca de la costa restos
de la ciudad que se extienden por 20 hectáreas.
Al seísmo que sufrió en el
año 365 d.C. le siguió un tsunami que inundó una parte de Néapolis y las industrias
de salazón tuvieron que ser reubicadas.
Fantar cree que hoy «lo más
importante no es excavar, sino conservar» estos restos y conservar la zona en
«una reserva arqueológica para las generaciones futuras».
http://www.abc.es/cultura/abci-hallan-tunez-ciudad-romana-neapolis-quedo-sumergida-tsunami-201709051441_noticia.html
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