La muestra anual repasa, de
247 obras, los tres siglos de historia bajo el dominio de los Románov.
Kandinsky y Rusia muestra la faceta más espiritual del creador de la
abstracción y artista más influyente del arte ruso de todas las épocas
Hace cien años caía la
monarquía en Rusia. La abdicación del zar Nicolás II supuso el epílogo a tres
siglos de historia bajo el dominio de la dinastía Románov. Coincidiendo con el
centenario de estos históricos acontecimientos, la Colección del Museo Ruso de
San Petersburgo / Málaga acogerá desde mañana una nueva exposición anual que
bajo el título La Dinastía Románov permite a los visitantes revivir con detalle
aquel periodo comprendido entre 1613 y 1917 a través de 247 obras de más de un
centenar de artistas.
Al mismo tiempo, el centro
inaugura también su exposición temporal Kandinsky y Rusia, compuesta por 78
piezas -29 de ellas, obras de Kandinsky (21 óleos, 7 xilografías y una
cerámica)- que aporta una visión diferente del genio y creador de la abstracción,
en una muestra cargada de emociones y espiritualidad.
Las nuevas exposiciones,
que han supuesto la completa renovación del centro, han sido presentadas esta
mañana por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la concejala de
Cultura, Gemma del Corral; el director del Museo Ruso de San Petersburgo,
Vladimir Gúsev; la comisaria de la exposición Kandinsky y Rusia y directora
artística del Museo Ruso, Evgenia Petrova; el comisario de la exposición La
dinastía Románov, Pável Klímov; y el director de la Colección del Museo Ruso /
Málaga, José María Luna.
LA DINASTÍA ROMÁNOV (22 de
febrero de 2017- enero 2018)
La Colección del Museo Ruso
San Petersburgo / Málaga ofrece desde mañana una exposición exhaustiva y única
ya que nunca hasta ahora se ha podido reunir en Europa occidental una muestra
tan completa sobre este periodo de la historia rusa. La exposición está
articulada en torno a un discurso expositivo sólido y bien argumentado que
permite a los visitantes revivir con detalle los principales hitos de aquellos
tres siglos, conocer la evolución de la última dinastía rusa, la autopercepción
de la misma a través del arte palaciego y los hechos históricos que jalonaron
los trescientos años de reinado de los Románov.
La exposición está dividida
en once secciones. La primera de ellas constituye el prólogo a la historia de
los Románov y se centra en la figura de Iván el terrible, que entre sus esposas
tuvo a una Románov, para dar paso al inicio de la dinastía propiamente dicha,
desde el zar Miguel I hasta Nicolás II, último emperador ruso, decimoctavo de
su dinastía, que fue brutalmente asesinado junto a su familia en 1918. En esta
última sección se encuentra una de las obras más emblemáticas de la exposición,
un icónico retrato de Nicolás II, obra de Ilya Repin, artista más conocido de
la muestra, del que también destaca un óleo que recoge la boda de Nicolás II
con Alejandra Fiódorovna.
La exposición se nutre, a
partes iguales, de arte palaciego y cuadros de historia, la mayoría de ellos
pertenecen al siglo XIX, aunque también hay otros contemporáneos de los propios
hechos que narran. En ese sentido, destacan las
piezas del siglo XVIII sobre los reinados de Pedro I el Grande y
Catalina La Grande realizadas durante sus reinados. Las figuras históricas más
atractivas para el público son justamente Iván IV el Terrible, Pedro I,
Catalina II y Nicolás II.
Otro elemento llamativo de
la muestra es el gran formato de muchas de las piezas expuestas. Como
curiosidad, esta colección acogerá el cuadro de mayor tamaño que se ha colgado
en el centro. Se tata del Escarnio del cadáver de Iván Miloslavsky, de 2,25 m
de alto por 5,60 m de largo. Hasta ahora, el más grande había sido El rito del
beso, de 5 metros de longitud, obra de Konstantin Makovsky. Otro dato
anecdótico es que se puede contemplar un cuadro pintado por la propia zarina,
esposa de Alejandro III, quien retrató al cochero del zar.
Además de los cuadros de
historia, la exposición se compone de numerosos retratos de monarcas, elementos
usados en la corte rusa como cerámica y mobiliario, así como esculturas. Merece
la pena detenerse también en la máscara funeraria de Pedro El Grande, realizada
en bronce, en 1725, a partir del molde de cera que le recubrió el rostro nada
más fallecer.
KANDINSKY Y RUSIA (22 de
febrero de 2017- julio de 2017)
La exposición temporal
Kandinsky y Rusia se compone de 78 piezas, 29 de ellas piezas de Kandinsky
procedentes del Museo Ruso de San Petersburgo y de otras colecciones públicas y
privadas de Rusia, que comparten espacio con autores de iconos, grabados
conocidos como lubok y elementos etnográficos como cestas, trineos, juguetes,
ruecas, piezas textiles… Se trata de una exposición sugerente que desvela
nuevas facetas del creador de la abstracción. Una muestra en la que se aprecia
con claridad la influencia de Rusia y sus artes populares en la obra del genio;
y a su vez, la notoria influencia de Kandinsky en Rusia y sus artistas. Podrá
visitarse hasta el mes de julio.
Kandinsky, autor del libro
“De lo espiritual en el arte”, imprime en esta exposición esa espiritualidad y
sentimiento que recorre el autor hasta llegar a la abstracción y su desarrollo
pleno desde este nuevo estilo revolucionario. Kandinsky y su círculo se
inspiraban en las viejas tradiciones rusas, dando paso a fórmulas
expresionistas para terminar desarrollando una abstracción que tendrá como
inspiración original esas formas y colores de la Rusia eterna.
Entre las piezas más
emblemáticas del artista más influyente del arte ruso de todas las épocas
destacan Improvisación nº 11 (1910), Mancha Negra I (1912), Cuadro con orla
blanca (1913), Cuadro con puntas (1919) y En blanco I (1920). Todas ellas
denotan el ánimo y las inquietudes del artista, como en el caso de Cuadro con
puntas, una composición abstracta que refleja su incomodidad con el régimen
soviético opuesto a esa espiritualidad que profesaba Kandinsky. También, se
pueden contemplar obras menos conocidas que el autor realizó sobre cristal,
piezas tan frágiles en las que se puede observar cómo el vidrio está fracturado
desde hace décadas.
Para que el visitante pueda
conocer con mayor profundidad el perfil de Kandinsky y su vinculación con otras
disciplinas artísticas, la Colección del Museo Ruso ha habilitado un espacio
didáctico complementario que bajo el título de Arnold Schönberg y Vassily
Kandinsky (22 de febrero-julio 2017) ahonda en la relación de amistad y mutua
admiración entre el compositor y el artista, una sala en la que se llegará a
entender cómo Kandinsky era capaz de hacer música con su pintura y cómo Schönberg
dibujaba entre partituras.
https://www.coleccionmuseoruso.es/noticias/la-coleccion-del-museo-ruso-se-renueva-totalidad-la-exposicion-anual-la-dinastia-romanov-la-temporal-kandinsky-rusia/
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