MATÍAS NÉSPOLO
Barcelona
El escritor
argentino Guillermo Martínez ganador del Premio Nadal 2019. Quique García.
El escritor
argentino se impone en el 75º aniversario del galardón de novela con 'Los
crímenes de Alicia', una continuación del texto llevado al cine por Álex de la
Iglesia
Como cada 6 de enero
el mundillo literario barcelonés se disponía a celebrar la gala del premio más
longevo, y puede que también prestigioso, de las letras españolas. Todo esto ya
es tradición, pero este año la fiesta era doble, porque se conmemoraban el 75º
Aniversario del Premio Nadal de Novela. No en vano, estaba invitada a la fiesta
Cristina Cerezales Laforet, para evocar sus recuerdos de infancia y, con ellos,
los orígenes del premio, que ganó su madre, Carmen Laforet, otra noche del 6 de
enero pero de 1945 con Nada.Y la sorpresa también fue doble, porque ocurrió
algo muy raro en la larga historia del galardón (sucedió sólo en cuatro
ocasiones y la última, un paisano del ganador en 1987 llamado Juan José Saer):
que se lo llevara un escritor latinoamericano. Y en esta ocasión recayó en
Guillermo Martínez (Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, 1962) por el
manuscrito de Los papeles de Guildford, presentado con el seudónimo de G.
Abierta la plica a concurso, el título definitivo de la novela es Los crímenes
de Alicia. Un título que recuerda al que encumbró a Martínez en 2003 con el
Premio Planeta Argentina y que fue llevado al cine en 2008 por Álex de la
Iglesia, con los papeles estelares de John Hurt y Elijah Wood: Los crímenes de
Oxford.La coincidencia no es inocente porque se trata de una continuación de
aquel celebrado thriller de misterio, pero en este caso la clave de todos los
enigmas no se encuentra en el reino de las ciencias matemáticas, sino que la
llave la tiene Alicia. Sí, la inmortal Alicia, de Lewis Carroll. Corre el año
1994 en la prestigiosa universidad británica y en el seno de una hermética
hermandad dedicada a Lewis Carroll se desencadena una serie de crímenes
espeluznantes. Quien pertenece a dicha hermandad es un viejo conocido para los
lectores de Guillermo Martínez, el profesor de Lógica Arthur Seldom. Y como en
la anterior novela, quien oficia de escudero, o de Watson, del viejo profesor
es el joven estudiante de matemáticas G (de allí el seudónimo con que la obra
fue enviada a concurso).Llegados a este punto conviene recordar que licenciado
en Matemáticas también es el autor, que realizó estudios doctorales en Oxford
los mismos años en los que se ambienta este segundo thriller. Lo cierto es que
la lógica matemática, al perecer, ahora tendrá un papel más bien secundario,
porque las claves de este nuevo misterio van cifradas en la simbología de un
universo con una lógica propia o desquiciada, si se prefiere. El universo de
Alicia en el país de las maravillas.El jurado del Nadal, integrado en esta
edición por Alicia Giménez Bartlett, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés
Trapiello y Emili Rosales destacó el saber hacer del argentino, que se inscribe
en la tradición de Jorge Luis Borges y de Umberto Eco, en el sentido de
potenciar y elevar la dimensión literaria de la clásica novela de intriga. Ésa
es la principal razón, según el tribunal, por la que Guillermo Martínez se hace
acreedor de los 18.000 euros de bote del Premio Nadal de Novela.En todo caso,
no es éste el primer premio importante que recibe Martínez, además del citado
Premio Planeta Argentina por Los crímenes de Oxford (publicada originalmente en
su país como Crímenes imperceptibles y traducida a 35 lenguas) en 2003, ya que
el ensayista de Borges y la matemática (2003), Gödel para todos (2009) o La
razón literaria (2016) también fue premiado por sus relatos breves. Ya su
primer libro de cuentos Infierno grande recibió el Primer Premio del Fondo
Nacional de las Artes en su país en 1989. Y otro tanto le ocurrió con los
relatos de Una felicidad repulsiva (2013), libro ganador del Premio Hispanoamericano
de Cuento Gabriel García Márquez.
https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2019/01/06/5c325274fc6c837e268b46d1.html
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