ÓPERA Se estrena el 12 de abril en Berlín
El director argentino-israelí Daniel Barenboim
junto a la coreógrafa Sasha Waltz, ayer en Berlín EFE
ROSALÍA
SÁNCHEZ Berlín
La Staatsoper de Berlín permanece envuelta en el misterio. En
todos los estrenos hay cierto secretismo, es comprensible, pero el 'Tannhäuser'
de este Festival de Pascua sigue presentándose a estas alturas como un
código cifrado del que únicamente dos personas poseen la clave: Daniel
Barenboim y Sasha Waltz.
"Solo puedo decirles que no va a ser nada de lo que ustedes
esperan", bromea el director con la intriga y la impaciencia de los
críticos, para terminar diciendo que van a experimentar "una nueva
dimensión de la ópera".
El director argentino-israelí, según aparece en el programa del
Festival de Pascua, estrenará una versión "bailada" de la ópera de
Richard Wagner 'Tannhäuser', con coreografía de Sasha Waltz. A la
'Staatskapelle' y al coro se sumarán 18 miembros de la compañía de danza de
Waltz, pero ni los músicos ni los cantantes tienen todavía una idea clara
de lo que va a ocurrir sobre el escenario.
Barenboim da pistas, explicando que en esta obra busca un
"concepto global" de la ópera, ofreciendo así la faceta más
contemporánea y actual de la música de Wagner tras la que se adivina un paso
más del director en la búsqueda que arrancó hace ya más de una década.
Barenboim, no lo olvidemos, fue el primero en dirigir en Berlín las óperas
completas de Wagner, en el Festival de Pascua de 2002. Fueron 10
óperas wagnerianas en apenas 14 días en las que el factor atlético
no era desdeñable y que él describió como "un viaje maravilloso".
Desde entonces, sin prisa pero sin pausa, no ha dejado de profundizar
en ese concepto global de la obra de Wagner y lo que quiera que sea que esté a
punto de presentar ahora promete un escalón más en lo que se ha convertido en
una imprescindible cita primaveral.
"Combina y engarza la música, la danza, e incluso los
silencios", confesaba ayer a un grupo de periodistas ante los que
apareció con Sasha Waltz. La complicidad entre el director y la
coreógrafa y bailarina, cuya trayectoria está también íntimamente ligada a
la vida cultural de la capital alemana, saltaba a la vista.
Expectativas ante un contenido
aún sin desvelar
Al pacto de silencio sellado por ambos hasta el estreno escapaban
miradas y complacencias evidentes, pero respecto al contenido, Waltz se limitó
a decir que su propósito es "avanzar hacia una nueva dimensión de la ópera,
combinada con la danza". Casi sin querer, desveló un significativo
detalle: recibió la propuesta en un SMS que Barenboim le envió desde
Calcuta el pasado mes de noviembre.
Antes de verla y escucharla, los críticos berlineses ya se han
enfrascado en un debate interno sobre la conveniencia de bailar el
'Tannhäuser', debate intensidad similar al que plantea Wagner entre el amor
sacro y el amor profano, pero eso solo ayudará a crear expectación de cara
a la noche del 12 de abril.
http://www.elmundo.es/cultura/2014/04/04/533ebb6fca4741d7708b4573.html
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