El escritor angloindio, que publica el volumen ‘Fanáticos insulsos’, advierte: ″Algo mucho peor que la distopía de Orwell se ha hecho realidad”
JOSEP MASSOT
El escritor Pankaj
Mishra en su estudio en Londres en 2017.CARMEN VALIÑO
“Las naciones imaginadas pagan un precio muy elevado por su sistema
de autoengaños”, dice el pensador angloindio Pankaj Mishra (Uttar Pradesh, 51
años), cuyo último libro, Fanáticos insulsos. Liberales, raza, imperio (Galaxia
Gutenberg), reúne sus críticas desde 2011 al modelo liberal angloamericano.
Fanáticos insulsos son aquellos políticos, economistas y escritores que en los
noventa se lanzaron con retórica exaltada a desmontar el estado social, convencidos
de que la apuesta global por mercados no regulados y las intervenciones
militares en su nombre emanciparían a los pueblos no occidentales para alcanzar
milagrosamente los logros de un Occidente idealizado. Radicado en Londres,
señala la ola de resentimiento generado por estas políticas en Asia y
Latinoamérica y cómo aumentaba la “concentración de la riqueza, la
criminalización de los pobres, las políticas disfuncionales, unos medios de
comunicación negligentes y un establishment que se inventaba amenazas externas
para sus fines”. The New York Times lo recomienda para entender cómo la
democracia más poderosa del planeta se entregaba al populismo autoritario.
Pregunta. Fue de los pocos que alertó de que el cesarismo de Trump
no era una anomalía pasajera, sino síntoma de una democracia enferma...
Respuesta. Sus 72 millones de votos confirman que Trump no fue una
aberración, sino un síntoma de una democracia disfuncional. Su partida no
resolverá los problemas estructurales de un viejo sistema tambaleante que sólo
funciona para una pequeña minoría.
P. No todos sus votantes son trumpistas. ¿Un candidato menos
caprichoso y más inteligente hubiera consumado el fin de la democracia en
Estados Unidos?
R. En casi todos los países que afrontan una crisis de democracia y
capitalismo, la revuelta de masas antisistema sigue siendo muy fuerte. El viejo
orden todavía es despreciado por causar tanta miseria y desigualdad. La
consecuencia es que alienta la aparición de nuevos demagogos y antipolíticos.
P. ¿Es escéptico con Biden?
R. Aún más cuando veo la lista de probables miembros de su nueva
Administración. Casi todos sirvieron con Barack Obama. La gente esperaba mucho
de Obama, en gran parte porque parecía diferente, como hoy Kamala Harris, de la
mayoría de los políticos. Pero subcontrató su política económica a Wall Street,
rescató a los bancos mientras ignoraba la difícil situación de millones de
personas que perdieron sus activos en la crisis financiera, intensificó un
nuevo modo de guerra con drones y descuidó la reconstrucción de su partido
mientras él se convertía en una celebridad internacional. Las personas que
allanaron el camino a Trump con sus desastrosas políticas regresan al poder.
P. ¿Considera el modelo liberal angloamericano fracasado y que la
covid promoverá la reconstrucción del estado de bienestar?
R. Cuando Financial Times y The Economist, órganos de propaganda de
Anglo-América y de los regímenes de privatización y desregulación, empiezan a
hablar de la importancia de la competencia estatal y del bienestar colectivo,
sabes que la vieja era ideológica está llegando a su fin. La crisis ya había
puesto al descubierto los principales defectos del modelo hiperindividualista
de capitalismo adoptado por el Reino Unido y Estados Unidos después de Reagan y
Thatcher. La pandemia ha expuesto cruelmente a los Estados que privatizaron
tantos servicios públicos.
“Ya habíamos logrado una versión del Estado ‘orwelliano”
P. La eficiencia del modelo chino en Asia y la economía de
algoritmos en Occidente parecen dar la razón a Orwell.
R. Edward Snowden nos hizo ver cuánto nos vigilan las agencias de
seguridad estadounidenses. Ya habíamos logrado una versión del Estado
orwelliano al ceder voluntariamente tantos datos a Silicon Valley. Algo mucho
peor que la distopía de Orwell se ha hecho realidad. China es una advertencia,
pero también lo es el llamado mundo libre.
P. ¿Es el modelo económico, ahora el capitalismo digital de
vigilancia, el que modela los cambios sociales o el ser humano sigue aún
teniendo libertad de decidirlos?
R. El mundo moderno se basaba en la capacidad humana para cambiar
su destino, hacer historia y lograr la libertad. Esta fue la aventura de la
modernidad en la que nos embarcamos después de siglos de una existencia
restringida por una autoridad religiosa y política indiscutible. La rendición
actual a la tecnología muestra que, como Dostoievski y otros predijeron, los
seres humanos no afrontan bien la libertad y la incertidumbre que trae y que
muchos de nosotros estamos tratando de escapar de la libertad hacia cualquier
cosa que prometa certeza y seguridad.
P. En 2003, Bush, Blair, Aznar y Durao Barroso se reunieron en las
Azores. El programa neocon aliado con el laborismo de la Tercera Vía. Dijeron
que, más allá de intereses económicos, querían expandir la democracia, la
libertad y el Estado de Derecho en Oriente Medio por medio de una “guerra
humanitaria”, pero enseguida el fantasma del populismo autoritario empezó a
arraigar en Occidente. Además de la crisis del 2008, ¿qué ocurrió?
R. Los líderes occidentales que menciona pertenecían a una
generación inmadura e imprudentemente ambiciosa que aspiraba a remodelar el
mundo después del final de la Guerra Fría. Estaban tan intoxicados con el poder
que no podían ver que sus propios países necesitaban una democracia y un Estado
de Derecho genuinos. Aznar fue particularmente imprudente. Quería jugar con los
grandes del imperialismo angloamericano y arrastró a España a una confrontación
totalmente innecesaria y calamitosa con el mundo musulmán.
“Alemania será la nación dominante en Europa”
P. ¿Cómo ve el futuro de Europa tras el Brexit?
R. Alemania será la nación dominante en Europa, sin duda. Este es
el reverso profundamente irónico de la historia moderna: mientras el Reino
Unido se sumerge en la calamidad del Brexit y Estados Unidos lucha por
recuperarse del profundo daño infligido por Trump, Alemania, el viejo rival de
Anglo-América, perdedor en dos guerras mundiales, emerge como el ganador final
en el siglo XXI con su economía social de mercado, una población cada vez más
diversa y un sistema político relativamente inmune a los demagogos.
P. ¿Cuál es el proceso por el que una democracia deriva hacia el
autoritarismo y qué antídotos deben activarse?
R. Los movimientos y líderes autoritarios medran cuando los
representantes políticos, junto con los principales medios de comunicación y
los empresarios, pierden el contacto con la vida de la gente común y forman un
eje egoísta y autoperpetuante; cuando se debilitan los sindicatos y los gobiernos
locales y otras instituciones que median entre los individuos y fortalecen el
sentimiento comunitario; y cuando las ideologías de exaltación de lo individual
se vuelven dominantes. La democracia no se puede reducir a instituciones y
procedimientos formales como las elecciones. Es un asunto de todos los días.
https://elpais.com/cultura/2020-11-19/pankaj-mishra-con-biden-vuelven-al-poder-quienes-allanaron-el-camino-a-trump.html
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