viernes, 27 de febrero de 2015

EL TALENTO DE MISS HIGHSMITH

Se reedita 'Suspense. Cómo se escribe una novela de misterio' o esa 'cocina' donde la autora de 'Extraños en un tren' desvela su proceso creativo. Y, a la vez, se vuelven a publicar todas sus novelas. Un placer pantagruélico para los amantes de la literatura


Patricia Highsmith, escribiendo en su casa de París en 1977. CORBIS
DANIEL VÁZQUEZ SALLÉS Barcelona

La publicación de la obra completa de un escritor fallecido suele darse cuando se cumple un aniversario emblemático de su nacimiento o de su muerte. Patricia Highsmith, autora conocida mundialmente por su personalidad antitética, ha sucumbido a la tradición. En el XX aniversario de su muerte, Anagrama, la editorial que fue fiel a la escritora en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, acaba de inicar la reedicción de la obra completa de una autora imprescindible. La novela negra vive una época dorada y para un devoto del género, renegar de Patricia Highsmith es como ser católico y perjurar de Dios.
Desmontar a Highsmith se puede hacer a través de sus novelas y de los personajes que la hicieron célebre, o a partir de un libro que acaba de editar la editorial Círculo de Tiza titulado 'Suspense. Cómo se escribe una novela de misterio', un ensayo escrito por la autora de Fort Worth que trata de ahondar en el proceso de creación sin pretensiones de adoctrinar. El camino que debe elegir cada escritor es personal e intransferible.
'Suspense' no es un manual de instrucciones. Nos lo advierte la autora en un prefacio en el que asegura que la profesión de escritor es apasionante, precisamente, por la posibilidad de fracasar. Y con el fracaso como posibilidad y sin la fórmula del éxito en el bolsillo, Highsmith hace una disección sin concesiones de un oficio como escritora cultivado a lo largo de 50 años.
Uno de los secretos para escribir un libro es divertirse con la historia que se tiene entre las manos si luego el propósito es lograr divertir a los lectores. El lector, persona de mentalidad activa a pesar de su actitud pasiva, siempre busca que suceda algo y su función como escritora es la de sorprender. Para demostrar sus postulados, Highsmith recurre a sus maestros. Habla de Dostoievski y de 'Crimen y castigo', y habla de Edgar Allan Poe y de sus 'Narraciones extraordinarias'.
Asegura la autora de 'El grito de la lechuza' que el germen de sus novelas siempre ha sido una imagen. El sacrificio de una tortuga de agua, lanzada viva a un cazo de agua hirviendo, o de una tortuga de mar, decapitada cuando trata de morder un cebo, le sirvió para escribir 'La tortuga', un relato con un desenlace poco compasivo. El germen de las novelas puede ser "pequeño o grande, sencillo o complejo, quieto o móvil", escribe Highsmith, que aconseja llevar una libreta en el bolsillo para anotar las experiencias que más tarde puedan servir para originar una gran historia. Y en este punto cardinal, Highsmith resalta la necesidad del escritor de rodearse de gente estimulante. Una vida inspiradora ayuda al optimismo, y para mantener el pulso a lo largo del lapso que se necesita para escribir una novela, el escritor tiene que ser, por lo menos, medianamente optimista.
Dependiendo de si se trataba de escribir un relato breve, una novela corta o una novela larga, Highsmith necesitaba de seis semanas a tres años. Y en este proceso largo o corto, dependiendo, como nos dice, de las lunas que iluminan el camino, tienen que quedar resueltas todas las cuestiones que ayudan o perjudican al relato. Preguntas de índole de si el protagonista debe de ser un vencedor o un vencido, de si el tono debe de ser de comedia o de tragedia, y, algo fundamental, qué tipo de acercamiento emocional tendrá el narrador a la historia. Highsmith se decanta por el criminal simpático, también conocido como "el héroe criminal". Y en cuanto al ritmo narrativo, dependerá de la historia que tenga entre las manos en conexión con la mente. Quienes hayan leído los libros de Patricia Highsmith, le darán la razón cuando la autora asegura que le gustan los giros inesperados que compliquen la vida del protagonista y que, de paso, signifiquen estirar al máximo la credulidad del lector en el sentido de quebrar su sentido de la lógica.
Son muy interesantes las opiniones que versa sobre la importancia del narrador. Una vez tuvo la idea de entregarle las riendas de la narración a un muerto, pero sólo fue una idea. Sea el protagonista, o uno de los personajes o el escritor en el rol de mirón, ella siempre se decanta por dos puntos de vista como conductores de la trama.
Escribir una novela significa perseverancia. Un primer borrador, un segundo borrador... El escritor tiene que estar abierto a pulir todas las esquirlas de la narración antes de que pase a imprenta. Se supone que la calidad literaria es una cualidad intrínseca de su oficio como escritora, una marca reconocible tras muchos años de relación con el público, pero los relatos están muertos si no fluyen por la mente del lector. Como un río que necesita de la lluvia para discurrir, el lector debe identificarse con la historia y sus personajes para que circulen por su mente.
'Suspense. Cómo se escribe una novela' de misterio es un libro entretenido y muy útil para enfrentarse con la inteligencia de Tom Ripley a las obras reeditadas por Anagrama y englobadas en una colección que permite recuperar a una autora que, como dijo Graham Greene, "ha creado un mundo original, cerrado, irracional, opresivo, donde no penetramos sino con un sentimiento personal de peligro y casi a pesar nuestro, pues tenemos enfrente un placer mezclado con escalofrío".


http://www.elmundo.es/cultura/2015/02/27/54efbb01268e3e90238b4575.html

LUIS SIRET Y LOS SECRETOS DE LA PREHISTORIA

El Museo Arqueológico Nacional expondrá en línea los 31.000 documentos del archivo del ingeniero que que descubrió y estudió sobresalientes yacimientos del Sudeste español
TEREIXA CONSTENLA Madrid 


Luis Siret, en Mazarrón (Murcia) en 1887, con un gato. /COLECCIÓN JUAN GRIMA

A Luis Siret (1860-1934) le gustaban los gatos, las palmeras, las obras de caridad y, sobre todo, los secretos del pasado y el sur de España. Gracias a este belga tan dotado para la ingeniería como para el dibujo, se desenterraron sobresalientes yacimientos de la Prehistoria que habían permanecido ocultos en el sudeste peninsular, como Los Millares, Villaricos o El Argar, que desvelaron nuevas conexiones entre culturas y deshicieron algunos axiomas de cartón piedra.
Sus cuadernos de excavación, sus láminas, sus cartas, sus dibujos, sus textos científicos y sus informes conforman el archivo Siret, adquirido por el Estado español en agosto de 1956 junto a su biblioteca. Hasta ahora habían estado disponibles para cualquier investigador que acudiese al Museo Arqueológico Nacional (MAN), donde están depositados, pero a partir del próximo martes tendrán una visibilidad infinita. “Se trataba de poner en valor su trabajo”, subraya la jefa del archivo del MAN, Aurora Ladero. Tras haber sido estudiados, catalogados y digitalizados los 31.000 documentos, serán accesibles en la web del Museo y el portal CER.ES (Colecciones en Red, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte). Será una vía directa para acercarse a la personalidad y la labor de Siret, desconocida fuera del ámbito arqueológico pese a su trascendencia. “Es un pionero de la Arqueología. Con sus trabajos da a conocer la Prehistoria española en Europa”, destaca Concha Papí, técnica del archivo del Museo y arqueóloga.
Llegó a España con 21 años y ya nunca se quiso ir, excepto durante el duro paréntesis de la Primera Guerra Mundial, que pasó entre Bélgica y Holanda, muy afectado por el conflicto y las heridas de su hijo. Cuando murió en 1934 en su casa de Herrerías, en Cuevas del Almanzora —donde desarrolló su primera obra de ingeniería junto a su hermano Henri: la conducción de agua potable a la localidad, una infraestructura providencial en un lugar maltratado por la sequía y la aridez—, había acumulado un legado impresionante en libros, documentos y piezas arqueológicas, excavadas en paralelo a su actividad profesional (desde 1900 dirigió la Sociedad Minera de Almagrera). A lo largo de cinco décadas de prospecciones reunió, según Martín Almagro-Gorbea, catedrático de Historia de la Universidad Complutense, “las mejores colecciones que nunca un particular ha llegado a reunir sobre la Prehistoria de la Península Ibérica”.
Esos fondos tuvieron varias vidas. Los obtenidos por los dos hermanos Siret, Luis y Henri, antes de la marcha del segundo a Bélgica se vendieron entre diferentes instituciones y particulares. Una práctica ilícita hoy, pero no entonces. “Ni era raro ni ilegal que se intercambiasen piezas entre arqueólogos o se vendiesen”, puntualiza Virginia Salve, jefa del departamento de Documentación del MAN. Una parte notable está en el Musée du Cinquantenaire (antes Musées Royaux d'Art et d'Histoire, Bruselas) y el British Museum (Londres), pero también hay restos arqueológicos en Harvard, Oxford, Cambridge o Roma. “Hasta 1887 toda su colección salió fuera”, señala Juan Grima, historiador y editor almeriense, que acaba de publicar Las Casitérides y el imperio colonial de los fenicios, escrito por Luis Siret a finales del XIX —sus obras, en francés, se publicaban originalmente en el exterior— y que había permanecido inédito hasta ahora en España.
Cuando Luis Siret emprendió su labor en solitario, con la ayuda del eficaz y leal capataz Pedro Flores —un agricultor de Antas dotado de talento natural y formado por el ingeniero a la medida de sus necesidades—, el destino de las colecciones cambia. En 1905 dona a la Real Academia de la Historia piezas tan singulares como una estela fenicia del siglo IV a. C. con inscripciones o la Sirena de Villaricos, “una obra excepcional en la plástica prerromana de Hispania, pues ofrece elementos de tradición neohitita que pasaron al arte sirio-fenicio de la costa siria”, valora Almagro-Gorbea en un artículo.
El científico donó en 1928 parte de su colección de piezas al Estado español
Siret, que descendía de aristócratas franceses que habían burlado la guillotina refugiándose en Bélgica, mostró una generosidad mayor que la de sus descendientes, que pleitearon con el Estado por su legado. Su gesto más altruista llegó en 1928, cuando dona parte de su colección al Estado español, seis años antes de morir. Miles de piezas que hoy custodia el MAN y que no acabaron en Estados Unidos por la firmeza del ingeniero, según la historia que relató su nuera, Ophelia Quintas de Carvalho, en una biografía sobre el arqueólogo difundida en la revista Axarquía (2010) por Juan Grima.
“Rechazó igualmente con indiferencia la inmensa oferta hecha por unos americanos, de cinco millones de pesetas por sus colecciones. Viendo ellos que Siret no contesta, creen que su oferta no está a la altura de este tesoro y presentando un cheque en blanco le piden que ponga la cantidad de su agrado. Les sonríe Siret amablemente y contesta con sencillez: ‘El arte no se vende y estos valiosos objetos que encontré en España los quiero ofrecer a España”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/26/actualidad/1424976160_960405.html

ENTREVISTA | CHARLOTTE GAINSBOURG ». “VON TRIER ES EL GRAN MANIPULADOR DEL CINE EUROPEO”

La actriz protagoniza 'Samba', la nueva comedia de los directores de 'Intocable'


Charlotte Gainsbourg, en el certamen de San Sebastián. /XAVIER TORRES-BACCHETTA

¿Existen papeles ligeros? ¿Existen intérpretes con tal carga dramática que no pueden encarar un personaje cómico con verosimilitud? ACharlotte Gainsbourg (Londres, 1971) no le cabían dudas: sabía que podía hacer comedia, pero nadie confiaba en ella. Y así ha ido de dramote en dramote, tanto en cine, de la mano en los últimos tiempos deLars von Trier, como en el teatro, donde debutó con una versión deOleanna, de David Mamet. Varios premios después (Cannes, César...) y un prestigio cimentado en el sufrimiento en pantalla, la hija de Serge Gainsbourg y Jane Birkin por fin le mete un bocado a una comedia. Por desgracia, su hermana Kate Barry falleció cuando comenzaba el rodaje de Samba,filme que encaró con la mejor de las caras posibles tras el peor de los momentos.
Y es un proyecto importante: Samba es la nueva película de Olivier Nakache y Eric Toledano, los de Intocable, el mayor éxito comercial de la historia del cine francés. La pareja vuelve a contar con Omar Sy (los tres comenzaron juntos en la televisión) y sustituyen a François Cluzet por Gainsbourg. Porque ahora hay una historia de amor, y porque Cluzet no acabó de encajar con el humor de Sy, Nakache y Toledano. “Me hablaron de Samba incluso antes de que hubiera un guion, y me sentí muy halagada. Por otro lado, el personaje de esa mujer despistada vitalmente se encontraba bastante alejado de mí, así que lo que hice fue buscar su sinceridad. Como usted ve, afronto todos mis trabajos de la misma manera”. Se ha subido a un transatlántico en marcha, a la película que debe refrendar la taquilla de Intocable. “Si no funciona, alguien podría señalarme con el dedo [risas]. Ellos son una familia muy bien avenida”. ¿Y ahí había hueco para la gran sufridora del cine europeo? “Eso espero. Mejor que sufridora, luchadora. Creo que pocas veces mis roles son pasivos. EnSamba mi personaje está saliendo de un mal momento; y sin embargo, lo está haciendo por sí misma. También me parecía muy atractivo todo el subtexto sobre la inmigración: soy hija de francés e inglesa, he vivido en distintos países, ahora soy vecina de Nueva York. Aún hay cosas que contar en esta materia”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/26/actualidad/1424982189_994484.html

jueves, 26 de febrero de 2015

INTELIGENCIA ARTIFICIAL: ¿ESPERANZA O AMENAZA?

El viernes llega a los cines 'Ex machina', una película de ciencia ficción que imagina la creación futura de una máquina que piensa y siente como un ser humano.
Murray Shanahan, el científico que ha asesorado el guión del filme, cree que los robots serán 'amigables' y harán que nuestras vidas sean más fáciles.


Exmachina NACHO ARBALEJO
CARLOS FRESNEDA Corresponsal Londres

Ava acaricia una máscara humana buscando respuestas. Ava reviste sus brazos, sus piernas y sus glúteos mecánicos con una segunda piel que le hace parecerse a nosotros. Ava es un prodigioso robot con conciencia que ha sido capaz de seducir a un extraño y que ahora se deja llevar por un impulso vital: escapar. Por méritos propios y ajenos, Ava se ha ganado a pulso un lugar en el olimpo de los seres de inteligencia artificial creados por el cine, junto al Hal de 2001 o a los replicantes de Blade Runner. La fascinante mujer-robot de Ex Machina, interpretada por Alicia Vikander, deja en el aire una serie de inquietantes preguntas que seguirán resonando en nuestro cerebro humano al cabo de los días.
¿La Inteligencia Artificial (AI) es una esperanza o una amenaza? ¿Cuánto falta exactamente para la llegada de ese momento bautizado como la singularidad? ¿Y qué ocurrirá cuando las máquinas conscientes sean más inteligentes que los hombres? ¿Quién nos protegerá de ellas? ¿Cómo se protegerán ellas de nosotros?
«No he intentado hacer una película paranoica al estilo Terminator», se defiende el director Alex Garland, que dio la campanada a los 26 años con la novela La Playa y cayó en las garras del cine cuando Danny Boyle la llevó a la pantalla grande. Ni si siquiera es un filme anti-Inteligencia Artificial, más bien lo contrario».
El estreno de la película, que llega el viernes a los cines españoles, ha coincidido con el llamamiento mundial de algunas de las mentes más lúcidas del planeta -entre ellas, la del físico Stephen Hawking y la del emprendedor Elon Musk- advirtiendo sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial. La carta, firmada por decenas de científicos y auspiciada por el Future of Life Institute, sostiene que la tecnología se está acercando a una peligrosa encrucijada que nos puede hacer «prosperar como nunca antes o llevarnos de cabeza a «la autodestrucción».
«El desarrollo completo de la inteligencia artificial podría significar el fin de la especie humana», advirtió Hawking hace apenas tres meses, en el momento de estrenar su nueva silla inteligente. Elon Musk, el fundador de Tesla y SpaceX, ha ido aún más allá y asegura que el desarrollo incontrolado de la AI sería más o menos como «invocar al diablo».
Otro de los destacados firmante del manifiesto es el filósofo suecoNick Bostrom, autor del ensayo Superinteligencia: «El hombre es la mayor amenaza para el hombre. Estamos ante el mayor proceso transformativo de la humanidad, el que tal vez nos abra las puertas al poshumanismo. Pero las mismas tecnologías que nos van a posibilitar ese salto entrañan también grandes riesgos. En cierto modo, somos como bebés jugando con explosivos».



Murray Shanahan, experto en robótica y asesor del guión de 'Ex machina'. EM

«Mi posición sobre el tema es muy simple: no veo nada de problemático en el hecho de crear una máquina consciente», se defiende el director de Ex Machina Alex Garland. «Y no veo la razón por la que deberíamos oponernos a su existencia. Muchas de las películas se aproximan al tema desde una posición de miedo; yo he decidido hacerlo desde una actitud de admiración y esperanza».
Para hacer más creíble su película, ubicada en un futuro que parece inminente, Garland se ha rodeado de un equipo científico de primera, con el profesor de Robótica Cognitiva Murray Shanahan (del Imperial College) y con el experto en genética y reconocido divulgador Adam Rutherford en primera fila.
«Comparto las preocupaciones de algunos científicos, pero los medios se han dejado llevar por el sensacionalismo», asegura Shanahan. «Lo que frecuentemente se deja de lado es la cuestión fundamental del tiempo y las incertidumbres que siguen habiendo en el camino. No estamos a punto de conseguir un nivel de inteligencia artificial como el que vemos en las películas de ciencia ficción, incluida ésta. Nuestros robots son aún muy primitivos comparados con Ava. Estamos probablemente aún a varias décadas de distancia».
«Es fácil caer en el alarmismo», reconoce, sin embargo, Shanahan. «Aunque creo que sí ha llegado el momento de abrir el debate sobre los riesgos de esta tecnología, y de formularnos preguntas como:¿queremos que sean los gobiernos quienes controlen estas criaturas o lo dejamos en manos de compañías privadas? Yo en el fondo soy optimista y creo que seremos capaces de desarrollar una tecnología amigable que mejorará nuestras vidas. Tenemos mucho tiempo por delante para abordar la cuestión de la seguridad».
En Ex Machina, el futuro parece, sin embargo, sospechosamente cercano. Una compañía todopoderosa, BlueBlook, ha suplantado a Google como el Gran Hermano de las búsquedas en Internet. Y su artífice es un geek multimillonario llamado Nathan (Oscar Isaac), que vive recluido en un paraje remoto y nórdico, a la busca del santo grial de la Inteligencia Artificial. «Uno de los elementos más reales es el papel que los gigantes de Internet pueden tener en el control del futuro de la inteligencia artificial», advierte el científico Adam Rutherford.
«Debemos permanecer vigilantes a lo que está ocurriendo con la inteligencia artificial y sobre todo vigilar de dónde viene el dinero y cuáles son las motivaciones», declara Rutherford. «Al fin y al cabo, lo que están haciendo ahora Google y Facebook es cosechar datos, yno sabemos aún a dónde nos llevará todo esto». En cualquier caso, este experto comparte el optimismo sobre el futuro de la AI y recalca que una de las virtudes de Ex Machina es precisamente darle la vuelta a la cuestión moral: «Hasta ahora nos hemos preguntado cómo nos protegemos de las máquinas, como en la famosas leyes deAsimov. Pero también es necesario plantearse cómo proteger de la humanidad a esas máquinas conscientes que podemos crear. Creo que ningún científico se prestaría a crear robots inteligentes y sensibles que estuvieran predestinados a ser simplemente nuestros esclavos».
¿Cuánto tiempo nos queda, pues, para admirar o temer a una máquina de la precisión, la belleza y la inteligencia de Ava? Alex Garland no pone la mano en el fuego, pero predice que sus hijos llegarán a ver algo parecido: «Nos estamos aproximando al momento en que las máquinas nos puedan decir: 'No me apagues'. Con el tiempo tendrán la capacidad de querer por sí mismas, de tener sentimientos».


http://www.elmundo.es/ciencia/2015/02/26/54ee30c122601d93198b4595.html

ARCO . BALIZAS PARA NAVEGAR POR ARCO 2015

Los profesionales exhiben un sincero optimismo en el arranque de la cita artística.
La nueva creación colombiana supone uno de los atractivos de la feria



Una figura humana creada por el escultor británico Julian Opie en la galería portuguesa Mario Sequeira. / JULIAN ROJAS
Con la feria ya a velocidad de crucero —pese a que la inauguración oficial, a cargo de los Reyes, se producirá esta mañana, y la apertura al público, el viernes— muchos de los profesionales que ayer recorrían los pasillos de Arco coincidían en subrayar el buen nivel de la mercancía artística de este año: hay rasgos de optimismo en el mercado. Junto a las obras de dinosaurios intocables como Picasso, Miró, Calder, Basquiat u otros, despunta el fulgor y el descaro encerrado en las jóvenes galerías con presencia de artistas latinoamericanos y, muy especialmente, la amplia y variopinta representación colombiana.
El gran espacio dedicado a la alemana Katharina Grosse —grandes pinturas, monumental escultura en la galería Helga de Alvear, casi a la entrada de la cita madrileña—, dan inmediatamente el tono que se aprecia luego en distintos espacios del recorrido.
Siempre presente y siempre inolvidable, la pintura de Jean-Michel Basquiat es una de las presencias-estrella de este Arco 2015. Entre sus obras más llamativas y costosas podrían destacarse una gran pintura en Elvira González, que se vende por dos millones y medio de euros. En el mismo espacio, una pequeña maqueta de un móvil de Alexander Calderbusca comprador por 415.000 euros.
Leandro Navarro, siempre dedicado a rescatar los nombres con letras de oro de las vanguardias históricas, presenta en su pabellón un par de obras de Picasso, una que se acerca al millón y medio de euros y otra valorada en 900.000. En la galería Marlborough, por su parte, destaca una espectacular pintura de Frank Auerbach que se marcha hasta los 320.000 euros.
Jimmie Durham exhibe en el espacio de la firma berlinesa Barbara Wien Wilma Lukatsch una inquietante escultura de una muñeca rodeada de huesos que refleja el propósito de este escultor, poeta y ensayista estadounidense de romper con el lenguaje y la narración lineal. Un trabajo no menos inquietante puede verse en la galería belga Deweer, que recibe al visitante con una escenografía formada por figuras humanas desnudas y amenazantes. Son obra del salmantino Enrique Marty, quien comparte espacio con artistas tan consagrados como Günter Förg.
Las siempre refrescantes piezas de Julian Opie, esta vez figuras humanas andando y hablando por el móvil (en la galería portuguesa Mario Sequiera) esperan su oportunidad: 60.000 euros.

Un escultura de Jimmie Durham en la galería de Barbara Wien Wilma Lukatsch. / PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)

Uno de los embajadores del arte latinoamericano recurrentes en los últimos años es el brasileño Ernesto Neto, quien exhibe en Arco sus estructuras colgantes tejidas, uno de los imperdibles de esta feria (en el stand de la galería Elba Benítez / España).
Los representantes históricos del arte latinoamericano tienen una fuerte presencia en Cayón / Madrid, con los cinéticos de los venezolanos Carlos Cruz Diez y el arte geométrico de Jesús Rafael Soto. Los argentinos Tomasello y Julio Le Parc, por su parte, protagonizan una impresionante instalación situada en la firma argentina Del Infinito Arte.
La galerista alemana Barbara Thum (Berlín) repite este año con dos artistas peruanos, Fernando Bryce y Teresa Burga. “Arco es más abierta que Miami Art Basel para obras de corte conceptual. A Miami van muchos coleccionistas latinoamericanos y hay mucho brillo, dinero y glamour, pero vienen a Madrid en busca de cosas distintas”, explica.
El argentino Jorge Mara, uno de los más asiduos a la feria de Madrid, reconoce que a lo largo de los años ha habido altibajos en la participación del arte latinoamericano en la feria pero que ahora la tendencia se afirma. Él se inclina por obras de artistas históricos como Batlle Planas, introductor del surrealismo en Argentina, oAlberto Greco.
Entre las galerías colombianas, verdaderas estrellas invitadas de este Arco, llaman la atención las delicadas y a la vez revulsivas piezas bordadas a mano de María Alejandra Garzón, que firma comoSuntuosa Vulgaridad (en el stand de Doce Cero Cero). Pablo Gómez da indicaciones sobre cómo reconstruir una ciudad abandonada (La Oficina). En cuanto a Manuel Calderón, sumerge al espectador en un infinito juego de ajedrez con distintas técnicas (El Museo / Bogotá).
La pintura es siempre el medio dominante en la feria. Entre los españoles, las piezas de gran formato de Secundino Hernández(Heinrich Ehrhardt / Madrid) figuran entre las que mayor atención suscitan. Como en los últimos años, varios de sus trabajos lucían ya en la tarde de ayer el anhelado punto rojo de “vendido”. Pero también hay obras como las de Pilar Albarracín, con una pieza integrada por cincuenta bragas rojas y cuyo valor asciende a 38.000 euros.
¿Y la cubana Tania Bruguera? Retenida en su país por la censura del régimen castrista a una de sus performances, la artista, de 47 años, está presente desde la distancia y a través de sus trabajos en la galería madrileña Juana de Aizpuru. Entre todas ellas sobresale una en la que un viejo soplete de soldadura está encendido sobre la fragilidad de un huevo de porcelana...
'Pop-art' surrealista
Fue uno de los pioneros del pop-art en EE UU, pero Mel Ramos (1935) no trabajaba en el grupo neoyorquino que lideraba Andy Warhol, sino que lo hacía desde la costa del Pacífico, en California. Lleva décadas combinando los desnudos femeninos, sus pin-upsde mujeres idealizadas, con marcas de gran consumo mediante el uso exacerbado del lenguaje publicitario, pero sus obras no dejan de impactar.
Difícilmente, el visitante de Arco puede pasar de largo por la galería alemana Levy sin reparar en las pinturas de este autor, veraneante de la población tarraconense de Horta de Sant Joan, que se declara admirador de Goya, Velázquez, Murillo, Zurbarán, pero, sobre todo, de Dalí. No en vano, Mel Ramos considera que sus pinturas beben de las fuentes del surrealismo.


http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/25/actualidad/1424897253_042360.html

EL SUEÑO DE JULIO VERNE. UNA MUESTRA PONE EN DIÁLOGO OBJETOS DEL ESCRITOR CON EL ARTE DE ERIC FONTENEAU

SERGIO C. FANJUL Madrid 


El globo terráqueo que fue propiedad del escritor francés Julio Verne es parte de la exposición en La casa del Lector de Matadero Madrid / BERNARDO PEREZ

Julio Verne (Nantes, 1828; Amiens, 1905), considerado junto a H.G. Wells padre de la ciencia ficción, supo prever, gracias a su rigor científico y su mente lógica, muchos avances tecnológicos y conquistas de la Humanidad: el submarino, los viajes a la Luna, la conquista de los polos o el descubrimiento de las fuentes del Nilo. Al poner los productos de su fértil imaginación en negro sobre blanco en una serie de novelas titulada Viajes extraordinarios, consiguió sembrar de prodigios y amor a la ciencia, la aventura y la literatura a todas las generaciones que le hemos sucedido.

La exposición Nuevos viajes extraordinarios. Julio Verne / Eric Fonteneau, que se puede ver en la Casa del Lector de Matadero desde hoy hasta el 19 de julio, pone en diálogo algunos de los objetos del escritor, procedentes del Museo Julio Verne de Nantes, con la obra del artista francés Eric Fonteneau (Cholet, 1954) inspirada en la literatura del primero. “Es una charla de un contemporáneo nuestro con un escritor de otro tiempo, aunque este escritor, debido a su imaginación, era tanto o más contemporáneo que nosotros”, dice César Antonio Molina, director de la Casa del Lector. “Hay escritores que son de su tiempo y su país”, continua Molina, “pero otros los sobrepasan y son de toda la Humanidad. Es el caso de Verne: es una lectura imborrable de nuestra juventud que nos ha enseñado a vivir, a ver el mundo, a ver cómo la fantasía y la ciencia podrían llevarnos más allá”.
La muestra incluye notables objetos de Verne como el globo terráqueo en el que se ven las muescas que hacía para calcular sus viajes imaginarios o el mapa de la isla misteriosa que fue trazando a mano al tiempo que se inventaba su geografía. Viendo sus manuscritos comprendemos que desarrollar una prosa clara y sencilla también es un arduo trabajo de reescritura que jalona las hojas de correcciones y tachones. También se revela la exigencia de su editor, Pierre-Jules Hetzel, que mandaba eliminar párrafos enteros e introducía sus propias ideas. Están aquí los cuadernos de poesía de Verne, que nunca sacó a la luz, o los instrumentos de medición científica con los que se aseguraba de la verosimilitud de sus historias. Y maquetas del submarino Nautilus o del capitán Nemo con escafandra, procedentes de 20.000 leguas de viaje submarino.
Y alrededor laS obras de Fonteneau: “La obra de Verne tienes muchos aspectos: Pero yo he querido privilegiar la parte geográfica", explica. Así vemos obras inspiradas en las ilustraciones que acompañaban las novelas de Verne, en las que los protagonistas son árboles o montañas, o la obra Archipiélago. Da la bienvenida la obraBiblioteca, “porque todos los viajes comienzan en una biblioteca, a través de mapa, guías o libros de viajes”, explica el artista. “Además siempre me fascinó la idea de que en el Nautilus hubiera una biblioteca, una biblioteca que navega bajo el mar”.
Explica Agnès Marcetteau, directora del Museo Verne de Nantes, que Verne fue en su época considerado más como un narrador de historias que como un escritor. Aunque se pudo ganar la vida escribiendo historias con gran éxito, su literatura nunca fue reconocida como de calidad. Algo así como lo que en el día de hoy llamaríamos un best seller. “Y eso le hizo sufrir mucho. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX comienza su recuperación, a través del ensayo Michel Butor de 1949 o los elogios de Julien Gracq o del grupo de experimentación literaria Oulipo. Hace pocos años llegó su consagración definitiva con su entrada en la colección La Pléiade”.


http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/02/25/madrid/1424894344_385994.html

miércoles, 25 de febrero de 2015

LE NOZZE DI FIGARO - TEATRO REGIO DI TORINO 21 FEBBRAIO 2015



    Commedia per musica in quattro atti
Libretto di Lorenzo Da Ponte
dalla commedia La Folle Journée, ou Le Mariage de Figaro
di Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais

Musica di Wolfgang Amadeus Mozart
 
Personaggi
Interpreti
Il conte d’Almaviva,
Dionisyos Sourbis 
La contessa d’Almaviva,
Erika Grimaldi 
Figaro
Guido Loconsolo 
Susanna
Grazia Doronzio 
Cherubino
Samantha Korbey 
Marcellina
Alexandra Zabala
Bartolo
Fabrizio Beggi
Basilio
Bruno Lazzaretti
Don Curzio
Luca Casalin
Antonio 
Matteo Peirone
Barbarina
Arianna Vendittelli
Prima ragazza
Manuela Giacomini 
Seconda ragazza
Raffaella Riello 

Maestro al fortepiano
Carlo Caputo

Direttore d'orchestra
Yutaka Sado
Regia
Elena Barbalich
Scene e costumi
Tommaso Lagattolla
Luci
Giuseppe Ruggiero
Assistente alla regia
Danilo Rubeca
Assistente alle scene
Emanuele Sinisi
Assistente ai costumi
Tiziano Musetti
Maestro del coro
Claudio Fenoglio

Orchestra e Coro del Teatro Regio
Nuovo allestimento
CLASSICITÀ e CONTEMPORANEITÀ
La scena sobria ed elegante dai caldi ed avvolgenti colori ed i costumi raffinati di Tommaso Lagattola sono stati il primo impatto scenico dopo la splendida ouverture egregiamente sostenuta dall’orchestra del Regio di Torino sotto la bacchetta attenta, vivace  ed indagatrice di Yutaka Sado. Gli interpreti si son mossi vivacemente con la regia di Elena Barbalich, che pur rispettando il testo e la classicità ha introdotto alcuni elementi di efficacia, quali il lampadario con le candele accese, oppure i paggi che si muovono a tempo di musica. Le luci di Giuseppe Ruggiero, senza colpi di scena inappropriati, hanno sottolineato ombre e riflessi in una sorta di doppio palco.
Il conte d’Almaviva è stato interpretato dal baritono Guido Loconsolo  che  muovendosi  gagliardamente ha offerto un buon fraseggio incorniciato da bei colori scuri, ma ambrati: nella celebre aria “se vuol ballare Signor Contino” non ha arpeggiato sulle corte del chitarrino, ma ha esibito gli stivali del conte in fase di lucidatura.. Grazia Doronzio ha interpretato l’innamorata e scaltra Susanna con vividezza e limpidezza, gradevolissima negli acuti e, come per tutti gli interpreti, molto apprezzata  nell’assolo.
Il cherubino gioiosamente saltellante di Samantha Korbey è risultato molto gradito per la trasparente purezza dell’emissione ed i bei colori scintillanti. Arianna Venditelli, gradevole Barbarina, è stata agile, ed accattivante. Ottimo è risultato Bartolo  interpretato dall’esperto  Fabrizio Beggi, con voce profondissima e carismatica; Basilio ha trovato in Bruno Lazzaretti un interessante ed ironico interprete dai colori vividi con chiaro fraseggio  e carica interpretativa. Il comicissimo giardiniere di Matteo Peirone ha strappato ben più di un sorriso, oltre all’apprezzamento per la voce sempre ben utilizzata e gradevole all’ascolto.
Il Conte e La Contessa? Assolutamente degna di nota l’interpretazioni di Dionisyos Sourbis che ha esternato possanza vocale intrisa di armoniosità con timbro corposo e chiaro; buona anche la prestazione attoriale. Altrettanto interessante e convincente la Contessa di Erika Grimaldi, recentemente apprezzata al Regio di Torino in Desdemona: autorevole voce ricca di limpidezza e bagliori cristallini che si trova a suo agio nell’arrotondato profondo, così come  nel mezzo aggraziato,  che negli scintillanti acuti.
Luca Casalin, sempre adeguato ha realizzato un interessante Don Curzio, così come Alexandra Zabala in Marcellina; bene anche Manuela Giacomini e Raffaella Riello  oltre all’ottimo coro del Regio, diretto da Claudio Fenoglio. Un particolare positivo accenno agli interventi del fortepiano di Carlo Caputo.
La Musica vince sempre.
Renzo Bellardone