lunes, 2 de febrero de 2015

EL PÚBLICO, UNA ÓPERA CON ALMA FLAMENCA ESTRENO MUNDIAL EL 24 DE FEBRERO. DRAMA CONFESIONAL, DELIRANTE Y MISTERIOSO DE FEDERICO GARCÍA LORCA.

Tendrá su primera versión operística en el Teatro Real de la mano del compositor Mauricio Sotelo  




Con la participación de los cantaores Arcángel y Jesús Méndez, el bailaor Rubén Olmo,
Cañizares, en la guitarra y Agustín Diassera, en la percusión 
Dirección musical de Pablo-Heras Casado

La nueva ópera de Mauricio Sotelo  cuenta con libreto del escritor y músico Andrés Ibáñez, muy fiel a la esencia del drama de García Lorca.
 La partitura presenta una rica paleta de universos sonoros, en los que se articula la tradición operística occidental con el flamenco y las modernas técnicas electrónicas, para evocar las distintas dimensiones de la obra.
 Un  equipo artístico multicultural con el director de escena chicano Robert Castro, el coreógrafo afroamericano Darrell Grand, el escenógrafo alemán Alexander Polzin y el figurinista polacoWojciech Dziedzic, evocarán la universalidad de Lorca.
 Un grupo de intérpretes muy diverso, junto con la prestigiosa orquesta Klangforum de Viena y el Coro Titular del Teatro Real actuarán bajo la batuta de Pablo Heras-Casado, Principal Director Musical Invitado del Teatro Real.
 Coincidiendo con el estreno mundial de El Público, el Teatro Real ofrecerá el 28 de febrero el concierto de flamenco ‘Ritos y geografías para Federico García Lorca’, protagonizado por Rocío Márquez, Pepe Habichuela y Arcángel, y el 1 de marzo un concierto dedicado a la Generación del 27 integrado en el ciclo ‘Domingos de cámara’.
 La Residencia de Estudiantes de Madrid, el Instituto Cervantes y la Fundación Federico García Lorca se han unido al Teatro Real programando actividades en torno a la ópera.
 Se ofrecerán 8 funciones de la El público, con un solo reparto, los días 24 y 26 de febrero y 1, 4, 6, 9, 11 y 13 de marzo.
 La ópera será grabada en DVD con distribución internacional y ofrecida en canales de televisión e internet.


INTRODUCCIÓN A ‘EL PÚBLICO’
POR EL AUTOR DEL LIBRETO, ANDRÉS IBÁÑEZ

Vivir de acuerdo con el propio deseo, bajo una norma de belleza
                                                                              
Federico García Lorca

El Público es la obra más difícil y misteriosa de Lorca y uno de los grandes mitos e hitos del teatro español moderno. El poeta granadino la escribió en Cuba en 1930, justo después de su viaje a Nueva York, en una época de intensa experimentación artística y vital.
Lorca llamó a este drama, junto con Así que pasen cinco años, La destrucción de Sodoma y Comedia sin título, como “teatro imposible”, que él consideraba su teatro más verdadero pese a saber que no podría ser representado en la España de entonces. Se dedicó a escribir paralelamente otro tipo de textos teatrales como Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera, o La casa de Bernarda Alba, con la esperanza de que en el futuro, en una anhelada España más moderna y abierta, pudieran subir a escena sus obras más “irrepresentables”.
Si vemos la reacción de la prensa conservadora de la época ante una obra como Yerma, las acusaciones de obscenidad y de blasfemia, los insultos personales o las frases denigrantes hacia su autor, comprendemos que los temores de Lorca no eran infundados.
Es probable que Lorca nunca llegara a terminar el texto definitivo de El Público. La versión final jamás ha aparecido y quizás nunca existiera. En julio de 1936 el poeta se marchó de Madrid y le dejó a su amigo Martínez Nadal un paquete con papeles entre los que estaba el manuscrito de El Público, un mero boceto, que es todo lo que tenemos en la actualidad. Da la impresión que Lorca guardaba este proyecto artístico inacabado con la intención de terminarlo en el futuro. Un futuro que, desgraciadamente, no existiría para él.
Sin embargo, después de un letargo de 50 años, la obra fue estrenada por Lluis Pasqual en Milán, en 1986.  Antes había tenido algunas representaciones marginales por grupos de amateurs o en el ámbito universitario. Al año siguiente, en 1987, se estrena El Público en España, con la misma producción de Milán que Lluis Pasqual trajo a Madrid, recibiendo el aplauso y reconocimiento del público y de la crítica. Un año más tarde, en 1988, se estrenó en Londres y la obra creó tal escándalo que llegó hasta el Parlamento británico, donde varios miembros conservadores pidieron la retirada de las subvenciones oficiales al teatro donde se representaba el drama.
El tema de la homosexualidad se trata en El Público con una franqueza que todavía hoy puede sorprendernos. La obra pretende ser un grito de desafío contra la hipocresía burguesa, no sólo en el terreno de la libertad amorosa y sexual, sino también en el de la artística.
Dos formas de entender el arte se enfrentan en la obra: el Teatro al Aire Libre, convencional y deseoso de agradar al espectador, y el Teatro Bajo la Arena, que pretende revelar lo oculto, lo inconfesable y poner en cuestión los valores establecidos. No es posible arrancar la máscara al teatro, o al hombre, dice Lorca, porque toda la vida es teatro. Si arrancamos las máscaras, una tras otra, al final encontraremos el vacío. La vida es teatro: debajo de todas las máscaras no existe nada. El clímax de la obra es una danza de trajes vacíos.

El tema de la máscara nos lleva precisamente al corazón de la obra, que define una realidad en estado de perpetuo cambio, una especie de sueño donde los personajes y las identidades cambian sus papeles sin cesar. El Público nos sumerge, así, en el interior de la conciencia, y cuestiona la noción de individualidad y de voluntad propia. Somos el resultado de fuerzas ocultas que nos mueven. No somos uno, sino muchos.

En El Público se plantea, además, y por todo lo anteriormente dicho, el tema del arte como un instrumento de transformación de la realidad, aunque no en un sentido meramente político, sino total. Lorca estaba convencido, como los surrealistas, de que el arte tenía la capacidad de transformar al ser humano. Con ese mismo espíritu, con esa misma convicción, hemos acometido el desafío de hacer de El Público una ópera del siglo XXI. 

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