domingo, 22 de junio de 2014

'LA JOVEN DE LA PERLA' REINA DE NUEVO EN LA HAYA



La obra maestra de Vermeer es la principal atracción del Mauritshuis, que reabre tras dos años de obras
La pinacoteca, entre las mejores en el siglo de oro holandés, ha reformado sus instalaciones para adaptarlas al siglo XXI

NATÀLIA FARRÉ / La Haya
 

'La joven de la perla', en el Mauritshuis.
La atractiva y sensual joven de mirada fija ataviada con un exótico turbante y una perla por pendiente vuelve a cautivar en el Mauritshuis de La Haya. Tras dos años de peregrinar por el mundo, el tiempo que el museo ha necesitado para acometer una ambiciosa restauración de sus instalaciones, ‘La joven de la perla’, también conocida como la ‘Mona Lisa del norte’ o ‘La Mona Lisa holandesa’, reina de nuevo en su rincón. Pequeña pero poderosa centra todas las miradas de los visitantes, pero su trono no es tan cercano como antaño: las reformas han levantado una sutil barrera para separarla de sus admiradores. Y maravillarse en la distancia -eso sí, poca- es lo que deberá hacer el público a partir del día 27, cuando la pinacoteca reabra sus puertas.

Con todo, los cambios en la exposición de una de las obras maestras de Vermeer –el Mauritshuis tiene dos más, ‘Vista de Delft’ y ‘Diana y sus ninfas’- es la menor de las reformas que ha sufrido el museo, que ha visto su superficie duplicada –ha pasado de 3.400 a 6.400 metros cuadrados- con la incorporación de su vecino -un edificio de art decó que tras la rehabilitación pasará a acoger las muestras temporales- y su entrada totalmente modificada. Al igual que el Rijksmuseum de Ámsterdam, reabierto hace poco más de un año tras un reforma integral, el acceso al centro es subterráneo y la entrada se concentra en un amplio y luminoso vestíbulo que une los dos edificios actuales y que ha sido, según Emilie Goredenker, directora del museo “el mayor reto de los arquitectos”, el estudio holandés de Hans van Heeswijk, que también se encargó de la restauración del Hermitage de la ciudad de los canales. Pero pese a lo común del acceso entre las dos pinacotecas, los presupuestos no tienen nada que ver: 375 millones de euros supuso la rehabilitación del Rijksmuseum frente a los 30 que ha costado poner al Mauritshuis a la altura de un museo del siglo XXI.
El edificio principal, un ejemplo de arquitectura clásica holandesa del siglo XVII que lleva la firma de Jacob Van Campen, ha recuperado también su esplendor original, tanto en la fachada, hasta ahora desvirtuada por añadidos, como en las pinturas y decoraciones de las paredes interiores. Ahí están los trabajos del rococó Giovanni Antonio Pellegrini, 15 monumentales óleos que decoran la Golden Room, la principal, y que son las únicas piezas de pintura italiana presentes en este pequeño museo que alberga una de las mejores colecciones del siglo de oro, el XVII, de la pintura flamenca y holandesa.


Pero pese a las reformas, el Mauritshuis mantiene su atmosfera íntima de siempre algo que han intentado "preservar por todos los medios”, afirma Goredenker. De manera que la pinacoteca sigue siendo el pequeño joyero, así lo definen los expertos, que ha sido siempre. Una caja que esconde grandes tesoros, como ‘El jilguero’, de Carl Fabritius, y ‘La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp’, de Rembrandt –el museo tiene otros nueve del maestro barroco-. Con todo, ninguna de estas piezas, ni las de Vermeer, eran antaño las más famosas del museo que centraba su máximo atractivo en ‘El toro’ de Potter, y mantenía como joya oculta a ‘Marte y Venus sorprendidos por Vulcano, de Wtewael, una deliciosa pieza sobre cobre que por impúdica estuvo años sin que los visitantes del Mauirtshuis -278.000 en el 2011- pudieran ver.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/joven-perla-reina-nuevo-haya-3318030

No hay comentarios:

Publicar un comentario