JAVIER
BLÁNQUEZ Barcelona
Charles Aznavour tiene planes detallados para los próximos 30 años.
«¡Vivir! Quiero seguir viviendo como hasta hoy, la vida es una cosa preciosa y
he podido hacer lo que he querido», cuenta en el restaurante del hotel Le
Mèridien, mientras se le escapa una sonrisa. De este modo, el gran referente
de la chanson, todavía en activo tras haber cumplido los 90 -el
pasado jueves actuó en Barcelona, en el Gran Teatre del Liceu, en una gala
retrospectiva de su carrera de más de seis décadas-, parece reafirmarse en su
promesa, dicha en broma hace un tiempo, y que consistía en no morirse hasta
llegar a los 120 años. «El trabajo es para mí como un deporte. Me gusta
mucho lo que hago y no lo voy a dejar».
No lo hace porque, aunque administrativamente ya es un jubilado,
Aznavour se resiste a dejar lo que ha hecho siempre: escribir canciones y
melodías. «Escribo cada mañana, pero no necesariamente son canciones. El
cerebro hay que entrenarlo a diario, es como un músculo». Lo que le preocupa es
sucumbir al aburrimiento, «que es lo peor de la jubilación; esta
etapa de la vida hay que intentar verla desde lejos, porque si te fijas en ella
muy de cerca es como si estuvieras en la antesala de la muerte».
«Bob Dylan sigue trabajando y es un enlace entre pasado y presente»
Y aunque su último disco propone una momificación de su legado
-se trata de 90ème Anniversaire. Best of Edition, un cofre de cuatro CDs
publicado por Universal Francia el pasado mes de mayo que incluye, cómo no, sus
mejores 90 canciones-, Aznavour tiene ya planes para publicar un nuevo disco.
«He empezado a grabar. Tengo canciones en francés y en inglés, y quizá haya
alguna en italiano. Escribo muchas piezas, pero la mayoría las mando
directamente a la basura. Las que me gustan me las guardo para mí o las doy a
otros intérpretes». En 2011 se despidió del público francés con una larga gira,
pero no ha podido resistirse a volver. Hay dos musicales en Estados Unidos y
Canadá que se están montando a partir de sus canciones, y el día de su 90
cumpleaños, el 22 de mayo, lo hizo cantando en Berlín. Su único signo de
debilidad aparente es el audífono que tiene que colocarse en el oído derecho
antes de empezar a responder preguntas. «Para mí nada ha cambiado. Cuando era
joven, tenía mala voz. Con el tiempo, la voz mejoró, y el único problema de cantar
a esta edad es que la mala voz ha vuelto. Pero tengo un público que lo sabe
perdonar».
Las canciones de Aznavour han traspasado varias generaciones. Las
modas cambian, pero su obra sigue impactando a los nuevos públicos jóvenes,
llegando al corazón. «Mucha gente dice que es porque mis canciones hablan sobre
el amor. Pero no creo que sea verdad, porque no tengo muchas canciones de
amor, en realidad. La juventud necesita esas canciones de amor, y yo
siempre se las he dado, pero a la vez les he violado con otros temas. Los temas
que trato son importantes, y creo que ahí está la clave del éxito, en la
variedad: he escrito sobre el extrarradio, sobre el alcohol, sobre la
homosexualidad».
«El trabajo es para mí como un deporte. Me gusta y no lo voy a dejar»
Se define como un clásico -«tengo una manera de escribir que ya no voy
a cambiar»- y sentencia su punto de vista con una frase que no admite dobles
lecturas: «yo ya no voy a la gente, es la gente la que viene a mí», en
referencia a las nuevas maneras de hacer música, que no le interesan en
absoluto. «En Estados Unidos el cambio de una generación a otra no ha sido tan
traumático como en Francia», explica. «No me gusta lo que se hace, en
general, pero hay algunos de los clásicos, como Bob Dylan o los grandes autores
de comedia musical, que siguen trabajando y son un enlace entre el pasado y el
presente. Pero en Francia ya no es así». De este modo, Aznavour no se atreve a
identificar un heredero de su manera de hacer, vivir y entender la música,
aunque también se resiste a considerarse el último superviviente de una edad
de oro. «Yo seguí los pasos de Charles Trenet y otros me seguirán a mí.
Todos formamos parte de una gran línea. Conmigo no se acaba nada». Sobre todo,
porque Aznavour tiene cuerda para años.
http://www.elmundo.es/cataluna/2014/06/26/53ac5e8c22601d14768b456c.html
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