miércoles, 18 de junio de 2014

RATTLE AGASAJA A BARENBOIM

Celebran juntos, este miércoles 17, los 50 años del argentino-judío como solista con la Filarmónica


Baremboin y Rattle conmemorarán juntos el primer concierto del primero con la Filarmónica. EL MUNDO
ROSALÍA SÁNCHEZ  Berlín
Barenboim tenía solamente 21 años y estaba prácticamente al inicio de su carrera cuando tocó por primera vez como solista de piano con la Orquesta Filarmónica de Berlín. Hacía sólo unos meses que se había inaugurado la mítica Filharmonie y el intendente Wolfgang Stresemann le invitó a interpretar, el 12 de junio de 1964, un concierto de Bela Bartok bajo la batuta de Pierre Boulez. Fue un gran éxito. El diario Tagespiegel quedó impresionado por el "temperamento espontáneo de la actuación, en la que cada nota cobró una arrebatadora vida musical", y Berlín ya no quiso despedirse nunca del músico argentino-israelí.
Desde que comenzaron los ensayos de aquel recordado concierto, surgió además una relación muy especial entre el pianista y la orquesta, relación que Barenboim califica hoy como una "maravillosa amistad". Y esa amistad no ha hecho más que ahondar hasta profundidades musicales insondables desde que Simon Rattle dirige la Filarmónica de Berlín, debido a las chispas musicales que saltan en cuanto los dos maestros ponen un pie en el escenario.
El programa elegido por ambos para conmemorar esta tarde los 50 años de Barenboim como solista con la Filarmónica incluye el concierto para piano nº1 de Brahms, precedido por 'La pregunta sin respuesta de Charles Ives y la Metamorfosis' para 23 cuerdas solistas de Richard Strauss. El pianista, saliendo del último ensayo, recordaba ayer que hubo un intento anterior de viajar a Berlín, cuando en 1954 había tocado en Salzburgo, con 11 años, y Wilhelm Furtwänglerformuló la invitación. El entonces director titular de la Filarmónica quedó tan impresionado que quiso organizar un concierto en Berlín, "pero mi padre le dijo a Furtwängler que una aparición en Alemania poco tiempo después del Holocausto era demasiado pronto para una familia judía de Argentina, que se había mudado hacía dos años a Israel".
Medio en broma, medio en serio, Barenboim reprocha un comentario de Stresemann cuando, sólo unos años después de aparecer por primera vez como solista de piano, llegó a Berlín también como director y el intendente le aconsejó contra una doble carrera: "No podrás mantenerte como pianista y como director. Tienes que decidir". "Yo le dije que no podía decidir, que me gustaría probar ambos caminos, y así hemos llegado hasta hoy", con 260 actuaciones conjuntas con la Filarmónica.
El aniversario ha dado lugar a un muy especial cierre de temporada en Berlín, donde dos directores a los que la geoestrategia musical berlinesa ha situado en posición de competidores han aceptado encantados la suma de estrellatos. Tocaron juntos por primera vez en 2004, en un concierto de la Filarmónica en Atenas y rivalizan en el conocimiento de la orquesta. "Yo he conocido a más generaciones de filarmónicos", presume Barenboim, a quien el sistema democrático que rige la orquesta mantiene en el puesto no declarado de "presencia permanente".


http://www.elmundo.es/cultura/2014/06/18/53a09562268e3e013c8b456b.html

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