jueves, 19 de julio de 2018

JOHN JOHN KENNEDY ESTÁ VIVO (AL MENOS EN INSTAGRAM)


Hoy se cumplen 19 años de su muerte, pero las fotos del heredero de Camelot y de su mujer, Carolyn Bessette, circulan sin cesar por las redes sociales impulsadas por la nostalgia noventera.
BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ


John F. Kennedy Jr. y Carolyn Bessette en la cena de corresponsales de la Casa Blanca en 1999. FOTO: GETTY

Instagram tiene una foto de John Kennedy Jr. para cada ocasión. Ahí está John John, quien, por cierto, odiaba ese apodo, sin camiseta –hay mucho John John sin camiseta–, con un libro en una mano y otro brazo musculadísimo extendido hacia un amigo. Hashtags: #summervibes #90s #fitnessmotivation. O John John tirando un frisbee en Central Park (#history #classic #handsome), paseando a sus perros, con sus inseparables boinas noventeras o abrazando a su mujer, Carolyn Bessette (por supuesto, #couplegoals). Algunas son ubicuas y se utilizan, por ejemplo, cuando llega el viernes, como la imagen de un Kennedy adolescente, descamisado, con un collar de cuerno y llevando un radiocasete gigante bajo el brazo. Existen muros de Pinterest y decenas de cuentas tributo en Instagram dedicadas a la pareja, aún más a ella que a él, lo que resulta llamativo, ya que existe un número bastante limitado de fotos de Carolyn Bessette, que estuvo casada con el heredero de Camelot menos de tres años.
Hoy se cumplen 19 años de la muerte del matrimonio Kennedy y de Lauren Bessette, la hermana de ella. Los tres viajaban a una boda familiar en Martha’s Vineyard en su avioneta privada y se estrellaron, probablemente debido al mal tiempo y la poca visibilidad. El hijo del presidente asesinado tenía entonces 39 años y parecía haber asumido que, dado que nunca dejaría de ser famoso, lo mejor que podía hacer con su popularidad era beneficiarse de ella. Por ejemplo, para sacar adelante George, la revista que fundó en 1996 y que entendía la política como espectáculo. Kennedy llegó a aparecer en un capítulo de Murphy Brown interpretando una versión de sí mismo para promocionar la revista.
Aunque la revista no estaba funcionando demasiado bien de ventas, poco antes de su muerte se había hablado de ampliar el proyecto a un programa de entrevistas en televisión que tendría el mismo nombre y que presentaría él. En su Daily Show, Jon Stewart ironizaba así sobre el anuncio: “John John Kennedy patina hacia un nuevo chollo de trabajo” (en referencia a las múltiples fotos suyas patinando por Manhattan que solían publicar las revistas del corazón, muchas de las cuales también tienen ahora una segunda vida en Instagram). “Cuando fundó la revista dijo que, dado que su padre era político y su madre editora, estaba preparado para editar una revista política. La misma regla de tres le convierte en un socialite cachondo”, siguió Stewart.
Para entonces, incluso los más nostálgicos de la presidencia de su padre y creyentes en las dinastías políticas habían asumido que probablemente no se dedicaría a la política, aunque su aparición en la convención demócrata de 1988, presentando a su tío Teddy, había generado todo tipo de esperanzas.

Casi dos décadas después, sus fotos, la mayoría tomadas por los fotógrafos que le persiguieron toda su vida, funcionan como contenido autogenerado en internet para una generación que no lo recuerda vivo. Que los noventa sean la década de referencia en la moda ayuda. El fenómeno no es muy distinto al de las imágenes de Diana de Gales vestida de calle, fuera de sus funciones oficiales, (saliendo del gimnasio con sudaderas de universidades americanas y calcetines-calentador) que inspiran decenas de artículos e incluso fueron la base para la colección primavera-verano de 2018 de Off-White (nadie puede acusar a Virgil Abloh de no saber oler una tendencia).
Bessette, una innegable “chica de la moda” que trabajaba en Calvin Klein, genera una fascinación similar, si bien su estilo nunca se interpreta de manera irónica. Sus vaqueros ligeramente acampanados y sus abrigos anudados a la cintura ganaron vigencia hace un par de temporadas y su vestido de boda, del que solo existe una foto, y que ayudó a lanzar la carrera de Narciso Rodriguez, sigue citándose como ejemplo viable de minimalismo nupcial. Según Vogue, “ella sola cambió el mercado de los vestidos de novia, hizo aceptable llevar algo simple y refinado”. Al parecer, estaba entre los preferidos de Meghan Markle, que buscó algo similar con el segundo look de su boda, el vestido de Stella McCartney.
En el año que falta para que se cumplan los 20 años de la muerte de la pareja, es de esperar que aumente el interés. El canal TLC, famoso por sus realities grotescos, ya ha anunciado que prepara un especial sobre su boda, que tuvo lugar en absoluto secreto en una isla cercana a la costa de Georgia en agosto de 1996. Al parecer, el canal habría conseguido entrevistas con los invitados e imágenes nunca vistas de la ceremonia y de la cena de ensayo. Hace unos años, el director de arte de George publicó un libro titulado JFK jr, George & Me, en el que explicaba algunas anécdotas bienintencionadas sobre sus años en la revista. ¿Cómo conseguían que Cindy Crawford, Robert de Niro, Claudia Schiffer o Drew Barrymore posasen para la revista y que colaborasen Barbara Walters y Norman Mailer? Fácil, el jefe descolgaba el teléfono y decía “hola, soy John Kennedy hijo”.

https://smoda.elpais.com/moda/actualidad/john-john-kennedy-esta-vivo-al-menos-en-instagram/

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