jueves, 19 de julio de 2018

EN CHASCOMÚS, BUENOS AIRES, ARGENTINA, UN GALPÓN CONVERTIDO EN CASA DE HUÉSPEDES


Magdalena Rodríguez Ballester 
Una casa de campo siempre tiene algo de guarida. Es, en medio de esa nada que muchos llaman pampa, el vórtice de las fuerzas de confort, calor y compañía. Esta que visitamos fue, durante un par de meses, un auténtico refugio para la pareja dueña de un pedacito de tierra en Chascomús. Era el puesto original, pero no alcanzaría para alojar a la familia completa. Así fue que, mientras construían una casa más grande, los nuevos propietarios se alojaron aquí.


Necesitaba una cara nueva porque lo que abundaba era la madera oscura y el machimbre pintado. Poca luz y menos gracia, en síntesis. Además, para acceder al único baño había que cruzar la galería a la intemperie. La reforma propuso soluciones simples, fáciles, poco costosas. "No se sumaron metros: sólo se tiró una pared interior y se cerró la galería para que cada cuarto tuviera un acceso independiente al baño", nos cuentan las socias del Estudio Prágmata, a cargo de la obra y el interiorismo. Por lo demás, pintura blanca para pisos y paredes interiores, un rosado bien criollo para el exterior y un verde contrastante en las aberturas.

 En el living, sillón de tres cuerpos al que se le hizo una funda de bull blanca, que se corta con una manta de barracán. En el living, sillón de tres cuerpos al que se le hizo una funda de bull blanca, que se corta con una manta de barracán. Crédito: Javier Csecs
"Se gastó muy poca plata en la reforma de esta casa. Y se hizo muy rápido: como máximo, dos meses", cuenta la dueña de casa.


El cambio es tan rotundo y tan logrado que no hay quien no se enamore de esta casita, segunda en jerarquía después del casco principal. Ahora resulta que es la casa de huéspedes, donde prefieren dormir los hijos adolescentes de la familia y sus amigos. Pero conservó su espíritu original, y cuenta entre sus paredes la historia.


Frente al sillón del living se colocó una cama antigua. Para camuflarla, se sumaron una colcha rústica con almohadones de piel y otros estampados en negro (Prágmata). En el medio, mesa ratona de madera reciclada comprada en el Puerto de Frutos de Tigre.

"Como la superficie es chica y los ambientes están comunicados al estilo de las casas chorizo de antes, decidimos repetir el blanco y el verde en todos, para acentuar esa idea de conexión", explican las responsables del Estudio Prágmata

Muchos de los muebles que decoran la casa vinieron con ella, como la mesa del comedor o los esquineros, a los que se les reemplazó los tiradores por unos de cerámica decorativos. Uno de ellos hoy se usa como alacena. La salamandra también es original y resulta suficiente para calefaccionar todo el espacio.


 Antes: En la casa original, el piso era el tradicional de tablones de madera y contra una de las paredes había una chimenea en esquina. Antes: En la casa original, el piso era el tradicional de tablones de madera y contra una de las paredes había una chimenea en esquina. Crédito: Javier Csecs
 Después: Después de reemplazar viejos tablones, el piso del living fue pulido y, finalmente, cubierto con pintura blanca, lo que le imprime mucha luminosidad a la caja, al punto que parece otra vivienda. Después: Después de reemplazar viejos tablones, el piso del living fue pulido y, finalmente, cubierto con pintura blanca, lo que le imprime mucha luminosidad a la caja, al punto que parece otra vivienda. Crédito: Javier Csecs
La mesa tuvo que ser restaurada, al igual que las sillas. Como detalle decorativo, y para darle tema al espacio, se colgaron unos platitos antiguos alrededor de la ventana.

Contra la pared del living, sillón del juego de comedor y, sobre una vieja mesa de luz, lámpara traída de Holanda. El cuadro de flores es de Pilar Pascual.

"Es una auténtica casa de huéspedes; en este caso, perfecta para los hijos adolescentes de la familia y sus amigos. Eso sí, para cocinar se va a la casa principal".


 Antes: También este ambiente tenía las paredes cubiertas de machimbre pintado de verde y piso de madera. Las aberturas de madera oscura deprimían más el aire. Antes: También este ambiente tenía las paredes cubiertas de machimbre pintado de verde y piso de madera. Las aberturas de madera oscura deprimían más el aire. Crédito: Javier Csecs
 Después: Una vez más, los tablones de madera del piso y el machimbre de las paredes se pintaron de blanco inmaculado para transformar cabalmente el espíritu del cuarto. Definitivamente, otro clima. También aquí, las aberturas se pintaron del verde, que es el segundo color de la casa. Después: Una vez más, los tablones de madera del piso y el machimbre de las paredes se pintaron de blanco inmaculado para transformar cabalmente el espíritu del cuarto. Definitivamente, otro clima. También aquí, las aberturas se pintaron del verde, que es el segundo color de la casa. Crédito: Javier Csecs
Para el dormitorio principal, se compró una cama en el Mercado de Pulgas de Dorrego a la que se pintó de blanco y se le puso un mosquitero, a la vez decorativo y funcional. Además, se sumaron un pie en lino y algunos almohadones con puntillas (Estudio Prágmata), que acompañan armónicamente el romanticismo de sus líneas. Con el objetivo de unificar, las mesas de luz del puesto original también se pintaron de blanco. Sobre una de ellas, velador vintage de la dueña de casa.

 Otro esquinero restaurado, como los del living, y un espejo antiguo apoyado en el piso y un silloncito de estilo (también del dueño anterior) completan el mobiliario. Otro esquinero restaurado, como los del living, y un espejo antiguo apoyado en el piso y un silloncito de estilo (también del dueño anterior) completan el mobiliario. Crédito: Javier Csecs
El blanco total es un pasaporte a la tranquilidad, mientras que el verde -usado con discreción- le sacude un poco la modorra a las tardes de campo.


"Los sillones verdes eran parte de un juego de jardín que ya estaba. Se pusieron dos aquí y otros en la galería, todos suavizados con almohadones a rayas". Por su parte, a las camas -también con mosquitero- se las vistió con colchas portuguesas (Arredo), almohadones en pana con madroños y en lino con puntillas. Como pies, mantas tejidas (Estudio Prágmata) en el tono de los almohadones de pana.


La idea fundamental al encarar la reforma y actualización del baño era hacerlo tan cálido como el resto de los ambientes. Se reemplazó el lavatorio por una bacha sobremesada apoyada en mármol de Carrara. La grifería es monocomando FV. No se pudo salvar el piso damero: hubo que optar por cemento alisado (Estudio Prágmata).

 Antes: Como en las viejas casas chorizo, cada ambiente tiene una puerta que da a la galería, que comunica al baño a través de otra puerta. Después: Para darle más privacidad y amortiguar el pánico que provoca la idea de ir al baño en invierno, se cerró la galería, dando acceso techado al baño. Antes: Como en las viejas casas chorizo, cada ambiente tiene una puerta que da a la galería, que comunica al baño a través de otra puerta. Después: Para darle más privacidad y amortiguar el pánico que provoca la idea de ir al baño en invierno, se cerró la galería, dando acceso techado al baño. Crédito: Javier Csecs
El cerramiento se hizo en hierro y vidrio repartido que generó un ambiente extra. Fueron necesarios algunos otros arreglos, como cambiar las chapas del techo y reparar la pared que da al baño. Se mantuvo el piso de baldosas rojas, tan característico de las casas de campo.


Ahora, el bonito jardín de invierno tiene un juego de jardín con almohadones con puntillas (Prágmata).

 Antes: El exterior de la casita, que alguna vez fue el casco original de una estancia, tenía paredes blancas y aberturas deslucidas. Antes: El exterior de la casita, que alguna vez fue el casco original de una estancia, tenía paredes blancas y aberturas deslucidas. Crédito: Javier Csecs
 Después: Las paredes se pintaron de rosa fuerte y las aberturas, del mismo verde encendido que se usó dentro de la casa (que también estaba presente en algunos elementos de los dueños anteriores). Después: Las paredes se pintaron de rosa fuerte y las aberturas, del mismo verde encendido que se usó dentro de la casa (que también estaba presente en algunos elementos de los dueños anteriores). Crédito: Javier Csecs

https://www.lanacion.com.ar/2150796-en-chascomus-un-galpon-convertido-en-casa-de-huespedes

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